Jorge Pizarro, senador DC, sobre proyecto de indulto general a detenidos en protestas: “Desvía del objetivo como oposición para buscar un camino de entendimiento”

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El legislador señala que la iniciativa impulsada por senadores de centroizquierda constituye un “error político” que entrega señales que avalan hechos delictivos de violencia.


En la Comisión de DD.HH. del Senado está en tabla para hoy el inicio del debate del polémico proyecto de indulto general a personas que se encuentren recluidas en el marco de las protestas sociales. El senador Jorge Pizarro (DC) es crítico de la iniciativa y apunta a que este tipo de acciones -que fue impulsada por senadores de oposición- no ayudan al camino que debe seguir la centroizquierda.

¿Qué opina de este proyecto?

Está mal planteado. Constituye un error político, porque lo que se propone es un indulto sin distinguir condenados de imputados, acercando peligrosamente los efectos del indulto general con una amnistía y, además, entregando una señal política de avalar hechos delictivos de violencia.

¿Pero hay que dar el debate?

Esto plantea un tema que es más de fondo y es cómo se está administrando justicia en el país con el sistema procesal penal. Porque mantener en prisión preventiva, independiente de la acusación que tenga cualquier persona, por más de un año, sin que se establezca responsabilidad, sin que se tenga claridad de cuáles son las causas por las que se le acusa, refleja un problema grave de funcionamiento de nuestro sistema penal.

¿Qué señal da el Congreso al presentar un proyecto como este?

Se puede dar esa sensación de impunidad, porque es evidente que quienes están siendo procesados, están acusados de delitos graves y han sido formalizados justamente por esa razón. Lo que no se puede es confundir una manifestación pública con hechos delictuales o vandálicos como se está haciendo costumbre en grupos pequeños, violentistas, anarquistas o delincuenciales. Me alegro que quienes firmaron ese proyecto estén aclarando que en ningún caso significa justificar la violencia.

Eso es algo que le cuestiona permanentemente el oficialismo a la oposición. ¿Ha sido suficientemente tajante su sector en condenar la violencia?

Nosotros hemos condenado siempre la violencia. Nunca hemos participado de ella. Al revés. Yo formo parte de una generación que luchó duramente contra la dictadura, protestamos, nos manifestamos, nos organizamos, hicimos muchas acciones que evidentemente la dictadura no le gustaban, pero jamás se nos ocurrió hacerlo de manera violenta.

¿No es contradictorio estar contra el proyecto cuando usted mismo defiende el derecho a manifestarse, como lo hizo en dictadura?

Por supuesto que no es contradictorio. ¿Desde cuándo acá la manifestación tiene que transformarse en actos delictuales o vandálicos, de agresión a las personas, o destrucción del Metro o de quema de iglesias? Uno nunca lo puede justificar.

¿Cree que fue un error de parte de los senadores presentar este proyecto? Porque nuevamente se ve una oposición dividida...

Genera una desviación del debate público y político que debiéramos tener en la oposición respecto de lo que queremos plantear al país para los próximos años. Desvía del objetivo como oposición para buscar un camino de entendimiento y de diálogo entre los chilenos y que se tradujo en el plebiscito de octubre y que implica el desafío de una convención constituyente donde generemos un nuevo marco institucional para el país, donde se garanticen derechos y obligaciones. Y eso pasa necesariamente por tener condiciones de diálogo y de paz, no de violencia, no de enfrentamiento, como quieren algunos grupos radicalizados ultras de derecha o de izquierda. Nos desvía en lo que debiera ser la construcción de una propuesta para el país que se pueda expresar en el nivel comunal, regional y nacional en las elecciones que vienen.

¿Dice que acciones como estas les restan opciones para volver a ser gobierno a la centroizquierda?

Tenemos la obligación de construir una alternativa real de gobierno, mayoritaria, que sume, que dialogue y que convoque, no que divida, no que polarice. Ese debate legítimo ya se está dando en algunos sectores. Los grupos del Frente Amplio y el PC se han definido en una postura de mayor polarización, por decirlo así. Espero que la mayoría de la oposición de centroizquierda seamos capaces de avanzar en la línea que yo planteaba recién. Y para eso se requiere dar señales claras y no confusas.

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