La historia de una caída suprema

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Gobierno retiró nombre de Dobra Lusic tras no afirmar votos clave del PS. Decisión fue tomada por Piñera luego de que la propia magistrada declinara su postulación al máximo tribunal al no contar con los respaldos necesarios en el Senado.


Retirar el nombramiento de la candidata a la Corte Suprema Dobra Lusic. Esa fue la decisión que, pasadas las 14 horas de este miércoles, tomó el Presidente Sebastián Piñera, luego de que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, le informara que -pese a los intensos esfuerzos que había liderado durante la mañana- no estarían sobre la mesa los siete votos clave de la bancada socialista, lo que echaba por tierra las opciones de la magistrada para ser ratificada en la sesión que estaba fijada para la tarde.

La decisión de La Moneda estuvo precedida por infructuosas gestiones de Larraín ante el jefe de comité de los senadores PS, Carlos Montes, desde donde persistían las dudas sobre si apoyar o no el ascenso de Lusic al máximo tribunal. De hecho, los socialistas se mantuvieron divididos hasta el último minuto. Mientras Juan Pablo Letelier, Rabindranath Quinteros y José Miguel Insulza estaban por aprobar el nombramiento, Isabel Allende, Álvaro Elizalde, Alfonso de Urresti y el propio Montes no se convencían de darle su respaldo.

En ese contexto fue que pasadas las 13.30 Montes se reunió este miércoles con el titular de Justicia, cita a la que posteriormente se sumó el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel. En ese encuentro, según fuentes que conocieron de su contenido, el socialista le habría transmitido a Larraín que la única forma de que el PS se abriera a respaldar a Lusic era que la magistrada diera una explicación sobre las contradicciones que quedaron en evidencia en los últimos días sobre sus vínculos con el abogado John Campos. Esto, luego que se conociera que firmó 16 decretos para que el jurista ejerciera como ministro de fe interino en distintas notarías, y que, según el informe de la fiscal Carla Troncoso, hiciera gestiones a su favor para su nombramiento como notario suplente en la Quinta Notaría de San Miguel, antecedentes que -a juicio de los parlamentarios- se oponían a lo que la misma Lusic había declarado ante la Comisión de Constitución del Senado.

Así, el ministro Larraín, quien estuvo en contacto permanente con la magistrada durante la jornada, intentó -según las mismas fuentes- aclarar con ella los hechos para entregar una explicación a los socialistas. La precisión, sin embargo, fue "insuficiente" -dicen en la bancada del PS-, y así se lo comunicó el propio Montes al titular de Justicia.

Minutos después, la propia Lusic, según reveló luego Larraín, le pidió al secretario de Estado no seguir adelante con su nombramiento ante la falta de respaldos y declinó su postulación, lo que terminó por sellar el retiro de su nombre.

Los cálculos del gobierno

En el gobierno venían evaluando desde el martes todos los escenarios posibles. El desmarque de algunos de sus propios senadores y de todo el comité PPD había complicado aún más el camino de Lusic para llegar a la Suprema.

Sin embargo, las dudas del PS y la pugna que se instaló entre oficialistas y opositores, quienes ad portas de la sesión condicionaron votos a favor y en contra de la jueza a la postura que adoptara en la sala su contraparte, hicieron insostenible su ascenso al máximo tribunal.

A eso también se sumó la decisión de la Suprema de acoger un recurso de queja en contra de la magistrada y, además, las declaraciones del vocero del máximo tribunal, Lamberto Cisternas, quien aseguró el lunes que la votación de Lusic -para ser nominada en la quina que se le entregó al Presidente Piñera- "habría sido diferente de conocerse estos antecedentes".

Con todos esos elementos sobre la mesa, durante la mañana al Ejecutivo solo le quedaba una alternativa: afirmar los respaldos del PS, lo que le permitiría, además, asegurar los votos favorables de su propia coalición y los cinco de la DC, destrabando así la nominación de Lusic. Sin embargo, al no lograrlo, finalmente el gobierno se vio forzado a retirar el nombre.

De hecho, previo a la decisión desde La Moneda aseguraban que el someter su nominación a una votación en la que no estaban asegurados los votos podría significar una compleja derrota para el gobierno, escenario que se buscó evitar. Esto último, sobre todo, porque en el Ejecutivo transmitían que no querían "cargar" con la derrota de un nombre que, hasta este miércoles, decían que había sido propuesto por la oposición.

Al cierre de esta edición, en La Moneda reconocían que este no era el mejor escenario para el gobierno, el que tendrá que presentar un nuevo nombre (ver nota secundaria) e, inevitablemente, lograr acuerdo para darle viabilidad.

Las razones de los socialistas

Fuentes del PS explican que para la colectividad fue "muy complejo" resolver su postura frente a la nominación de Lusic. Esto, sobre todo por su destacada trayectoria en materia de DD.HH.

Sin embargo, pesaron más los cuestionamientos en contra de Lusic y el hecho de que el propio gobierno no quisiera "tomar responsabilidad" respecto de su postulación.

Fuentes de la bancada, de hecho, aseguraron que incluso le plantearon al gobierno la posibilidad de aplazar la votación y volver a citar a la jueza al Senado para que despejara personalmente las dudas. Pero no hubo margen. "Lo importante era que se aclarara (su relación con Campos), porque nosotros no podíamos aparecer aprobándola como ministra de la Corte Suprema sin haber aclarado previamente esto", sostuvo Montes.

Recriminaciones cruzadas

Tras conocerse la decisión del gobierno se abrió un duro debate entre los parlamentarios en la sala. El primero en tomar la palabra fue el UDI Iván Moreira, quien acusó a la izquierda de no haber sido "capaz de sostener su palabra".

"Para ingresar a la Corte Suprema hay que besarle el anillo, al parecer, a uno o dos senadores, y esto va a tener consecuencias graves. A mí no me gusta personalizar, pero aquí el gran responsable de este desacuerdo es el PPD", dijo, aludiendo a que desde ese sector acusaron que no fueron considerados en el acuerdo para impulsar el nombre de Lusic.

Las palabras de Moreira generaron crispación en esa bancada, desde donde los senadores Felipe Harboe, Adriana Muñoz y Ricardo Lagos Weber rechazaron tener alguna responsabilidad en la frustrada nominación de la magistrada. En paralelo, senadores como Insulza defendieron la trayectoria de la jueza y acusaron una operación para enlodar su nombramiento. "Se ha cometido una injusticia", sostuvo el legislador PS. Y agregó: "Nadie podrá decir que ha conocido nunca algún operador".

Además, varios senadores concordaban en que se rompieron las confianzas entre las mismas bancadas de oposición, como también respecto del gobierno, para negociar en estas materias, lo que deja en "entredicho" la construcción de nuevos acuerdos para el futuro. "De aquí para adelante tendremos que conversar las cosas de otra manera, porque se han quebrado las confianzas", señaló Francisco Huenchumilla (DC).

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