La reforma de Tohá que deja a Interior sin la “estrella de sheriff”, pero con más poder político
Para compensar el inevitable debilitamiento del Ministerio del Interior, en la medida que todas las atribuciones de orden público y seguridad sean traspasadas a una nueva cartera, la propuesta de La Moneda es dejar en forma explícita el rol de “jefe o jefa de gabinete”, a cargo de la coordinación y la supervisión estratégica del programa de gobierno.
A paso lento sigue avanzando la reforma legal que crea el nuevo Ministerio de Seguridad Pública.
A pesar de que la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), ha conversado con los diputados opositores y oficialistas para tratar que la Comisión de Seguridad de la Cámara despache la iniciativa en enero, los mismos legisladores le han transmitido que difícilmente podrá estar lista antes de marzo.
A diferencia de otros proyectos de la agenda de seguridad que están trabados por diferencias ideológicas o políticas con la oposición o, incluso, por desacuerdos dentro de la misma coalición gubernamental, en este caso, los parlamentarios coinciden en que la lenta tramitación se debe a la complejidad técnica y a la extensión del proyecto. De hecho, el texto elaborado por el Senado ya contabilizaba 45 páginas y es probable que en la discusión de la Cámara la iniciativa se siga engrosando.
De partida, el gobierno, a través de los dos paquetes de indicaciones que presentó en la Cámara, aprovechó de llenar un vacío que no fue alertado en la discusión que se dio en el Senado, que tramitó esta iniciativa entre septiembre de 2021 y junio de 2023 .
El punto en cuestión era el inevitable debilitamiento del Ministerio del Interior, en la medida que todas las atribuciones de orden público y seguridad -hoy la principal demanda de la ciudadanía- eran traspasadas a una nueva cartera.
Por ello, en el primer paquete de enmiendas que ingresó la ministra Tohá se propuso reforzar las atribuciones del titular del Interior como “jefe o jefa de gabinete”, como coordinador de otras secretarías de Estado y también como supervisor estratégico del programa de gobierno, tarea que tradicionalmente había estado radicada en el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y en el llamado “Segundo Piso” de La Moneda, área de oficinas donde trabajan los asesores del Presidente de la República.
Actualmente, el concepto de “jefe de gabinete” no existe en la Ley del Ministerio del Interior ni en la Constitución y solo ciertas normas hablaban someramente del rol coordinador de esta cartera. Ahora, el cargo pasaría a ser explícito.
Además, las divisiones de Coordinación Interministerial y de Estudios, que hoy están en manos de la Segpres y a cargo de Rodrigo Echecopar (RD) y Javiera Ascencio (RD), respectivamente, se eliminan para ser traspasadas íntegramente a Interior.
La reforma, por otro lado, mantiene en la cartera de Tohá las tareas de desarrollo regional y de prevención y respuesta frente a emergencias, desastres y catástrofes (Senapred). No obstante, también se le agrega la misión de estar pendiente ante eventuales “conflictos sociales”.
“Artículo 5°.- El Ministro o Ministra del Interior, en su calidad de jefe o jefa del Gabinete Ministerial del Presidente o Presidenta de la República, será quien realice la coordinación política de los ministros de Estado, según las instrucciones que le imparta el Presidente o Presidenta de la República. Sin perjuicio de las atribuciones específicas que le entreguen las leyes, y a falta de disposición en contrario, estará encargado de presidir las instancias colegiadas en que le corresponda participar en virtud de la ley, los reglamentos o que deba asumir por encargo del Presidente o la Presidenta de la República”, dice la enmienda, que aún no se vota ni discute en la Comisión de Seguridad de la Cámara, donde está radicada esta reforma.
El artículo añade que el jefe de Interior podrá convocar, a requerimiento del Presidente, al consejo de gabinete, instancia que reunirá a todos los ministros y ministras. Este encuentro será dirigido por el Mandatario y “el ministro o ministra del Interior” actuará como “secretario o secretaria”. Incluso, en ciertos casos, el jefe de Estado podrá dejar al titular del Interior a cargo de la cita.
Adicionalmente, el primer paquete de enmiendas ingresado por Tohá a la Cámara dispone que el “jefe de gabinete ministerial” tendrá atribuciones para proponer al Presidente de la República proyectos de ley, reglamentos, instrucciones, políticas y programas. Podrá requerir informes a los diferentes ministros y efectuar propuestas en orden al cumplimiento “eficaz y eficiente” del programa de gobierno.
Además, le corresponderá “asesorar” al Presidente en la conformación de su gabinete de ministros y ministras.
Aunque muchas de estas tareas eran ejercidas en la práctica, se daban por tradición o, incluso, de facto. No obstante, por ejemplo, no todos los mandatarios conformaban su gabinete con ayuda de su ministro del Interior.
Superministra
Estas propuestas para compensar a Interior con un nuevo poder político, en todo caso, aún no se ratifican en la Comisión de Seguridad, donde solo han hablado del tema indirectamente.
Tampoco se han votado las normas transitorias, que fijan el plazo para poder implementar estos cambios, que en algunos casos no son sencillos, pues involucran el traspaso de personal.
En el caso del nuevo Ministerio de Seguridad, por ahora, el texto que propuso el Senado considera un plazo de hasta un año para dictar los respectivos reglamentos y poner en marcha su funcionamiento.
No obstante, en las otras disposiciones, por ejemplo, las que refuerzan a Interior, se fija un plazo máximo de seis meses.
Una vez publicada la ley, en teoría, podría darse un período de transición en que eventualmente la ministra Tohá quede con los nuevos poderes, conservando por un tiempo las tareas de orden público y seguridad hasta que culmine la instalación de la nueva orgánica. Una suerte de “superministra” temporal.
No obstante, la idea del gobierno es que las nuevas potestades de Interior sean otorgadas solo una vez que asuma el primer ministro de Seguridad Pública. En ese punto el gobierno debe tomar una definición política, pues la ministra del Interior es partidaria de que la nueva autoridad sólo sea nombrada una vez que cuente con ciertas capacidades institucionales. Pero, el Presidente tiene las facultades para nombrar inmediatamente al nuevo ministro una vez aprobada la ley.
En todo caso, para el diputado Jaime Araya (independiente PPD), no sería problema que exista una superministra transitoria, que concentre las nuevas potestades políticas y la antigua función de seguridad. A su juicio, Tohá es la mejor carta para protagonizar una suerte de “ensayo” de cómo podría operar un primer ministro. “Efectivamente va estar muy empoderada, una primus inter pares. Es un justo reconocimiento a lo que ha hecho como ministra del Interior”, dijo.
El presidente de la Comisión de Seguridad, el diputado Andrés Longton (RN) cree que “queda bien resguardada la calidad de jefe de gabinete. También hay facultades relevantes de coordinación, que a ratos parecen crear una figura más poderosa que los ministros del Interior antiguos. Lo negativo frente a eso, es que es probable que la necesaria reforma al centro de gobierno quede postergada. Es necesario reformular tanto el núcleo político como el Segundo Piso para darles más transparencia, sobre todo después de los últimos escándalos”.
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