“Lo que no quiero, y me parece irresponsable, es que nos pongamos una soga al cuello con una fecha de votar (...). Yo fui muy cuidadoso toda esta semana, si ustedes ven mis declaraciones, nunca dije que íbamos a votar hoy día, dije (que) estoy abierto, pero no me pidan que una comisión seria como esta tenga que comprometerse a sacar sin informe en dos días un proyecto que la comisión de Trabajo se demoró seis meses, me parece poco serio, y no es en contra (...). Aquí nadie quiere chutear la pelota para que esto quede en limbo, lo que pasó aquí es algo muy concreto: es un proyecto con más de 700 páginas, con más de 50 artículos que tenemos que votar en esta comisión y queremos el informe para poder analizarlo en detalle. Incluso, los senadores de (la comisión de) Trabajo me manifestaron su interés de poder revisar que el informe quedó bien redactado de acuerdo a lo que ellos mismos aprobaron”.

Con esas palabras, el presidente de la comisión de Hacienda, Felipe Kast (Evópoli) se dirigió al resto de la instancia -además de otros parlamentarios que asistieron como oyentes, como los senadores Demócratas Matías Walker y Ximena Rincón, además de la jefa de bancada de diputados de ese partido, Joanna Pérez-, para entregar las razones de la postergación de la votación del proyecto de reforma previsional, alojado en la instancia que preside.

Las explicación de Kast, según afirman desde su entorno, era para dar cuenta que los senadores de oposición que integran la instancia de Trabajo -Juan Antonio Coloma (UDI), Rodrigo Galilea (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli)- insistían en horas de la tarde de ayer en revisar en detalle el informe que dicha comisión evacuó. Es por esa razón, según explicaba en el espacio de Hacienda, que no podía comprometerse con una fecha de votación.

Al inicio de la sesión de hoy, Kast explicó que dicho informe llegó en horas de la noche de ayer, documento que estaba siendo estudiado por los senadores.

La sospecha que se instaló al interior del Congreso es que la solicitud de leer el informe se trataba de una maniobra dilatoria de los legisladores de oposición para retrasar la votación, cuestión que descartan desde esas filas.

Para esta jornada, la comisión de Hacienda está convocada hasta total despacho, sin embargo, fuentes de la instancia aseguran que aún es un escenario probable que se cite para mañana.

Los plazos para votar la reforma han sido un constante dolor de la cabeza para el gobierno, principalmente porque en la Cámara de Diputados la bancada del Partido Republicano no ha dado la unanimidad para sesionar en la semana distrital.

Pese a los emplazamientos del Ejecutivo y la presión de las otras bancadas en el Congreso, los republicanos no cedieron en su posición y obligaron al gobierno a hacer uso de su facultad constitucional de obligar a la Cámara a sesionar.

La Carta Fundamental, en su numeral 2 del artículo 32, establece que dentro de las facultades del Presidente de la República está la de “pedir, indicando los motivos, que se cite a sesión a cualquiera de las ramas del Congreso Nacional. En tal caso, la sesión deberá celebrarse a la brevedad posible”.

El uso de dicha atribución por parte del Jefe de Estado fue confirmada la mañana de este jueves por el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde.

“El Presidente va a hacer uso de la atribución que le confiere la Constitución para solicitar que se convoque a una sesión de la Cámara de Diputados para que se vote la reforma previsional”, dijo en entrevista con radio Cooperativa.

En el diálogo radial, el secretario de Estado fue consultado sobre si están los votos necesarios para despachar el proyecto del Congreso y evitar una comisión mixta. “Estamos trabajando para construir la mayoría necesaria para aprobar el proyecto en ambas cámaras”, respondió.

Para evitar ese camino, Elizalde dijo el Ejecutivo espera que en los próximos días -hasta el día domingo incluso- sesione la comisión de Hacienda del Senado y que a comienzos de la próxima semana se vote en la sala de la Cámara Alta. Y así al siguiente día de ese paso se pronuncie la Cámara de Diputados.

Si esto se cumple, y no pasa a comisión mixta, el proyecto podría ser despachado por el Congreso Nacional en el mes de enero.