Los factores que obligaron al PC a extender la presidencia de Teillier y postergar debate por la sucesión
Priorizar la unidad partidaria de cara al proceso constituyente y evitar enfrascarse ahora en una discusión interna, que no será fácil, son las principales razones. El secretario general del PC, Lautaro Carmona, admite que hay un factor político que "no es muy misterioso". Con ello, el mandato de Teillier se prolongaría hasta inicios de 2023 o fines de 2022. El plazo exacto aún no está zanjado.
Dieciocho años a cargo del Partido Comunista completará el exdiputado Guillermo Teillier. Desde el retorno de la democracia en 1990, ningún político chileno tiene ese récord.
Aunque su mandato inicial vencía este año, tras haber sido elegido en forma indirecta en diciembre de 2020, en la colectividad ya dan por hecho de que el proceso constituyente, hoy en manos de la Convención Constitucional, obligará a recalendarizar la renovación de directiva para fines de 2022 o inicios de 2023.
“El acuerdo es comenzar el Congreso del PC (instancia de debate interno que durará entre tres y cuatro meses donde se resolverá la nueva directiva) una vez que termine la Convención”, relató Teillier el domingo pasado a La Tercera.
“El Congreso del partido lo define el Comité Central, pero no se le ha puesto una fecha aún. Es evidente que transcurra en primer lugar el cierre de la Convención. Es un factor de la política, no es muy misterioso, la decisión tiene que ver con los ciclos políticos”, agrega el secretario general del PC, Lautaro Carmona, quien precisa que entre abril y mayo debe reunirse el actual Comité Central, donde posiblemente se cerrará la oportunidad del nuevo Congreso partidario.
Otro dirigente comunista explica que la prioridad es sacar el nuevo texto constitucional y apoyar la opción apruebo en el plebiscito de salida, por lo que no era prudente enfrascarse en estos minutos en una deliberación interna, que se prevé que no será fácil.
En ese sentido, si el plebiscito de salida se realiza en septiembre, en ningún caso habría una decisión interna antes de fin de año.
Tensiones internas
En 2020, por ejemplo, el XXVI Congreso Nacional del Partido Comunista, que sirvió como contexto para la última elección de directiva, comenzó el 22 de septiembre y culminó el 24 de diciembre de ese año.
Las elecciones internas para el Comité Central -en las que podían participar por primera vez todos los militantes mediante voto universal- se realizaron bajo el alero de ese Congreso, entre 12 y 15 de diciembre. Una vez elegidos los 96 miembros del Comité Central, se constituyeron como cuerpo colegiado el 24 de diciembre de 2020, fecha en que definieron a su directiva (denominada Comisión Política), liderada por un nuevo período por Teillier, como presidente, y Carmona, como secretario general.
Entonces la ecuación que debieron realizar los comunistas no fue sencilla y los meses previos estuvieron marcados por tensiones internas entre las corrientes que encabezan Teillier y Carmona.
A ello se sumaba el contexto social posestallido social, que endureció el discurso de la facción de Carmona, quien incluso desde la época de Gladys Marín era un candidato natural para asumir la jefatura del PC.
Por otro lado, existía una fuerte presión de recambio generacional y de dirigentes femeninas para poner un rostro más joven y de una mujer a cargo del PC, como la diputada Karol Cariola.
Finalmente el voto universal para elegir a la cabeza de la colectividad -que fue determinado por la nueva Ley de Partidos- tampoco acomodaba a la dirigencia comunista, aun cuando se recurriera a un sistema indirecto de elección.
Históricamente el PC había nominado a sus directivas mediante la modalidad de “centralismo democrático”, proceso de deliberaciones que va desde las células y los comunales hasta las instancias regionales y nacionales. En todas estas etapas, se van recogiendo opiniones y consensuando posturas. Con esa fórmula, a veces las propuestas no se votaban o se hacían a mano alzada.
Además, el resultado de esa votación, en diciembre de 2020, significó un golpe para los dirigentes históricos, a pesar de que cada militante podía marcar 96 preferencias de su voto, que contenía una lista única de 144 candidatos. Mientras Teillier quedó en el lugar 70° de las preferencias (con 4.893 menciones), Carmona salió en el puesto 84° (con 4.661).
Con esos antecedentes el proceso que se avecina se vislumbra igualmente complejo. Ya en las elecciones de 2020 fue notoria la presión por el recambio generacional y el poder de ciertas figuras femeninas. De hecho, la más votada fue la actual ministra Camila Vallejo.
En base a esos criterios de renovación, las principales cartas para una nueva directiva son nuevamente la diputada Cariola y el senador Daniel Núñez.
No obstante, dentro de la cultura del PC existe un estricto respeto a los dirigentes más antiguos, por lo que el nombre de Carmona es la principal carta si se adopta un criterio de sucesión en base a la tradición del partido.
Consultado por los nombres que se barajan, el mismo secretario general dice que anticipar candidaturas por la prensa “no es el método que tiene el PC”. “El partido tiene política de cuadros y se van a definiendo colectivamente. Hay criterios con evaluaciones, capacidades, diversidad de sectores. Lo que sí está claro es que será una conducción paritaria”, concluye Carmona.
El récord de Teillier
Hasta ahora el líder comunista que más tiempo ha ejercido el máximo cargo partidario es Luis Corvalán, quien asumió en 1958 (entonces la cabeza del PC era el secretario general) y dejó la jefatura en 1989. En total sumó 31 años.
No obstante, el extenso mandato de Corvalán también obedece a circunstancias especiales, pues se mantuvo como un líder nominal en el exilio durante la dictadura.
En todo caso, Teillier ya es el segundo jefe del PC que más tiempo ha ejercido y sólo por las limitaciones de la actual Ley de Partidos, que sólo permite dos reelecciones a un mismo cargo interno, no podrá superar la marca de Corvalán. Además, cuando cumpla 79 años en octubre, el exdiputado se convertirá en el jerarca comunista más longevo a cargo de la colectividad.
Por ahora, Teillier tiene la misma edad que tenía Volodia Teitelboim, 78 años, cuando dejó la jefatura partidaria. No obstante, Teitelboim sólo estuvo cinco años, entre 1989 y 1994, como líder máximo del PC.
A él lo sucedió Gladys Marín, quien ejerció la jefatura durante 11 años, hasta su fallecimiento, el 6 de marzo 2005, fecha en la que asumió Teillier.
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