María José Hoffmann (UDI), candidata por Valparaíso: “La mala gestión del FA en la región nos da una oportunidad para recuperar la Gobernación”

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La carta de Chile Vamos apuesta a desbancar a la actual autoridad regional, Rodrigo Mundaca. Sobre su competencia más directa, Francesco Venezian (Partido Republicano), la gremialista afirma que "obviamente nos quita fuerza en una primera vuelta, pero no tengo ninguna duda que en segunda vuelta vamos a contar con el apoyo irrestricto del Partido Republicano". La exparlamentaria asegura que de perder, no tiene un plan B de volver al Parlamento.


Que la exdiputada María José Hoffmann (UDI) llegara a la papeleta como la candidata de consenso de Chile Vamos para la Gobernación Regional de Valparaíso no fue una discusión fácil entre los partidos del bloque. Dejó en el camino al exdiputado de Renovación Nacional Luis Pardo y optó por abandonar su cargo como secretaria general de la colectividad para enfocarse de lleno al despliegue de campaña.

A horas de los comicios, y entre las últimas actividades de campaña, Hoffmann reconoce tener “altas expectativas no solo de pasar a segunda vuelta, sino que de obtener un triunfo bastante emblemático como la primera gobernadora de la seguridad”.

Valparaíso es una de las regiones que por la cantidad de candidatos que compiten lo más probable será que ocurra una segunda vuelta de gobernadores regionales. ¿Cuál es su expectativa?

Esta es una región que fue muy duramente golpeada por el octubrismo, una región que se encuentra estancada, deteriorada, que está batiendo todos los índices de delincuencia, desempleo y falta de inversión. Desde un primer minuto he logrado conectar con esa indignación frente al gobierno nacional, regional y todos los gobiernos comunales que están liderados por el Frente Amplio. Y, frente a ese mal diagnóstico, hay una oportunidad en poder visibilizar una gestión distinta. No tengo ninguna duda que en segunda vuelta vamos a hacer el mejor esfuerzo de hacer una alianza lo más parecida a lo que fue el ‘Rechazo’ que nos permitió poder decirle que no al mamarracho, al texto de la izquierda extrema. Tengo altas expectativas no solo de pasar a segunda vuelta, sino que de obtener un triunfo bastante emblemático.

En términos electorales, la primera elección de gobernadores fue atípica y su sector obtuvo solo una autoridad en las 16 regiones. Y en el caso de Valparaíso, la zona es un “bastión” del oficialismo. ¿Qué diferencia ha marcado en los ejes de su campaña para disputar la región?

La mala gestión del Frente Amplio, que tiene concentrado el poder de la región, nos da una oportunidad para poder recuperar distintas alcaldías y la Gobernación. La gente lo que quiere es recuperar su libertad y sin seguridad, no existe esa libertad. Hemos enfocado toda la campaña con un objetivo muy claro: tener un plan estratégico en materia de seguridad. En este tipo de elecciones de cargos ejecutivos se necesita mostrar gestión en los problemas reales de las personas. Y con mi trayectoria como parlamentaria, tres veces primera mayoría de la Quinta Costa, veo una oportunidad tremenda, un escenario completamente distinto (al de 2021) dada la mala gestión.

La marca “republicanos” tuvo un buen desempeño electoral en la elección de consejeros constitucionales. ¿Cómo se enfrenta a ello, representando a un votante similar?

Tengo la impresión de que en los cargos ejecutivos las marcas pesan menos. Obviamente nos quita fuerza en una primera vuelta, pero no tengo ninguna duda que en segunda vuelta vamos a contar con el apoyo irrestricto del Partido Republicano, y viceversa, si es que así ocurriera. Me tocó recorrer con Chile en segunda vuelta (presidencial) con José Antonio Kast y no tengo ninguna duda de que así va a ser. Ahora, y en esto no hay una superioridad de moral, pero la trayectoria de Chile Vamos en la región es profunda, es sólida y hemos demostrado que somos una coalición que ha llegado al poder dos veces con el expresidente Piñera, que ofrece gobernabilidad y eso me hace sentir que puedo ser la candidata más competitiva en segunda vuelta y en eso creo que el Partido Republicano tiene una desventaja.

La candidata de Chile Vamos a la alcaldía de Quilpué, María Carolina Corti (RN) la ha respaldado a usted y a su competencia del Partido Republicano, Francesco Venezian. ¿No le incomoda?

Para nada. Me parece absolutamente legítimo que todos los candidatos a alcaldes que tienen que tener un respaldo ciudadano mucho más grande que la de sus propias bases electorales puedan hacer estas alianzas.

Antes de iniciar su despliegue de campaña, fue parte de la negociación electoral como secretaria general UDI. ¿Cómo ve aspectado al partido de cara a las elecciones?

Lo veo con mucho optimismo. Fui parte de las negociaciones hasta el mes de junio y los esfuerzos que hicimos por la unidad fueron inmensos. Si bien el aterrizaje no fue tan fácil, he contado y he sentido la lealtad de Renovación Nacional, de Evópoli y de los independientes de una manera incondicional y auguro un buen resultado para nuestro sector. Lamento que no hayamos podido hacer un esfuerzo mayor. Me habría encantado una lista (única) de concejales, pero era muy difícil por el número de concejales que tiene RN, también la UDI e implicaba dejar fuera a Evópoli.

De ganar la Gobernación, ¿cuál será la primera medida a adoptar?

A la región le falta liderazgo, carácter, para enfrentar el problema más importante que tiene, que está relacionado con la inseguridad. Somos la segunda región en Chile con más delitos. En este sentido, nuestra propuesta es concentrar el 50% del presupuesto regional durante los dos primeros años -al menos- concentrados en tecnología y en cómo ayudamos en las municipalidades a equiparse de medios para combatir el delito.

A propósito del caso Monsalve, su sector también ha atravesado controversias como el caso Audio -y las menciones al exministro Andrés Chadwick- y la respuesta de Marcela Cubillos sobre su sueldo en la Universidad San Sebastián. ¿Qué tanto será el impacto electoral?

Yo no estoy por el empate en este tipo de casos, acá tienen que investigarse a todos. No sé si va a tener efecto lo que ocurre con Chadwick, lo que ocurre con el caso Convenio o lo que ocurre con el caso Hermosilla, que es bastante transversal (...). El caso Monsalve en su dimensión política es un terremoto que recién está empezando, la figura de la jefa política del gobierno también se va a ver muy afectada. Esta crisis de confianza, independiente de que sea un caso que está encapsulado en el gobierno y en la izquierda, nos hace daño a todos en términos institucionales.

De perder, ¿intentará volver al Parlamento?

No estoy pensando en eso. Estoy absolutamente concentrada en la lealtad que le debo a Chile Vamos por el apoyo en esta campaña. No estoy pensando en ningún plan B.

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