Montes o Crispi: el tironeo del Socialismo Democrático con el Frente Amplio por los cuestionamientos al jefe del Segundo Piso

“Carlos Montes es una persona honesta, un servidor público de toda la vida”. Este domingo el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, fue una de las voces del gobierno que salió en defensa del titular de Vivienda, Carlos Montes, sobre quien hoy pesan duros cuestionamientos de la oposición por una eventual responsabilidad política en el lío de platas originado en el caso de Democracia Viva.

La declaración de Elizalde en Estado Nacional es la tónica que se ha planteado en Socialismo Democrático y el resto del oficialismo, en donde han cerrado filas con Montes desde que estalló la crisis por el lío de platas, el 16 de junio tras una publicación de Timeline.

Pero esto es en lo público, ya que en privado el tono comenzó a cambiar luego de que se conociera este viernes que Ricardo Trincado (PS), un asesor clave de la cartera que encabeza Montes -jefe de Asentamientos Precarios- engrosara la lista de funcionarios del Minvu que tomaron razón de los polémicos tres convenios de $426 millones que firmaron Carlos Contreras (exjefe de gabinete de Catalina Pérez) y el representante legal de Democracia Viva, Daniel Andrade (expareja de la misma parlamentaria).

Dicho listado ha llevado a la idea de que son varios quienes supieron de dichos convenios, menos el ministro Montes. Sea esto así o no, en privado el tema comenzó a levantar sentimientos de desazón, pues al titular de Vivienda se le atribuye que el caso ocurriera frente a él, es decir, una responsabilidad política.

Pese a esto, en el oficialismo entienden que Montes no quiere salir del cargo, por lo cual han salido a blindarlo de eventuales responsabilidades, una defensa a la que también se ha plegado Palacio. Por lo mismo, también personeros del Frente Amplio tampoco han querido criticar al titular de Vivienda. Sin embargo, en ese conglomerado se enfrentan a otro dilema: uno de los suyos -el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi- también está en la mira de la derecha, pero ha sido objeto de cuestionamientos del propio oficialismo, principalmente entre parlamentarios socialistas.

Por esta razón, es que en la coalición base del Presidente Gabriel Boric existe cierta incomodidad, ya que creen que el Socialismo Democrático ha sido muy duro con Crispi, mientras que ellos, agregan, han evitado el “fuego amigo” con Montes. Esa inquietud, según fuentes del FA, se lo han representado a sus socios de la otra coalición de gobierno, ya que insisten en que las críticas deben realizarse en privado.

“Hay acusaciones infundadas”, recalcan en el FA. En esa coalición, en todo caso, transmiten que el malestar es por algunos parlamentarios en particular, reforzando que hay buenas relaciones en las dirigencias.

Así, este escenario en que Montes y Crispi enfrentan cuestionamientos también ha tensionado internamente a los bloques que sustentan al gobierno. En el oficialismo, de hecho, recalcan que la actitud del FA con Montes ha sido evidentemente distinta que la que ha tenido SD con Crispi.

En esta última coalición son dos las vertientes que proponen su salida. La primera, que han personalizado figuras como el senador Fidel Espinoza, le atribuyen responsabilidades políticas en el lío de platas.

La segunda, que ha ido tomando vuelo en el resto de fuerzas, es la que propone la idea de que el gobierno debe cuidar a la figura de Boric, por lo que si continúa el desgaste de Crispi -quien es su principal asesor-, afectaría directamente al Presidente.

La tesis de contener dicho desgaste ha sido comentada públicamente por personeros como el senador Gastón Saavedra, pero también ha sido compartida en privado al Ejecutivo por representantes de la dirigencia socialista.

Consultado por los cuestionamientos a Crispi, el presidente de RD, Diego Vela, hizo un llamado a sus socios. “El adversario no está dentro del gobierno, son los problemas que viven los chilenos cotidianamente en materias de seguridad, pensiones y salud”, dijo.

Y agregó: “Es fundamental que como alianza de gobierno nos enfoquemos en trabajar en conjunto por esos problemas y que las críticas sean para avanzar en esas dimensiones y no en buscar capitalizar para un sector político o persona en particular”.

Lo cierto, dicen entre los partidos de gobierno, que ninguna de las coaliciones quiere una nueva baja en el Ejecutivo. El Frente Amplio, en el marco del lío de platas, perdió influencia en el corazón de La Moneda: ya salió el fundador de RD, Giorgio Jackson, en el último cambio de gabinete.

En el PS, por otro lado, tampoco quieren pagar los costos de una crisis que, recalcan, se originó en la coalición base de Boric.

En línea de las críticas internas a Montes, la comisión investigadora por el lío de platas de la Cámara acusó al ministro socialista de una “reprochable inobservancia”.

Sin embargo, en los últimos días la derecha ha centrado parte de sus esfuerzos en gestiones para levantar una segunda comisión investigadora que incluya a las gobernaciones, lo que fue manifestado por parlamentarios de la UDI.

Es desde el partido que lidera el senador Javier Macaya en donde más se han estado moviendo en vista de alcanzar dicho objetivo. Allí, el diputado Juan Antonio Coloma estuvo conversando con los jefes de bancada de la oposición, incluyendo al parlamentario del Partido de la Gente, Rubén Oyarzo.

“Poco a poco queda de manifiesto que el mecanismo para defraudar al fisco era conocido por el Segundo Piso de La Moneda antes de que el caso estallara. Si se comprueba el caso, el Presidente tiene la obligación de pedirle la renuncia a Miguel Crispi y dar señales claras de una vez por todas. Esto, sumado al allanamiento realizado hoy en el Minvu, abren la puerta para una nueva comisión investigadora por el caso convenios”, insistió Coloma.