“No me gusta la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua”: la intervención de Boric en la Cumbre de las Américas
Durante su presentación en el encuentro internacional, el Presidente recalcó su malestar frente a la decisión de Estados Unidos de no invitar a algunos países de la región. El proceso constituyente y el llamado a un "nuevo pacto continental" también formaron parte de su discurso.
“Acá deberíamos estar todos y no estamos todos. No me gusta la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
Esa fue parte de la intervención del Presidente Gabriel Boric en la segunda sesión plenaria de Líderes de la IX Cumbre de las Américas, en Los Ángeles, Estados Unidos.
Este viernes, fue el turno del Mandatario para presentar su discurso frente a los invitados al encuentro internacional, organizado -en esta ocasión- por el gobierno de Joe Biden.
Durante su presentación, el Jefe de Estado remarcó -nuevamente- su malestar frente a la decisión del país estadounidense de no invitar a Nicaragua y Venezuela, por considerar que sus regímenes no respetan la democracia y los derechos humanos. Una postura que provocó que Cuba y México optaran por no participar.
“Estamos acá para dialogar, para oír, y por eso tenemos la más profunda convicción, como han mencionado varios de las y los presidentes que me han antecedido, que para que eso funcione no pueden haber exclusiones”, precisó.
El Presidente, en ese sentido, remarcó la necesidad de la participación de todos los países de la región, ya que, a su juicio, “sería distinto sostener en un foro como este con todos los países presentes, incluso aquellos que decidieron restarse por esta exclusión”.
“La urgente necesidad de la liberación de los reos políticos de Nicaragua, o también la importancia moral y práctica de terminar de una vez por todas con el injusto e inaceptable bloqueo de Estados Unidos al pueblo de Cuba, esas cosas es importante que cuando estemos en desacuerdo, como ustedes bien lo han dicho, nos lo podamos decir a la cara”, complementó.
Además, enfatizó en que “la exclusión solo fomenta el aislamiento y no da resultado”, y puntualizó que para Chile “el respeto irrestricto a los derechos humanos es un mínimo civilizatorio que promoveremos siempre, independiente del color político del gobierno que los vulnere”. “Tenemos que partir por casa”, sentenció.
Proceso constituyente
El Jefe de Estado también abordó el proceso constituyente que se desarrolla actualmente en el país, el cual denominó “un profundo proceso de cambios, de transformaciones, que no ha estado exento de dificultades”.
“Un proceso de cambio que se ha originado en la protesta social, en el seno de nuestro pueblo, y que en medio de la crisis quizás más importante que hemos tenido durante las últimas décadas, optamos por resolverla con más democracia y no con menos”, complementó.
En ese escenario, destacó que el proceso ha sido “democrático paritario, con participación de los pueblos originarios” y que culminará con el plebiscito de salida del 4 de septiembre, para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución elaborada por la Convención Constitucional.
La convocatoria a un “nuevo trato continental” para enfrentar alza en el costo de la vida
En la instancia, el Presidente también convocó a un “grupo de trabajo que establezca soluciones y acciones concretas que ayuden a los pueblos de América a enfrentar el alza del costo de la vida”.
En esa línea, expresó que “Chile tiene litio, tiene cobre, tiene sol, tenemos largas costas, también viento, energías renovables” y agregó que “tengo la convicción de que el mundo necesita a Chile y Chile necesita al mundo”.
A su juicio, “falta avanzar aún más en integración” entre los países del continente. “Si en Europa cerca del 80% de su comercio es entre sus propios miembros, en América solo el 15%, estamos muy atrás, tenemos que integrarnos más. Por eso iniciativas como el canal bioceánico entre Paraguay-Brasil-Argentina-Chile son iniciativas que vale la pena proyectar en el resto del continente”, precisó.
Así, hizo un llamado a “dejar atrás la fragmentación y la polarización de nuestro continente”, para “pasar a la acción”.
“Por eso los invito a que trabajemos juntos en nuestras bilaterales, en las reuniones, mirándonos a los ojos para crear un nuevo trato continental en condición de iguales, libres y soberanos, para trabajar por un desarrollo que sea sostenible, equitativo y que cambie la vida para mejor de las millones de personas que aquí representamos”, expresó.
Además, interpeló a sus pares del continente de América para avanzar en una cooperación que signifique una mayor protección del medioambiente, fin a los paraísos fiscales y la distribución de la riqueza entre naciones.
El llamado a unirse a la Convención de Belém do Pará
“Nos entendemos también como un gobierno feminista que defiende los derechos humanos de mujeres, niñas y disidencias en todo lugar”, también precisó el Presidente durante su intervención, enfatizando en que “en este ámbito desgraciadamente creemos que nuestros acuerdos son aún insuficientes”.
Bajo esa lógica, señaló que como región “debemos avanzar más rápido”, ya que “no es tolerable, estimados colegas, que en nuestro continente hayan lugares en donde se siga negando su diversidad y su historia”.
Es por eso que hizo un llamado a algunos países a que se unan a la Convención de Belém do Pará, con el fin de “prevenir, erradicar y sancionar toda violencia contra las mujeres”.
“Para que la mitad de nuestro continente, las mujeres de nuestras patrias, puedan vivir en un ambiente libre de violencia. Tomemos acciones concretas estimados y estimadas, nos urge”, aseveró.
Además, apuntó a la necesidad de avanzar en la “plena inclusión política de las mujeres”, enfatizando en aspectos como “la paridad, la autonomía respecto de sus cuerpos, y como he señalado anteriormente, una vida libre de violencia”.
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