Parlamentarios pondrán foco en universo de beneficiados por subsidio de alimentos y en apoyo a pymes
La próxima semana el proyecto que sube el salario mínimo y entrega una ayuda para alimentos ingresará al Congreso. Los legisladores anticipan sus puntos de preocupación.
El gobierno llegó a un acuerdo con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para subir el salario mínimo de $350 mil a $400 mil en agosto, con un primero salto a $380 mil en mayo. Además, se acordó entregar un subsidio compensatorio del aumento del valor de la Canasta Básica de Alimentos, el que se calculará mensualmente con base en la variación del valor nominal de dicha canasta en los 12 meses previos. Este beneficio se otorgará por cada titular de Asignación Familiar o Subsidio Único Familiar (SUF) y se pagará conjuntamente a través de estos instrumentos entre mayo y diciembre de 2022. El primer pago incluirá, excepcionalmente, un mes adicional por trabajador con carga.
De acuerdo a Hacienda, en el primer mes este bono equivaldrá a $6.410 por carga. Es decir, si en un hogar hay 4 personas que reciben bonificación por el SUF reajustado, se sumarán $25.640 al subsidio.
En general, el alza del salario mínimo fue bien recibido por los parlamentarios de las comisiones de Hacienda y Trabajo del Congreso -que verán las iniciativas-, quienes valoraron el aumento, aunque centraron su foco de preocupación en el mecanismo que se implementará para subsidiar a las micro y pequeñas empresas en dicho pago.
El presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara, diputado PS Jaime Naranjo, sostuvo que las medidas del gobierno van en la dirección correcta y “serán una gran ayuda para los sectores más vulnerables, en especial con la ayuda para la canasta familiar”. Y anticipó que “le daremos la mayor celeridad en la discusión en el Congreso para que sea ley a la brevedad”.
Mientras que el diputado independiente Carlos Bianchi añadió que siempre es bueno que se logren acuerdos, pero espera “conocer más en detalle el contenido del proyecto para conocer las bajadas de la propuesta”. No obstante, puso el acento en la ayuda que recibirán las micro y pequeñas empresas.
Por su parte, la diputada Gael Yeomans (Convergencia Social) subrayó que es un avance importante, ya que es el mayor reajuste en 25 años, “y además es un aumento sustantivo, sobre todo pensando en el objetivo final de llegar a los $500 mil y con ello superar la línea de la pobreza”. La legisladora también espera conocer el detalle del mecanismo que se aplicará para el subsidio a las pymes.
Desde la oposición, el diputado del Partido Republicano, Agustín Romero, mencionó que la ayuda para el precio de los alimentos es “insuficiente”. Y argumentó que “en la campaña propusimos una rebaja del IVA, y también hemos pedido que se rebaje el Impuesto Específico de los combustibles y un IFE focalizado, ya que el IVA rebaja precios y junto con la rebaja o eliminación del impuesto específico podemos contener mejor los precios”.
En tanto, el diputado Guillermo Ramírez (UDI) puntualizó que si bien “compartimos el principio de que se debe ir subiendo el salario mínimo progresivamente, nos preocupa la situación de las pymes, porque no es el gobierno quien paga el salario mínimo, sino que las pymes, y por ello estaremos muy atentos en las medidas de apoyo que se les entregará”.
Desde la comisión de Trabajo de la Cámara, el presidente de esa instancia, Alberto Undurraga (DC), dijo que “el aumento de salario mínimo es justo, por eso valoro la propuesta que beneficiará a más de 800 mil personas”.
No obstante, afirmó que hay dos cosas por revisar en el Congreso: la primera, cómo funcionará el subsidio para las pymes, y lo segundo, revisar que el mecanismo de ayudas para la canasta básica no deje fuera a nadie que lo necesite”.
Desde el Senado, Gastón Saavedra (PS) quiere poner en el debate acelerar la llegada a los $400 mil y revisar la focalización del subsidio por la canasta de alimentos.
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