Piñera acelera envío de propuesta para aumentar sanciones a sanitarias

Se enteró el jueves 11 de julio, a primera hora, sobre el corte de agua en Osorno a raíz de un derrame de petróleo en uno de los estanques de Essal, la empresa a cargo del servicio. Y ese mismo día el Presidente Sebastián Piñera se comunicó con el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, para saber el estado de la situación.

Según fuentes de gobierno, el Mandatario también se contactó con el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, y con el subsecretario de esa cartera, Lucas Palacios. A este último le pidió trasladarse inmediatamente a la zona. Además, llamó por teléfono a los intendentes de las regiones aledañas para que colaboraran en todo lo que pudiesen y ha estado en contacto con los miembros del directorio de Aguas Andinas designados por el Estado, Loreto Silva y Luis Mayol. En paralelo, para contener la emergencia, Piñera decidió decretar alerta sanitaria, montar sistemas para entregar agua potable a las personas en la ciudad y pedir que se inicie el proceso de investigación por faltas de la empresa. Y, al tercer día del corte de agua, el Jefe de Estado se refirió por primera vez públicamente al tema, culpando a Essal. Esto, según señalan en el Ejecutivo, para evitar que La Moneda asumiera los costos de una situación que ha afectado a cerca de 50 mil clientes y que, tras ocho días, aún no se resuelve.

En este contexto, el Mandatario también tomó otra decisión: instruyó a OO.PP. y al titular de la Segpres, Gonzalo Blumel, a que aceleraran el envío de una propuesta al Congreso para modificar la Ley de Servicios Sanitarios, una iniciativa que el gobierno -según las mismas fuentes- viene trabajando hace algunos meses, previo a esta emergencia. Esto, con el objetivo de aumentar las sanciones a empresas cuando no cumplan con los servicios, ajustar multas y criterios de caducidad de las concesiones, entre otras materias.

En este escenario, según fuentes de Palacio, el Presidente maneja dos opciones: enviar una indicación sustitutiva a una moción de parlamentarios de oposición, que se encuentra en la Comisión de OO.PP. del Senado en su segundo trámite constitucional; o enviar un mensaje presidencial nuevo. De hecho, la semana pasada, Moreno asistió a esa comisión, donde dijo que se enviará un paquete de indicaciones el 28 de agosto. Sin embargo, aún no está decidido si optará por esa vía.

De acuerdo a las mismas fuentes, la idea de Piñera es hacer el anuncio la próxima semana, con el objetivo de dar una señal a la ciudadanía a raíz de lo que pasó con Essal, a quien el propio Presidente responsabilizó por los hechos. De esta manera, el Jefe de Estado quiere "castigos más severos" y que exista mayor proporcionalidad entre los daños que podría ocasionar una empresa con la multa que se le cursa. Esto, para asegurar que la empresa que tome la concesión asuma sus responsabilidades.

El miércoles, Piñera se trasladó a Osorno para monitorear la situación y asegurarse, en terreno, que regresara el agua potable a las casas de la ciudad, tal como lo había comprometido la empresa.

Ese día, el Mandatario llegó a la planta Caipulli de Essal, donde saludó a varios, entre ellos, al presidente del directorio de la firma, Guillermo Pickering, un saludo que fue "frío y seco", según comentaron algunos. La escena, dicen fuentes de La Moneda, graficó la molestia que tiene el Mandatario con la empresa, ya que, a su juicio, ha actuado de manera equivocada desde el día uno.

En Palacio revelan que ese día el Mandatario conversó con el gerente de la empresa, a quien le hizo varias consultas sobre cómo se produjeron los hechos. Y el diálogo habría dejado aún más molesto a Piñera, ya que -según las mismas fuentes- recibió respuestas contradictorias y confusas.

En La Moneda sostienen que el enojo del Jefe de Estado se debe principalmente a cuatro razones: fallas previas al incidente, debido a la cercanía del lugar donde estaba el petróleo con los estanques de agua; la baja cantidad de personal de la empresa en el momento en que se produjo el hecho; la primera propuesta que hizo la empresa al Ejecutivo de limpiar los filtros del agua, en vez de cambiarlos -"optaron por lo más económico", dicen en el Ejecutivo-; y, finalmente, lo que desencadenó la "indignación" del Mandatario fue el hecho de que Essal entregara información que calificaron de "falsa", debido a que no se cumplió con la promesa de reponer el suministro de agua. Esto, justo el mismo día en que Piñera fue a Osorno a anunciar que volvería el suministro.

En La Moneda, de hecho, reconocen que eso "dejó expuesto" al Mandatario, pero agregan que está dispuesto a "asumir los riesgos". Incluso, en Palacio no descartan que se traslade nuevamente a la zona.

Eventuales responsabilidades de los ejecutivos de Essal. Eso está investigando el Ministerio Público luego de la contaminación del agua por el vertimiento de hidrocarburos en una de las plantas de producción de esa empresa. Y quien deberá enfrentar esa indagatoria es el abogado que asumió la defensa de la compañía.

Según pudo confirmar La Tercera PM, hace ocho días Essal contrató la defensa de Juan Ignacio Piña, exsubsecretario de Justicia del primer gobierno de Piñera, expresidente del CDE y actual coagente de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el caso Silala.