El protagónico estilo del contralor que mantiene en vilo al gobierno

En La Moneda lo consideran "impredecible" y en Contraloría impuso un estilo más horizontal. Jorge Bermúdez redactó y visó la gráfica que informó el dictamen por el protocolo de aborto.


Durante la cuenta pública anual de Contraloría, realizada el pasado miércoles 9 de mayo, el Presidente Sebastián Piñera hizo a un lado al contralor Jorge Bermúdez para hacerle una consulta. Para sorpresa de los funcionarios del organismo, el Mandatario no le preguntó por el inminente dictamen sobre el protocolo de interrupción de embarazo, sino que lo interrogó sobre los alcances administrativos del viaje a Harvard que había hecho el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, utilizando fondos públicos.

Aunque no se sabe la respuesta que le dio el contralor, ese día Bermúdez públicamente señaló que debe analizar qué tipo de invitación recibió el ministro y agregó que "cuando el ministro de Hacienda va a un foro económico lo hace en esa calidad, cuando va a una universidad prestigiosa, tal vez la más prestigiosa del mundo, eso uno tiene que ponderarlo".

Esa misma tarde, la Contraloría dio a conocer la resolución que señalaba que la objeción de conciencia institucional en los casos de aborto no se ajustaba a derecho.

El perfil y las decisiones del contralor se han vuelto indescifrables para La Moneda, donde lo califican como "impredecible", ya que durante la mañana comparte amenamente con el Mandatario y da señales de respaldo al titular de Hacienda, pero horas después los sorprende con una resolución adversa.

No obstante, fuentes de Contraloría señalan que se avisó previamente al gobierno que saldría el dictamen. De hecho, el propio contralor telefoneó durante la tarde a los ministros de Interior, Andrés Chadwick, y de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel, para informarles. En Segpres dicen que Blumel le preguntó si la decisión era definitiva, el contralor respondió que sí.

Un nuevo estilo

Para mayor molestia del oficialismo, el organismo dio a conocer la noticia a través de una didáctica gráfica con ilustraciones difundida en redes sociales. "Es casi un meme", señaló el diputado UDI Javier Macaya.

Fue el propio Bermúdez quien redactó y visó la gráfica en que aparece un médico abrazando a una paciente. Esto, en el marco de su política de acercar la Contraloría al ciudadano común con un lenguaje accesible y utilizando Twitter y Facebook.

El 1 de marzo contrató al nuevo community manager, César Leiva, el mismo que impulsó la imagen del Ministerio de Energía durante el gobierno pasado, creando a los personajes Gastón y Nova. Para Contraloría, ocupa al personaje "Contralorito", un loro que explica en términos sencillos los dictámenes. La mascota fue creada por un funcionario y muchos han reparado en su parecido al loro de Santiago Wanderers, el equipo de fútbol favorito del contralor.

Desde que asumió el cargo en diciembre de 2015, en el edificio de Teatinos 56 llama la atención el estilo más horizontal que ha impuesto Bermúdez, el mismo que lo caracterizaba cuando era profesor de la Universidad Católica de Valparaíso.

Dentro de la estricta formalidad de los abogados de Derecho Administrativo, en su momento fue comentario que Bermúdez llegara en verano vistiendo camisas de manga corta. Pero hoy ya es normal ver a altos directivos sin corbata, incluido el jefe jurídico y el jefe de relaciones internacionales.

Lo califican como un hombre "poco sociable", aunque se le ha visto almorzando en restaurantes del centro, como el Blue Jar y el Cruz Coke 350. Dejó su deporte, el ciclismo de alto rendimiento -incluso viajaba a Europa a realizar circuitos-, pero mantiene el training con un ciclo-simulador (una bicicleta estática profesional). A eso se suma que a diario sube a pie los nueve pisos del edificio de Contraloría con uno de los dos efectivos PPI (Protección de Personas Importantes) que lo acompañan desde 2016, cuando recibió amenazas por sus dictámenes de las irregularidades en Gendarmería.

Aún vive con su familia en el cerro Esperanza de Valparaíso y viaja cada lunes a Santiago, donde compró una casa en el barrio Yungay.

¿Redes políticas?

"La Presidenta me preguntó por Bermúdez y yo le dije que lo conocía desde el ámbito académico y que tenía buenas referencias de él. No tenía redes ni en la oposición ni en el oficialismo, lo que para mí era un plus".

Con esas palabras, el exministro del Interior Jorge Burgos explica cómo se eligió el nombre de quien luego sería aprobado por la unanimidad del Senado. Era la opción que surgió después de que la Cámara Alta rechazara al abogado Enrique Rajevic, debido a su cercanía con la DC.

Bermúdez mantenía un antiguo vínculo con Ana Lya Uriarte, jefa de gabinete de la expresidenta Michelle Bachelet. De hecho, el relanzamiento de su libro Fundamentos de Derecho Ambiental fue presentado por Uriarte el 2014. Asimismo, trabajó en cargos de asesoría técnica en los gobierno de Eduardo Frei, Ricardo Lagos y la primera administración de Bachelet. Y durante el primer gobierno de Piñera fue asesor del gabinete del entonces ministro de Defensa Andrés Allamand. También colaboró en las defensas de los exministros Harald Beyer y Yasna Provoste, en sus respectivas acusaciones constitucionales.

Sin embargo, él ha insistido en no tener redes políticas y remarcado su independencia. "Yo no tengo padrinos políticos", suele repetir.

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