Rabindranath Quinteros, jefe del comité de senadores del Partido Socialista: "Por cuatro años nos pegaron por lo de la retroexcavadora y el PS se mordió la lengua"

En medio del quiebre que se provocó entre los senadores de la oposición por la designación de Ángela Vivanco como nueva ministra de la Corte Suprema, el jefe de los senadores del Partido Socialista, Rabindranath Quinteros, defiende el actuar de su partido y les manda un mensaje a sus "socios" de la centroizquierda. También realiza un análisis de la relación con el gobierno y, si bien plantea la necesidad de dialogar, responsabiliza al Ejecutivo de ser los que empezaron ataques e incumplieron la palabra.

¿Cuál es su evaluación de lo ocurrido con la designación de Ángela Vivanco a la Corte Suprema?

Puedo entender la molestia que se provocó en la DC y en el PPD, la no concurrencia de nuestros votos para la señora Vivanco, pero también hay que recordar que en el pasado el PS fue bastante comprensivo en algunas situaciones, y no hicimos ningún tipo de escándalo. Para nosotros, buena parte de los que votaron por Vivanco lo hicieron porque había un acuerdo, pero sin la convicción. El error nuestro fue no haberlo comunicado antes.

¿Hubo un acuerdo incumplido?

Yo estaba con licencia médica cuando hubo estas conversaciones, no sé si hubo un acuerdo explícito. Lo que sí puedo decir es que la mayoría de nosotros, hasta donde yo había escuchado, manifestó su opinión contraria al nombramiento.

¿Cuándo el PS fue comprensivo y no realizó "escándalo" frente a sus socios del bloque?

En el gobierno de la Presidenta Bachelet nos sentíamos muy incómodos cuando no se cumplían ciertos compromisos, pero era nuestro gobierno y nos mordíamos la lengua. Por ejemplo, con algunas frases que quedaron para el bronce: "la retroexcavadora". Por cuatro años nos pegaron por lo de la retroexcavadora y el PS se mordió la lengua. Yo destaco lo que fue la Concertación, porque se hizo una coalición exitosa, pero esa coalición nos hizo perder identidad a todos los partidos y después de una derrota electoral tan fuerte como la que tuvimos, evidentemente que los partidos tienen que buscar su propia identidad.

Pero, ¿fue un error no forzado?

Este es un error no forzado, pero provocado. El Presidente de la República fue muy hábil. Piñera desde el inicio ha tratado de dividir a la oposición y no podemos caer en ese juego. Yo aseguró que el Presidente Piñera sabía que este nombre iba a provocar conflicto en la oposición y pisamos el palito, desgraciadamente. Espero que se terminen los ataques después de la conversación que tuvimos con el ministro del Interior y con Blumel, donde dijimos que había que trabajar. Vamos a cumplir el rol de oposición, pero jamás le hemos negado la sal y el agua como se ha querido hacer aparecer. No somos los que hemos atacado de forma indiscriminada a un gobierno.

El actual gobierno ha atacado...

La ofensiva la inició este gobierno, como durante los cuatro años le estuvo dando al gobierno de Bachelet en forma implacable.

¿El PS está dispuesto a dialogar?

Estamos disponibles al diálogo cuando corresponda, pero no estamos disponibles a retrotraer lo que hemos avanzado.

¿El senador José Miguel Insulza señaló que el PS ha cometido errores, por ejemplo en no participar de las comisiones convocadas por el gobierno, o el mismo caso de Vivanco. ¿No hay autocrítica del PS?

José Miguel Insulza no estuvo en la primera conversación que tuvimos con el ministro del Interior cuando recién asumió y el compromiso fue allí que cualquier designación que necesitara el gobierno del partido se iba a pedir por las instancias regulares. Y eso no se cumplió. Nosotros hemos cumplido.

¿El gobierno ha apuntado los dardos contra el presidente del PS, Álvaro Elizalde, por el tipo de oposición que está realizando el partido?

No compartimos las críticas que hace el gobierno, pensamos que es al revés. Creo absolutamente en el diálogo, estoy dispuesto y disponible para dialogar en todo lo que sea. Entonces aquí no hay obstruccionismo de nada.

Con todo, ¿cómo se reestructura la centroizquierda?

Nuestros aliados tienen que comprender que el PS no está jugando un rol que busca dividendos propios. Cada uno de los partidos está trabajando para construir una oposición unida que fortalezca al bloque con propuestas sólidas. No estamos tratando aquí de ser los guaripolas de la honestidad, no es así.