Reforma electoral: Senado aprueba veto y Elizalde aboga por reformar a futuro sufragio de extranjeros

KUSCHEL - ELIZALDE - VODANOVIC - GALILEA
31 JULIO 2024 CARLOS KUSCHEL, ALVARO ELIZALDE, PAULINA VODANOVIC Y RODRIGO GALILEA, DURANTE SESION DE SALA. FOTO: DEDVI MISSENE

"Chile es una excepción en el mundo", dijo el ministro de la Segpres para aludir a la singularidad que tiene la actual Constitución que permite a los extranjeros elegir autoridades chilenas, sin estar nacionalizados y con solo cinco años de avecindamiento. "Ese debate hay que tenerlo con altura de miras más allá del cálculo inmediato", remarcó el secretario de Estado. Este tema no quedó resuelto en la actual reforma que ahora debe ser revisada por la Cámara.


Por 43 votos a favor, el Senado aprobó las observaciones (vetos) enviados por el Presidente Gabriel Boric para tratar de corregir la reforma que extiende a dos días las próximas elecciones municipales y regionales, y refuerza el carácter obligatorio del sufragio mediante una multa a quienes no concurran a las urnas.

De los 45 senadores presentes, en la sesión de este miércoles, solo hubo un rechazo (Fabiola Campillai, quien argumentó estar en contra del voto obligatorio y de la sanción monetaria) y una abstención (el PPD Pedro Araya, quien ha está en contra de obligar a los extranjeros a sufragar).

Pese a las disidencias, el amplio respaldo al menos era más que una señal positiva para La Moneda en términos de que la accidentada tramitación de la reforma electoral, que ha sido un dolor de cabeza para los ministros, ya estaría cerca de su fin.

No obstante, las principales dudas están en la Cámara de Diputados, que, a partir del próximo lunes, comenzará a revisar el veto.

Si bien es probable que la mayoría de los legisladores apoyen la propuesta del Presidente para salvar la reforma, el riesgo está en la demora que pudieran realizar los presidentes de las comisiones de Gobierno, Rubén Oyarzo, y de Hacienda, Carlos Bianchi, quien particularmente se declaró contrario al sufragio obligatorio.

Consultado tras la votación, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde (PS), dijo que esperaba que el veto fuese despachado a más tardar el lunes subsiguiente de la Cámara (12 de agosto), con el fin de que el proyecto pueda ser revisado en última instancia por el Tribunal Constitucional antes de ser promulgada.

En la discusión en la sala, en todo caso, el secretario de Estado emplazó al Senado a legislar a futuro sobre el sufragio de los extranjeros, que de acuerdo a la Constitución pueden elegir autoridades chilenas sin estar nacionalizados. Basta con que no tengan impedimentos judiciales y un avecindamiento de cinco años en Chile.

Este tema no quedó resuelto en la actual reforma, ya que la multas por no votar se aplicarán por igual a ciudadanos chilenos o inmigrantes.

“Como gobierno hemos planteado que tenemos que discutir en serio una regulación permanente, mirando en el largo plazo, respecto del derecho a voto de los extranjeros. Porque tenemos un sistema donde la inscripción es automática, ahora con sanción, para todos los niveles”, comentó Elizalde.

“Si vemos la legislación comparada, Chile es una excepción en el mundo, me sobran dedos de la mano para señalar que hay países con las mismas características. Y ese debate creemos que hay que tenerlo con altura de miras más allá del cálculo inmediato. Por eso, se decidió presentar este veto para que no hubiera ruido respecto a esta elección. Pero es un debate que hay que tener”, remarcó el titular de la Segpres, quien recordó que, en mayo pasado, los senadores de UDI presentaron una reforma constitucional para terminar con el voto para los extranjeros que no estén nacionalizados.

Esta reforma surgió a petición del propio Servicio Electoral (Servel) que, ante el estreno del voto obligatorio, propuso extender a dos días las elecciones municipales y regionales de octubre con el fin de evitar un colapso en los locales de votación ante el flujo masivo de electores.

Adicionalmente, también a sugerencia del Servel, al proyecto se le agregaron otras medidas electorales, algunas sencillas como consagrar el uso de lápiz de pasta azul y otras más complicadas como la multa a quienes no concurrieran a las urnas. Además, el Ministerio de Hacienda pidió incluir una disposición para recortar el financiamiento fiscal a las campañas.

Sin embargo, en vista de que en la fase ordinaria de tramitación se cayeron normas que eran parte del corazón del proyecto, como la aplicación de multas, fue necesario que el Presidente Boric enviara un veto para resucitar la reforma.

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