Reforma electoral: veto presidencial sortea primera valla en el Senado, pero persisten dudas en la Cámara
Las siete observaciones presentadas por el Ejecutivo para salvar la reforma que extiende a dos días las próximas elecciones fueron aprobadas con apoyo transversal en la Comisión de Gobierno del Senado. La Sala de la Cámara Alta pretende despachar este miércoles las enmiendas para que sean vistas por los diputados a partir del próximo lunes.
Solo 16 minutos bastaron para que la Comisión de Gobierno del Senado revisara y aprobara el paquete de observaciones (vetos) que envió el Presidente Gabriel Boric al Congreso, en un último esfuerzo para corregir y destrabar la accidentada tramitación de la reforma electoral.
Esta iniciativa surgió a petición del propio Servicio Electoral (Servel) que, ante el estreno del voto obligatorio, propuso extender a dos días las elecciones municipales y regionales de octubre con el fin de evitar un colapso en los locales de votación ante el flujo masivo de electores.
Adicionalmente, también a sugerencia del Servel, al proyecto de se le agregaron otras medidas electorales, algunas sencillas como consagrar el uso de lápiz de pasta azul y otras más complicadas como la multa a quienes no concurrieran a las urnas o el recorte del financiamiento fiscal a las campañas (disposición solicitada por el Ministerio de Hacienda).
Sin embargo, en vista de que en la fase ordinaria de tramitación se cayeron normas que eran parte del corazón del proyecto, como la aplicación de multas, fue necesario que el Presidente Boric enviara un veto para resucitar la reforma.
Este martes en la tarde, la Comisión de Gobierno del Senado se reunió para analizar los siete puntos del veto. En ninguno de ellos hubo mayor discusión, excepto en la cuarta observación (relacionada con la restitución del feriado para el comercio el día domingo de elecciones), la cual fue votada de forma separada a petición de la senadora Luz Ebensperger (UDI).
Pese a la resistencia de la legisladora gremialista, la propuesta de La Moneda para reponer ese feriado se aprobó con tres votos a favor (dos senadores opositores y uno oficialista) y uno en contra.
En tanto, los otros seis puntos fueron aprobados por unanimidad de los presentes (cuatro a favor). Entre ellos estaba un rediseño del corazón de la reforma (veto número 7) que redactaba en un mismo numeral el tema de las multas, la rebaja del financiamiento a campañas electorales y la extensión a dos días de las elecciones de alcaldes, concejales, consejeros regionales y gobernadores.
Al explicar las modificaciones, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, dijo que el gobierno decidió fusionar las principales medidas en un solo punto, debido a que todas ellas estaban relacionadas y no se justificaban al estar separadas. Por ejemplo, sin una multa que diera ejecución al sufragio obligatorio, ya no sería necesaria la elección en dos días ni tampoco la rebaja al reembolso que entrega el Fisco a candidatos y partidos por cada voto recibido.
El respaldo transversal al eje de la reforma, le auguraba al gobierno un resultado positivo en la sesión de sala del Senado de este miércoles, que está citada precisamente para despachar el veto presidencial.
Las dudas del Ejecutivo están en lo que será la tramitación en la Cámara de Diputados que recién comenzaría a analizar las observaciones a partir de la próxima semana.
Si bien el objetivo de La Moneda es tratar de sacar el veto y, por ende, culminar la discusión legislativa en pocos días, ya hay diputados que han advertido que no renunciarán a revisar la iniciativa en las respectivas comisiones de Gobierno y Hacienda.
“No queremos que nos pasen gato por liebre. Queremos revisar el veto como corresponde. Nosotros sacamos (en el anterior trámite) un proyecto responsable y en una semana salió una bolsa de gatos”, dijo el diputado Rubén Oyarzo (independiente), quien preside la Comisión de Gobierno.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Hacienda, el diputado Carlos Bianchi (independiente asociado a la bancada PPD), también obligatoriamente tiene que examinar el veto.
Sin embargo, a diferencia de Oyarzo, el diputado Bianchi tiene un reparo de fondo con la reforma electoral. “Yo estoy por respaldar el voto voluntario. No me parece el voto obligatorio en la medida que los partidos no sean capaces de hacer las autocríticas necesarias. Porque a la postre, lo que ocurre con la gente, es que puede ir a votar obligatoriamente, pero estamos frente a candidatas o candidatos que muchas veces no interpretan, no representan el sentir de la gente y lo propio pasa con los partidos políticos”, sostuvo.
“Aquí estamos viendo cómo los sectores políticos de derechas o de izquierdas no ven lo que ocurre con respecto a no hacerse una autocrítica de por qué estamos en esta condición. Estamos en esta situación porque el Senado no fue capaz de llevar adelante una ley larga, que efectivamente era lo que se esperaba”, añadió, en tanto, el presidente de la Comisión de Hacienda, cuya postura tiene cierto grado de apoyo en la bancada PPD y en otros grupos oficialistas partidarios del sufragio voluntario.
“Es una disputa de derechas e izquierdas que nada interpreta o representa el sentir de la gente. Es altamente probable que rechace el veto”, concluyó Bianchi.
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