Este jueves, a las 10 de la mañana, comenzó la reunión del denominado comité de instalación de los 22 consejeros del Partido Republicano. Los integrantes de la instancia -entre ellos los consejeros Sebastián Figueroa (O’Higgins), Antonio Barchiesi (Valparaíso), Luis Silva (Región Metropolitana), Ángeles López (Valparaíso), Ninoska Payauna (Tarapacá), María Gatica (Maule) y Patricia Spoerer (Biobío)- arribaron hasta la sede del partido fundado por José Antonio Kast en avenida Presidente Errázuriz, Las Condes.

En ese encuentro, la principal fuerza del Consejo Constitucional -también integrado por 16 consejeros de Unidad para Chile, 11 escaños de Chile Vamos, un independiente y un representante mapuche- comenzó a abordar lo que serán las definiciones de la tienda. Uno de los primeros pasos fue leer el reglamento del órgano constitucional, para interiorizarse respecto de cómo funcionará la instancia y qué es lo que se puede hacer y qué no.

Luego, en la cita revisaron el perfil uno a uno de los 22 consejeros republicanos para analizar en cuál de las cuatro comisiones podría participar cada uno: Sistema político, reforma constitucional y forma de Estado; Función jurisdiccional y órganos autónomos; Principios, derechos civiles y políticos, o Derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Hasta el momento no se tomaron definiciones respecto de quiénes integrarán formalmente cada instancia. Sin embargo, por el perfil de los consejeros ya hay algunas ideas respecto de dónde podrían participar. Así, por ejemplo, hay abogados como Barchiesi, Silva, Diego Vargas (Arica) y Beatriz Hevia (Los Lagos); ingenieros como Figueroa, Carmen Montoya (Antofagasta) y Spoerer; expertos en el área de defensa como Ricardo Ortega (Maule) y comunicadores como Paul Sfeir (Atacama), entre otros.

Durante la cita, además, se inició la discusión sobre la composición de la mesa directiva del Consejo Constitucional.

En el partido hay un debate respecto de si la instancia debería ser liderada por un republicano y así ejercer la mayoría que obtuvieron, o si acaso deberían cederla para entregar una señal de moderación y de que quieren construir una nueva Constitución que convoque a la mayoría de las personas.

Quienes promueven esta última tesis plantean que se podría entregar la presidencia a Chile Vamos, que representa una derecha más moderada, o incluso al PS en el oficialismo.

Según algunos consejeros, también se ajustó la estrategia comunicacional del partido y se definió comenzar a tener más trato con la prensa, dado que cada vez tendrán un rol más público. Esto, en contraste con la instrucción inicial que había dado el partido a los consejeros sobre mantener silencio durante el proceso de instalación, con el objetivo de reducir el margen de error. Eso sí, la idea es que esas intervenciones también sean avisadas a la colectividad.

Hasta ahora esa ha sido una preocupación del partido, porque la línea de la tienda es la que impulsó el propio Kast respecto de que la nueva Constitución debe ser elaborada de forma transversal. “Esperamos que la nueva propuesta deje conforme a la mayoría de los chilenos, no a la mayoría del Partido Republicano”, dijo en LT Domingo. Pero en una entrevista con el Diario Financiero, el consejero Silva sostuvo que “¿por qué cresta siendo mayoría tenemos que llegar a acuerdos con la minoría?”, lo que desató cuestionamientos.

Otras fuentes del partido, en todo caso, descartan que se hayan tratado estrategias comunicacionales, y afirman que solamente se vieron temas administrativos.

De hecho, algunos transmiten que será este viernes que se podrán abordar asuntos más políticos, como la relación con Chile Vamos y Unidad para Chile.

Es en esa línea que se espera que esta jornada se comiencen a delinear otros aspectos, como también lo sería la conformación de una de las vicepresidencias de la instancia.

También, según conocedores de la cita, se insistió en que el partido debe continuar con la estrategia de mostrarse como consejeros dispuestos a buscar diálogos y acuerdos con los distintos sectores políticos.

Esto último dado que se cree que la colectividad se juega su proyecto político -y las opciones presidenciales de Kast- en el éxito del proceso.