Socialismo Democrático resiste y se mantiene como fuerza principal de la alianza de gobierno en medio de tensión oficialista
El sector no tuvo buenos resultados a nivel general debido al triunfo que tuvo la derecha. Pese a eso, los análisis en los partidos del bloque es que consiguieron contener un avance de sus socios del FA y el PC, algo que es clave en la disputa por la hegemonía al interior del Ejecutivo. A pesar de que la alianza pasa por uno de sus peores momentos políticos, los dirigentes de las colectividades insisten en el llamado a la unidad y, por ahora, no pedirán cambios en la proyección del pacto.
Pasadas las 18.30 de la tarde, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, llegó a La Moneda acompañada del secretario general del partido, Camilo Escalona. La senadora socialista venía atrasada a la reunión del oficialismo que, en ese momento, había partido hace varios minutos en uno de los salones de Palacio. Antes de entrar, Vodanovic fue consultada por cuál era el ánimo para la jornada y si tenía optimismo. “Ahí veremos”, se resignó a responder la timonel socialista.
La respuesta de la senadora tenía como telón de fondo una incipiente preocupación en el PS que se había instalado desde el jueves de la semana pasada cuando explotó el caso del exsubsecretario Manuel Monsalve. En las filas socialistas reinaba el temor de tener un pésimo rendimiento electoral y que eso no solo ocurriera por un avance de la derecha sino que, lo que más los alertaba, era que el retroceso ocurriera debido a un avance del Frente Amplio (FA).
Ese estado de alarma no solo estaba instalado en el PS sino que en todo el Socialismo Democrático, la coalición que además suma al PPD, PR y PL. En el pacto, que aglutina a gran parte de los partidos herederos de la Concertación, en esta elección se jugaba resolver una compleja disputa por la hegemonía de la izquierda.
Todo en un contexto de constantes fricciones con sus socios de la alianza de gobierno del PC y el FA. Tanto así que el pacto pasa por su peor momento político, luego del terremoto que significó la caída del exsubsecretario Manuel Monsalve y la guerra civil que existe entre los socios de gobierno.
Por eso, quedarse con una posición mayoritaria era un objetivo clave: eso permite hacer valer el peso del pacto en los cargos del gobierno, incidir en los énfasis programáticos para el último año de gobierno y, lo más importante, quedar bien posicionado para lo que será la negociación parlamentaria de la elección del próximo año.
Pasadas las 20.00 horas, en el PS los ánimos se empezaron a calmar. No porque tuvieran buenos resultados, sino que porque el golpe fue mucho menor de lo que esperaban. “No nos fue ni mal ni bien. Pudo ser peor, mucho peor”, comentó en privado un dirigente socialista que estuvo siguiendo de cerca los resultados.
La mejor evaluación apuntó a que el Socialismo Democrático consiguió resistir bien ante sus socios. Tanto el FA como el PC redujeron su fuerza a nivel de alcaldes y, por lo tanto, tempranamente, se despejó la opción de que ambas fuerzas crecieran a costa de los partidos de la antigua Concertación. Junto con eso, en el pacto admiten que el gran ganador de la jornada fue RN y que la posible promesa de una avalancha de los republicanos se diluyó rápidamente.
“Vamos a esperar con calma, aún no hay resultados definitivos, también tenemos que esperar los concejales, que es la muestra de nuestras fuerzas. Así que en general hemos tomado de buen ánimo todo lo que hemos ido viendo, porque aquellos que pronosticaban un derrumbe del oficialismo, que decían que el Partido Republicano iba a arrasar, la verdad es que vemos que Chile vota en una manera bastante centrada”, aseguró la senadora Vodanovic, luego de asumir la vocería oficial de la alianza de gobierno en el Palacio de La Moneda.
¿Proyectar la alianza?
Si bien la jornada dejó a la oposición como la gran triunfadora, la lectura que por ahora hacen en el Socialismo Democrático es que pese a tener uno de sus peores resultados en dos décadas, resistieron bien los embates de la derecha en un contexto especialmente adverso: con un gobierno fuertemente cuestionado por la crisis de seguridad y en plena explosión de la denuncia por violación en contra de Monsalve. Otra fuente del PS agrega que lo más destacable es que se logró “resistir” el crecimiento de la oposición, algo que estaba dentro de los pronósticos al menos desde la última semana.
“Donde se compitió con absoluta unidad, el oficialismo tuvo buenos resultados o se están logrando tener importantes victorias”, dijo a La Tercera el presidente de los radicales, Leonardo Cubillos. Su colectividad sufrió especialmente la derrota de su militante Ernesto Velasco en La Serena. El PR, hasta ahora, valoró quedar como el segundo partido más votado en la alianza a nivel de concejales, luego del FA.
Para el líder del PR, más que el Socialismo Democrático “lo más importante es la Alianza de gobierno. Yo no puedo descartar que puedan existir coincidencias de algunos partidos y que pueden conllevar a una estrategia electoral futura, pero hoy día lo que tenemos que trabajar si es que queremos realmente avanzar y ponernos de acuerdo en una tarea titánica para obtener la presidencia en el próximo periodo”.
Mientras que para el secretario general del PPD, José Toro, “el Socialismo Democrático está como principal fuerza en gobernadores, tenemos que ver bien el resultado definitivo en alcaldes, pero sin duda la unidad de toda la coalición de gobierno, donde una base fundamental es el Socialismo Democrático, es una mirada que hay que tener presente”. En su colectividad resintieron especialmente haber perdido Huechuraba. La candidata del partido Carolina Rojas sucumbió ante la aventura electoral de Maximiliano Luksic.
Otra fuente en el PPD es de la idea de que independiente del resultado definitivo, el Socialismo Democrático se fortalece al interior de la alianza de gobierno, pero advierte que la unidad para los desafíos electorales debe ser considerando que se necesita que todos los intereses puedan ser considerados, lo que es más difícil si, por ejemplo, en las parlamentarias se generara una lista única como oficialismo con la DC.
Al respecto, el jefe de la bancada del PS, diputado Daniel Melo, sostuvo que “en estos momentos es importante continuar trabajando en unidad como oficialismo y poder considerar a todas las partes que busquen aportar, que vayan por un mismo camino para lograr un mismo fin”. Y agregó: “Ahora hay que enfocar los esfuerzos para armar un nuevo proyecto que permita continuar el trabajo realizado por el Presidente Gabriel Boric”.
Junto con eso, en el pacto se instaló otra lectura política: que el país volvió a sus preferencias políticas pre estallido social. Es decir, se consolidaron los liderazgos más moderados en vez de los discursos más radicales que surgieron luego del 18-O. Eso, en parte, está cruzado por el retorno del voto obligatorio. Si en 2021 fueron los jóvenes los que optaron por alcaldes que iban a cambiarlo todo, ahora el padrón tomó el camino contrario.
En el PL, los socios más chicos del Socialismo Democrático, las cuentas no son positivas. El partido perdió al alcalde que tenían en Arica, una zona clave para la colectividad y además no consiguió que su candidata Lorena Facuse se quedara con el triunfo en Cerrillo.
Pese a esos malos resultados, el timonel del PL Juan Carlos Urzúa, valoró que a nivel general el votante haya optado por visiones moderadas. “Ha quedado demostrado que el centro y todas las posiciones más reformistas, más de cambio tranquilos, son las que el pueblo de Chile espera, busca y elige. Por lo tanto, creemos que estamos nosotros justo en el lugar donde tenemos que estar”, concluyó el dirigente quien compitió por Vitacura, pero perdió ante la alcaldesa Camila Merino (Evópoli).
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