Tohá suma aliados en la derecha para dotar a Interior de superpoderes políticos y propone un “Presidente chico” en cada región

Tohá

Tras el rechazo de diputados opositores a la propuesta del gobierno, la ministra solicitó a la Comisión de Seguridad del Senado corregir el texto que despachó la Cámara para crear un nuevo Ministerio de Seguridad y darle nuevas atribuciones a Interior.


“Un Presidente chico en la región”. Es el diseño que propuso ayer la ministra Carolina Tohá (PPD) para resolver el debate sobre las facultades que debiera tener el “delegado regional” (antiguamente llamado intendente), quien como representante del Mandatario y del Ministerio del Interior sea capaz dirigir a todos los secretarios regionales ministeriales (seremi) de la zona.

Tohá expuso este miércoles ante la Comisión de Seguridad de la Cámara Alta, donde planteó la necesidad de corregir el proyecto que crea el nuevo Ministerio de Seguridad Pública, luego de que los diputados opositores tijeretearan las propuestas gubernamentales y gran parte del mismo texto que había aprobado el Senado en su primer trámite legislativo.

Son las últimas oportunidades que tenemos para hacer ajustes”, dijo la ministra.

En su exposición ante los senadores, Tohá volvió a reflotar su diseño para que el delegado regional sea el jefe directo del nuevo representante del Ministerio de Seguridad Pública, que el gobierno propuso que fuera igualmente un seremi. Este secretario regional ministerial de seguridad (una suerte de sheriff, según la usanza anglosajona y del lejano oeste norteamericano), además, estaría a cargo del orden público y de la relación con las policías. Por lo tanto, en virtud de esa dependencia jerárquica, el seremi debiera disponer de la fuerza pública ante cada requerimiento del delegado regional.

Sin embargo, esa fórmula no agradó especialmente a los diputados de RN, que pedían que el delegado y el Ministerio del Interior mantuvieran el orden público. Finalmente esa resistencia contó con el apoyo de otras fuerzas opositoras, lo que terminó derribando la estructura regional que iba a tener el Ministerio de Seguridad.

Poder para Interior

No fue el único punto que fue rechazado. Los diputados de derecha también consiguieron una mayoría para rechazar todas las atribuciones adicionales que el Ejecutivo quería otorgarle al Ministerio del Interior, a modo de compensar la pérdida de las responsabilidades de orden público y seguridad que serían traspasadas a una cartera especializada.

En el paso de esta iniciativa por la Cámara, el diputado Diego Schalper (RN) deslizó, por ejemplo, que su idea era rechazar todo lo que tuviera aroma a “primer ministro”.

La apuesta del gobierno, sin embargo, era dotar a Interior de “superpoderes políticos”, según definían parlamentarios, simplemente para darle respaldo legal a muchas funciones que solían darse de facto o por tradición.

De hecho, en el primer paquete de enmiendas que ingresó Tohá en la Cámara se propuso que titular del Interior ejerciera como “jefe o jefa de gabinete”, como coordinador de otras secretarías de Estado (incluso con la facultad de poder citar a consejos de gabinete), y también como supervisor estratégico del programa de gobierno, tarea que tradicionalmente había estado radicada en el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y en el llamado “Segundo Piso” de La Moneda, área de oficinas donde trabajan los asesores del Presidente de la República.

Actualmente, el concepto de “jefe de gabinete” no existe en la Ley del Ministerio del Interior ni en la Constitución y solo ciertas normas hablaban someramente del rol coordinador de esta cartera. La idea era que el cargo pasara a ser explícito.

Además, se proponía que las divisiones de Coordinación Interministerial y de Estudios, que hoy están en manos de la Segpres, fueran traspasadas íntegramente a Interior.

Casi todas estas referencias no tuvieron piso en la sala de la Cámara, en la sesión especial del 3 mayo, en el marco de una semana, en la que se suspendió el receso legislativo, para destrabar un paquete de proyectos, a modo de respuesta institucional del Congreso ante el homicidio de tres carabineros en Cañete.

El único punto que se aprobó fue el traspaso de las funciones de la Segpres a Interior, pero a nivel de subsecretaría y no como ministerios. “Un enredo”, dijo Tohá.

Nuevos aliados

Sorpresivamente, la exposición de la ministra tuvo respaldo en los integrantes de la Comisión de Seguridad, donde la derecha es mayoría. Incluso, en esta instancia, la única representante del oficialismo es la senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic.

El mismo presidente de esta comisión, el senador Iván Flores (DC), quien en los días previos había expresado sus reparos a que se introdujeran “propuestas que estén fuera de la idea matriz de la iniciativa”, expresó su apertura a “reordenar el puzle”. “Lo que tenemos que tratar es que los dos ministerios (Interior y Seguridad), queden bien armados. No hay que dejar al Ministerio del Interior convertido en casi nada”, dijo.

El senador Kenneth Pugh (independiente RN), agregó que “este es un proyecto de Estado, que trasciende al gobierno de turno y va a quedar para el futuro. Necesitamos un Ministerio del Interior empoderado, que sea un primus inter pares, que no solo firme los decretos, sino que tenga esa conducción política... Interior debe ser un ministro que dé las soluciones políticas”.

La senadora Carmen Gloria Aravena (indep. republicana) comentó que respaldaba también la necesidad de reforzar a Interior. “Sabíamos que es difícil tener una jefatura de gabinete y representar al Presidente cuando no está en Chile y hacerse cargo de la seguridad. Es necesario revisar esas funciones”.

El senador y presidente de RN, Rodrigo Galilea, dijo que “al crear un nuevo Ministerio de Seguridad, hay que repensar cuál es el rol del Ministerio del Interior. En algún momento se pensó que Interior iba a absorber la Secretaría General de Gobierno y eventualmente algunos de los roles de la Segpres. Ese es un tema que debiera analizarse”.

En todo caso, el senador de RN expresó que aún faltan algunas conversaciones con los diputados de su partido que lideraron la rebelión a la propuesta de Tohá, ya que muchos de ellos si bien no eran detractores de potenciar el rol de Interior, creían que esa era una discusión que debía quedar para el gran debate sobre reformas políticas.

Una de las trabas, sin embargo, era la desconfianza de la derecha respecto del rol de Tohá, quien es una de las cartas presidenciales del oficialismo.

Frente a estos resquemores, tanto Vodanovic (PS) como el presidente del PPD, el senador Jaime Quintana, dieron pleno apoyo a las gestiones de la ministra. “En esto no hay que mirar el corto plazo”, dijo Quintana. “El Ministerio del Interior es el más antiguo y debe conservar potestades”, añadió Vodanovic.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.