El concejal de Vitacura y consejero de Sofofa que quizá no seguirá en el gremio: el coletazo de una renuncia

Ocupó el lugar 19 de los 30 consejeros electos hace una semana para el período 2023-2027 de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa. Felipe Irarrázaval Ovalle, postulado por el Grupo Empresas Navieras, obtuvo 83 votos entre las empresas socias de la Sofofa y revalidó su posición como consejero. Irarrázaval había resultado electo también en el proceso anterior, para el período 2019-2023.

Sin embargo, este jueves Felipe Irarrázaval perdió la posición que le permite integrar el consejo de la Sofofa, compuesto por 60 integrantes electos. El jueves, Empresas Navieras comunicó que Irarrázaval dejaba la gerencia general de la compañía, cargo que ocupaba desde hace una década. La comunicación oficial de la empresa controlada por la familia Urenda dice que “el directorio tomó conocimiento que, por mutuo acuerdo entre las partes, se puso término al contrato de trabajo del gerente general”. Y añadió que Irarrázaval seguirá ligado a la firma como director de una filial.

Irarrázaval habría acordado dejar la compañía para dedicarse a proyectos personales y tener más libertad para su actividad política. El ingeniero civil industrial es concejal de Vitacura desde 2016. Militante de Renovación Nacional, asumió durante la administración del ex alcalde Raúl Torrealba, hoy investigado por fraude al Fisco durante su gestión. En 2021 fue reelecto con 1.888 votos, con un 13,1% del total, siendo la segunda preferencia de su lista compuesta por siete candidatos de RN.

Antes de Vitacura, Felipe Irarrázaval había sido -desde 2012- concejal por Lo Barnechea, aunque su labor política había partido en la universidad. Fue candidato a presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, y presidente del Centro de Alumnos de la Escuela de Ingeniería.

En la arena empresarial, era gerente general del Grupo de Empresas Navieras desde 2014, aunque estaba ligado a la empresa desde 2004. Antes había ocupado cargos ejecutivos en Bellsouth, Oracle Chile, Celfin y Procter & Gamble.

Los estatutos de la Sofofa establecen que solo pueden ser consejeros los presidentes, directores o gerentes generales de alguna de las empresas socias. “En caso que algún consejero, por cualquier causa y en cualquier época, dejase de cumplir con los requisitos, cesará inmediatamente en sus funciones como miembro del Consejo General”, dice el texto. Por ello, Irarrázaval hoy oficialmente ya no es consejero de Sofofa.

Para su reemplazo, los estatutos dicen que será labor del Consejo General llenar la vacante: “Esta elección se realizará en votación, debiendo contar los elegidos con el voto favorable de los dos tercios, a lo menos, de los consejeros con derecho a voto asistentes a la sesión en cuya tabla se hubiere indicado que se procederá a esta elección”.

La situación de Irarrázaval no es inédita, pero tiene soluciones alternativas. Si asume algún cargo directivo en otra empresa socia de Sofofa, podría mantenerse como consejero. Para ello, tendría hasta el 31 de mayo, fecha en la que asumen los consejeros del período 2023-2027 y se elegirá al sucesor de Richard Von Appen en la presidencia. Para ese cargo, hoy la única candidata es Rosario Navarro.

Antes ya ha ocurrido que consejeros pierden el cargo por el que fueron electos, continúan en la Sofofa porque asumen o tienen otras posiciones en alguna de las 170 empresas socias. El último caso fue el de Gerardo Varela, consejero electo la elección pasada por Soprole, empresa que presidía, cargo que dejó tras la compra de la empresa láctea por parte del grupo peruano Gloria. Sin embargo, Varela es presidente de otra empresa socia de Sofofa, la Sociedad Nacional de Oleoductos, Sonacol. La página web de Sofofa presenta a este último como representante de esa compañía.

Lo mismo ocurrió antes con Janet Awad, cuando dejó la gerencia general de Sodexo en 2019 y luego fue consejera como directora de Viña Concha y Toro.