Gremio anticipa una caída de 10% en la producción de choritos para el 2025

La Asociación de Miticultores de Chile (AmiChile) anticipó un escenario más complejo para la producción de choritos para los próximos años, proyectando una caída cercana a un 10% para el 2025 para este producto del mar que se posiciona como la segunda actividad acuícola más importante del país, después de la salmonicultura.

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“Esta es una industria que ha ido creciendo en los últimos años consolidando a Chile como el principal productor y exportador de choritos de cultivo en el mundo. Los otros países que cultivan son España, China y Nueva Zelanda. China tiene una producción equivalente a la de Chile pero exporta muy poco. Chile ha ido superando a España”, explica Rodrigo Carrasco, el director ejecutivo de AmiChile.

Según los datos del gremio en la actualidad se cosecha cerca de 380 mil toneladas al año, con un volumen de exportación de 95 mil toneladas de producto terminado, considerando que gran parte corresponde sólo a la carne, sin la concha. Para el 2025 se estima que serán cerca de 300 toneladas, y 80 mil de producto final.

Lo anterior se explica por un motivos cíclicos que se arrastran desde que se comenzó a producir choritos: cada 5 años aproximadamente ocurre una reducción en la fase inicial del proceso, es decir, la captación de semillas, debido a condiciones como mareas, lluvias y corrientes. Se estima que la baja será de 20% para el 2025, aunque podría variar.

El chorito es una especie endémica en Chile. En ese sentido, Carrasco explica que existen bancos naturales en el sur del país donde se liberan larvas que se transforman en semillas. Estas se mueve con las corrientes y posteriormente se fijan en algún sustrato. Allí es cuando los productores las captan para luego venderlas a engordadores de choritos, ubicados principalmente en Chiloé, Calbuco, y el Seno de Reloncaví en Puerto Montt. La miticultura se desarrolla casi en su totalidad en la Región de Los Lagos.

“Nosotros dependemos de la captación de semillas cada año, y este año en particular, el 2024, ha habido una disminución en la captación de semillas importante. Se estima del orden de un 25%, y eso obviamente se va a traducir en una disminución de la producción. Pero no es una transferencia directa a la cosecha porque muchas veces arrastras siembra del año anterior”, sostuvo el director del gremio.

“Aunque esta disminución es relevante, la producción de un ciclo no depende únicamente de la captación de semillas de un año específico, sino también de otros factores como la presencia de semillas durante el mismo año y las producción remanente que pueda quedar por cosechar”, precisó Carrasco.

Existen medidas para poder mitigar la situación. El líder de la asociación asegura que se pueden realizar “captaciones en zonas que no son de tanta pureza, utilizar semillas o choritos que han venido en engorda desde el año anterior y ponerlos en centros donde hay mejor alimentación y que crezcan más rápido”, precisa.

Pero ante este escenario anticipa que suban los costos para la industria, pero no a nivel nacional. Carrasco relata que se ha realizado una fuerte campaña para promover el consumo de este marisco en el país, por lo que duda que varíen mucho los precios, manteniéndose como una proteína económica. El alza de precios, estima, será entre un 15% y un 20% para la exportación.

Con esto, si bien se espera una reducción de la producción exportada, se mantendrán los retornos monetarios en los niveles que están actualmente, cercana a los US$300 millones, compensado por el alza de los precios.