Lo que dijo Francisco Coeymans a la Fiscalía, parte II: “Hoy no tengo los ingresos que tenía cuando trabajaba en Primus y necesito reinventarme”
A través de un escrito que llevó a la Fiscalía en el marco de su declaración, el ex gerente general de Primus Capital, Francisco Coeymans profundizó sus críticas a la actual administración del factoring. El ejecutivo desestimó la acusación de lavado de activos y detalló el origen de sus tres viviendas. Además, relató el origen de su vínculo con Antonio Guzmán y Marcelo Rivadeneira, los otros que serán formalizados a fines de febrero.
Francisco Coeymans hizo una larga y extensa presentación a la Fiscalía hace un mes, cuando concurrió por primera vez a declarar, el 18 de diciembre. Se defendió, cuestionó el manejo de Primus Capital, la empresa en la que ejerció como gerente general, y cuestionó al presidente y controlador, Raimundo Valenzuela, secundado por el vicepresidente ejecutivo, Eduardo Guerrero.
La compañía, que opera como el segundo factoring de mayor relevancia del mercado, está envuelta en una trama de traiciones internas, conversaciones grabadas de manera secreta, cámaras de espionaje, fotografías de fiestas y acusaciones de proxenetismo con el envío de dinero en maletas a Panamá.
Coeymans es sindicado por el empresario financiero y vitivinícola, controlador de Primus, como el cabecilla de una organización criminal que urdió un complejo plan con la constitución de sociedades en un día para estafar a la empresa. Coeymans e Ignacio Amenabar, ex gerente comercial, junto al técnico en cocina, Marcelo Rivadeneira y el abogado Antonio Guzmán, serán formalizados por el Ministerio Público el 27 de febrero ante el 4° Juzgado de Garantía por los por los presuntos delitos de estafa, administración desleal, uso malicioso de instrumento privado mercantil falso y “blanqueo de capitales”.
Coeymans entregó una minuta al fiscal Felipe Sepúlveda, el 18 de diciembre de 2023, la cual quedó acompañada en su declaración. Pulso realizó ayer un primer reportaje con parte de esas declaraciones escritas, las que incluyen del contraataque contra sus ex socios y cómo, a su juicio, comenzó la caída de Primus. En este segunda entrega se detallan las relaciones con los otros formalizados.
En el escrito de 44 páginas, Coeymans desestimó la acusación de lavado de activos que le imputará la fiscalía en su formalización y detalló el origen de sus tres propiedades. Tiene una casa en Lo Barnechea que le costó 34.250 UF, “puse un pie de un 20% equivalente a 6850UF, el saldo con crédito hipotecario del banco Santander por el cual todavía sigo pagando cuotas de 3.2MM y que me quedan aproximadamente 21.000 UF por pagar”. “Esa casa se compró el 2019. Ese pie lo saqué de la venta de una casa que tenía en Valle Paraíso, en Lo Barnechea, que compré compré en 14.000 UF y vendí en 17.000 UF, al momento de la venta debía 8.500 UF.
“Tengo todos los respaldos, que puedo aportar”, sostuvo. Coeymans cuenta que tenía un sueldo de $22 millones líquidos, más cerca de $80 millones en bonos anuales, por lo que tenía para pagar ese crédito. “Me separé de mi exseñora a principios del año pasado y me divorcié formalmente en abril. La casa fue entregada en compensación económica en el acuerdo de divorcio, esa casa fue comprada antes de comenzar el supuesto período sospechoso y hoy no es mía. Solicito formalmente que se alce la media precautoria sobre ella”, pidió el ingeniero comercial. Además, posee una “pequeña” oficina en Ecuador, que adquirió hace dos años.
“Al contratar abogados luego de ser acusados por Primus, lo que me recomendaron fue traspasar las otras dos casas a sociedad limitada y aportarlas para que tuviera esa sociedad un alto patrimonio, de forma que la pueda usar para realizar negocios, ya que hoy no tengo los ingresos que tenía cuando trabajaba en Primus y necesito reinventarme. La idea además es arrendar la casa de Marbella año completo y generar ingresos. Lo mismo con la casa del El Pastizal”, concluyó.
La relación con Guzmán y Rivadeneira
En 2018, Primus le había dado un crédito al doctor Rodrigo Mardones, luego director médico de Clínica Las Condes, cargo que ya dejó. El préstamo se otorgó a Inmobiliaria Galenos, la que dejó propiedades en garantía, pero un embargo interpuesto por el Banco Security impedía escriturar esos bienes raíces. “Solicité reunión para ver qué se podía hacer para que pagara a la brevedad. A esa reunión concurrió Antonio Guzmán en su representación. En dicha reunión estuvo presente Patricio Cárdenas (fiscal de Primus). De esa reunión salieron varios conocidos en común y nos llevamos muy bien, comenzó ahí una amistad que dura hasta el día de hoy”.
Luego, Antonio Guzmán, abogado de 40 años que ha representado a DJ Mendez y Pailita, propuso llevar clientes que necesitaran capital de trabajo, con la ventaja de que él podría poner garantías inmobiliarias, ya que “administraba un banco de propiedades de Mauricio Truan, y a la vez propiedades propias”.
“Así fue como fueron ingresando varios clientes traídos por Antonio Guzmán, quien a su vez les cobraba a los clientes por arrendarles sus garantías o por venderles los terrenos”, explicó. “Tengo muchas transacciones entre Antonio y yo, ya que él arrendaba garantías a clientes de él y muchas veces me compartía el pago de arriendo. Además, Antonio prestaba a veces directamente a clientes, y me compartía parte de los intereses cuando yo le refería al cliente. Por otra parte, también nos hicimos mutuamente muchos préstamos y él me ayudó también a pagar costos de los tratamientos de Sebastián, mi hijo.
Coeymans contó una historia que ha circulado ya: su hijo menor enfermó de un tumor y Rodrigo Mardones lo ayudó con contactos en el Children’s Hospital de Boston, donde su hijo fue operado por primera vez en marzo de 2019. La operación fue un éxito, costó US$ 150 mil que le transfirió Raimundo Valenzuela “que le devolví en pesos aquí en Chile, contra fondos que tenía ahorrados”.
“Al volver de Boston en abril 2019 me encontré que había muchas operaciones que no sabía que se habían cursado y habían ingresado muchos clientes nuevos, muchos de ellos referidos por Marcelo Rivadeneira que tenía una empresa de asesorías financieras. Él a su vez conocía a Antonio Guzmán y a Rodrigo Mardones, cosa que me enteré posteriormente, ya que fue Ignacio Amenábar quien me lo presentó”, relató por escrito.
“Hasta ese momento, mediados de 2019, todo caminaba bien, salvo que ingresaban e ingresaban clientes de los que muchas veces yo no tenía conocimiento, como las empresas relacionadas a Juan Pablo Bañados, Andrés Otero, Marcelo Rivadeneira, Pablo Gómez (K2), que eran aprobadas por Ignacio en mi representación o que él me explicaba y yo aprobaba”, dijo.
Coeymans recordó que Rivadeneira tenía relaciones comerciales con Rodrigo Mardones y le administró sus empresas en algún momento. “También participó en la administración o asesoría de empresas como Sicall, Hight y Mountain Road. Hasta mediados del 2021 la relación fue bastante normal. Él se hizo cargo de empresas SMG Ingeniería y Mantos Group y están luego le fueron quitadas de su administración, en ese momento nos debían mucha plata y les pasábamos (algunas de sus operaciones) por empresas relacionadas para que no quebraran, con conocimiento de todos en Primus”, dijo.
Pero además participó en muchas operaciones con cheques, “las que la mayoría de las veces eran solicitadas, coordinadas y ejecutadas por las ejecutivas a cargo de los clientes y las coordinaban con las personas con las que trabajaban con Marcelo Rivadeneira, ya que él por su condición de alcohólico muchas veces no estaba disponible”.
Oficina vacía
Según Coeymans el factoring es un negocio donde el cliente necesita los fondos hoy, no mañana, y es un mercado muy competitivo. “Es por esto que para destacar y que nos prefieran por sobre la competencia, fue y será siempre muy importante el responder rápido y cursar las operaciones dentro del día. Esto implica que muchas veces se debía realizar diversas excepciones, las que eran aprobadas casi todas en un 100% por mí, ya que podía hacerlo dadas mis atribuciones. Por lo mismo, era imposible esperar las aprobaciones de riesgo, que era muy lento como he señalado, y por lo mismo el negocio empezó a dificultarse cuando se exigió eso para el 100% de las operaciones”.
“Yo pasé de tener siempre gente pidiendo mi visto bueno para las operaciones a tener la oficina prácticamente vacía, ya que sin la aprobación de riesgo y Eduardo Guerrero no se podía cursar nada. En la práctica pasé a tener cero atribuciones desde agosto 2022, por lo que resulta inexplicable que Eduardo Guerrero, Brian Moore, Ian Ukrow se desliguen de las responsabilidades que les atañen en todas las operaciones cursadas de agosto en adelante, incluidas todas y cada una de las operaciones realizadas con cheques falsos”, acotó.
El sistema de aprobación era Workflow, al que no tenían acceso los directores. Hasta agosto de 2022, los gerentes aprobaban “previa llamada telefónica o mail”. Sobre todo, por los gerentes general y gerente comercial.
“En la práctica GG + GC aprobábamos casi todo. Y cuando yo no estaba era Amenábar, él que podía aprobar prácticamente todas las operaciones por completo, lo mismo si Amenabar no estaba, podía hacerlo yo, aprobando por él”, especificó.
Por otro lado, al referirse a sus viajes a Lima y los cuestionamientos que plantean en sus declaraciones juradas ejecutivos de la filial de Primus en Perú, en los que denuncian a Coeymans viajes que involucraban hoteles, mujeres, licor, negocios e intereses personales y altos niveles de gasto, el ingeniero dijo que “lo que ha salido en prensa es simplemente parte de la mediatización sesgada y falsa, que ha sido contratado formalmente Raimundo Valenzuela, como me consta por ciertos periodistas de los que he sabido que les están pagando para ello (como por ejemplo Leonardo Cárdenas del Diario La Tercera)” (*).
El dueño del Palominos
Francisco Coyemans contó también que con el dueño del Club Palominos de Vitacura, Pablo Ormeño, realizó negocios por varios miles de millones en facturas y cheques. No lo identifica como el propietario del popular Nigth Club del barrio alto, pero lo destaca como alguien que siempre tuvo la intención de responder, pagando intereses y abonos de capital.
Lo anterior, luego de fallidos negocios entre el cliente y el Ministerio de Salud, pues según Coeymans, Ormeño durante la pandemia vendió miles de millones al ministerio de Salud, tanto en mascarillas como test de COVID, lo cual fue financiado Primus Capital.
Sin embargo, Pablo Ormeño quedó con unas facturas pendientes de pago a Primus, ya que no recibió los fondos que había previsto del Minsal. “Esto, debido a unos problemas en los productos, que fueron resueltos por el cliente, lo anterior implicó que tuviéramos que demandar al Minsal por aprox. $3.500 millones en facturas. Aparte de esa deuda quedó con $3.000 millones de deuda adicional en varias sociedades relacionadas”, dijo Coeymans.
“El cliente fue luego presionado por Primus (Eduardo Guerrero) y amenazado de incluirlo en el listado de imputados, sacándolo en prensa. El cliente, cuando no tenía deudas por algunas sociedades y siguiendo el procedimiento para eso, revocó los mandatos de Primus y los contratos marco, ante notario Álvaro Salinas González, mismo notario con el que trabaja Primus regularmente”, contó. “Luego de estar tratando de llegar a acuerdo de pago del capital más un 25% de los intereses, y que se le siguiera cobrando al Minsal la diferencia, Primus al no llegar a acuerdo y desesperarse, sabiendo de la revocación de los mandatos, fue a donde otro notario, Patricio Raby y lo engañó ocultándole que los mandatos estaban revocados e hizo reconocimientos de deuda ante ese notario, por deuda multiplicadas 5 veces, por un total aprox de $30.000 millones, y pidió liquidación de 8 sociedades relacionadas. Pablo Ormeño jamás participó de ningún negocio raro ni nada, lo único que hicimos con él fue viajar a Miami, ya que somos amigos y además le pedí ayuda con su ejecutiva de AFEX para poder enviar dólares a USA. No tengo ni tuve ninguna relación comercial con él por fuera de los realizado en Primus”, aseguró.
Familia Calvo
Coeymans sostuvo en su escrito que “por la prensa salió también que estarían involucrando a las empresas Calalsa Trading de Alejandro Calvo Alvares y Calalsa Industrial, de José Francisco Calvo. Esta última quedó debiendo al parecer $1.800 millones a Primus. Esas empresas fueron clientes desde el principio de Primus y con aprobación de todos los involucrados se hicieron las operaciones. Tanto Raimundo Valenzuela como Eduardo Guerrero se reunieron en más de una oportunidad con José Francisco Calvo que fue socio y presidente del directorio de Finameris, por muchos años, factoring de la familia Achurra y los Calvo, miembro de ACHEF con 80.000 de colocaciones”.
“Yo personalmente fui socio de Alejandro Calvo entre los años 2010 y 2013, en una empresa que se llama Promatic Media, donde yo participaba a través de una sociedad Coeymans y Puig Ltda y él a través de Calalsa Trading. Dejé de ser socio de él antes de formar Primus y no mantuve contacto, de hecho llegaron como clientes por Ignacio Amenabar, no por mí. Calalsa Trading en su momento me dio poder clase B, lo que no recordaba hasta verlo en prensa, y lo que supongo pasó fue que no lo revocó hasta ahora. Aun así, Calalsa Trading no tiene deudas con Primus desde hace más de 4 años, por lo que resulta increíble que lo puedan, primero relacionar a mí, y luego decir que pueden de alguna forma estar involucrados en un esquema defraudatorio”, acotó.
(*) El autor de este artículo niega haber recibido algún pago, compensación o favor de parte de cualquiera de las partes involucradas en este o cualquier otro caso.
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