Los problemas de X tras dos años de Elon Musk como controlador
En octubre de 2022 el empresario adquirió la entonces Twitter. Pero desde entonces, su control ha sido polémico. En enero de 2023 despidió al 80% de la firma, en julio le cambió el nombre y la bautizó como X Corp. A inicio de este año demandó a un grupo de anunciantes acusándolos de boicot. En estos dos años, el valor de la empresa cayó casi 80%, a menos de US$10 mil millones.
Fue el 27 de octubre de 2022 cuando el multimillonario Elon Musk compró la red social Twitter, por una cifra que llegó a los US$44 mil millones. Pero desde entonces, las administración del empresario ha estado envuelta en la polémica, lo que ha impacto en el valor actual de la compañía.
Poco más de dos años después de la adquisición, el precio de las acciones de la firma parece haberse desplomado. La empresa fue privatizada por el empresario en 2022, por lo que no entrega información financiera a la bolsa americana, pero recientemente Fidelity, uno de los accionistas de la compañía, reveló antecedentes. A inicio de octubre la gestora de fondos dio a conocer que su participación equivalía a US$4,2 millones. El dato es 24% menor que lo reportado para julio, y está 79% por debajo de la valorización de octubre de 2022. Ello implica que el valor de la hoy denominada X, alcanza los US$9.400 millones.
El retiro de anunciantes
En enero de 2023, el empresario provocó un terremoto en la red social al despedir a cerca del 80% de los empleados. Pero no ha sido lo único. En julio de dicho año cambió el nombre de la firma, pasando de denominarse Twitter, a X Corp. Y a esto se han sumado las disputas con anunciantes.
A mediados de octubre, X retiró la demanda antimonopolio que había interpuesto en agosto de este año contra Unilever, acusando a la empresa de conspiración para organizar un boicot publicitario contra la red social. Pero el hecho es reflejo de una serie de polémicas que tienen a Musk en el centro, y que de hecho mantiene a X aún enfrentada con Mars, CVS Health y Ørste por la misma causa.
En agosto, el periódico norteamericano New York Times, reportó que X sólo logró obtener ingresos en EE.UU. por US$114 millones durante el segundo trimestre de 2024. Según los documentos a los que tuvieron acceso, la caída es de 84% respecto de los US$661 millones que habían obtenido en el segundo trimestre de 2022, es decir previo a la compra de la red social por parte del empresario.
Y detrás del desplome de los ingresos, estaría la constante fuga de anunciantes desde X, producto de las polémicas y declaraciones de Musk. Y ahora se suma su rol clave en la candidatura del republicano Donald Trump a la presidencia de EE.UU.. Fue luego de que el exmandatario fuese víctima de un intento de asesinato durante un mitin en Butler, Pensilvania, que Musk confirmó su apoyo para el abanderado del Partido Republicano.
Además de compartir constantes mensajes de apoyo a Trump en las redes sociales, Musk ha participado en actos para atraer votantes y ha invertido fondos millonarios en su campaña.
En cualquier caso, el desempeño económico de la firma no sólo podría afectar a Musk. Según publicó The Wall Street Journal en agosto pasado, para los bancos que prestaron US$13.000 millones a Musk, la operación ha sido un mal negocio. Fueron siete bancos, entre los que están Morgan Stanley y Bank of America, quienes financiaron la operación. Pero hasta ahora no han podido vender los créditos en el mercado secundario sin incurrir en grandes pérdidas -en gran parte debido a los débiles resultados financieros de X-, por lo que permanecen atascados en sus balances.
Y entre los inversionista de Tesla también hay nerviosismo. Los resultados de X Corp podrían empujar a Elon Musk, controlador de la firma de autos eléctricos con un 22% de las acciones, a vender otro paquete de títulos y presionar a la baja el valor de estos, como cuando en 2022 se desprendió de papeles por US$22.900 millones.
Cabe recordar que en junio de este año los accionistas de Tesla aprobaron un paquete salarial de US$56 mil millones para Musk, tras lo cual celebró en X: “¡Gracias por su apoyo!”, dijo a través de la red social de su propiedad. No obstante, el empresario debe continuar el proceso en la Corte Suprema, esto luego de la decisión del juzgado de Delaware de decretar la prohibición de poner en práctica la compensación, pues a su juicio fue propuesto por una junta en conflicto con estrechos vínculos personales y financieros con su máximo ejecutivo.
Problemas en Brasil
En paralelo a todas esas controversias, en agosto de este año Musk anunció el cierre inmediato de la filial de X en Brasil, finalizando así sus operaciones en el país, atribuyendo esta acción a las “órdenes de censura” del juez del Tribunal Supremo Federal, Alexandre de Moraes, luego de que ordenara a la red social retirar ciertos contenidos de su plataforma.
El conflicto estalló luego de que el juez pidiera a X eliminar una serie de cuentas en el marco de una investigación del Tribunal Supremo sobre los miembros de la derecha política que irrumpieron en el Congreso en enero de 2023, un ataque que el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha descrito como un intento de golpe de Estado. Entre las cuentas que pedían bloquear, al menos nueve eran de empresarios de ultraderecha, donantes, blogueros y expolíticos partidarios del exmandatario Jair Bolsonaro, según detalló el Washington Post.
X cerró las cuentas, pero las volvió a reabrir, por lo que De Moraes abrió una investigación contra el empresario por posible obstrucción a la justicia y lo incluyó en una investigación ya existente sobre campañas de desinformación en línea. Hace un mes, se anuncio que X volvería a abrir en Brasil luego de que se alcanzara un acuerdo: la justicia levantará el bloqueo a X, pero la empresa pagará una multa de US$5 millones.
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