Todd Huckaby: “La incertidumbre tributaria en Chile ha acelerado el proceso de venta de empresas”
El socio fundador de la firma de asesoria financiera Hudson Bankers señala que, en medio de este escenario, "estamos viendo mucha actividad, con un nivel de mandatos de los más altos que hemos tenido".
El 62% que obtuvo la opción Rechazo en el pasado plebiscito del 4 de septiembre parece ser sólo un dato en el ámbito de las finanzas corporativas. Y es que si bien es un elemento importante a tomar en consideración, dice Todd Huckaby, socio fundador de Hudson Bankers -firma de asesoría financiera con foco especial en fusiones y adquisiciones-, hay otros elementos que están primando, como es el actual nivel del dólar o la eventual reforma tributaria, que parece estar acelerando la venta por parte de chilenos.
Según Huckaby, “hay dos cosas que están ocurriendo, el dólar en torno a $900 acota el riesgo de la moneda por parte del comprador, pero también en Chile por mucho años hay compañías que no estuvieron disponibles, pero ahora sí”.
A su juicio, “los que entienden, saben que este proceso es una pausa en el camino del país y que queda un rato, pero es una buena señal la del domingo”. Así, dice el ejecutivo, “al final seguimos siendo relativamente la mejor casa del barrio, porque todo el resto está en llamas. Y el peso lleva a que se pueda comprar barato, si en dólares comprar algo antes costaba 100, ahora cuesta 70. Y afuera aún hay financiamiento y los compradores se financian internacionalmente”.
¿El triunfo del Rechazo no disparará entonces la compra de empresas?
No, y hay que dividir los compradores en dos grupos. Uno son los locales, pero para incrementar su negocio están limitados por la FNE para los que tienen una participación de mercado importante; en tanto los family offices chilenos están sacando la plata del país. Así, los compradores locales están mirando el hemisferio norte y otras inversiones, no están en los procesos prácticamente, tenemos 35 operaciones en curso y están ausentes. Luego, están los compradores financieros, que en los últimos 3-4 años han levantado millones de dólares a través de fondos latinoamericanos, cuya única razón de ser es invertir en la región. Ahí se vuelve un juego de valor relativo, porque si sigues siendo la mejor casa del barrio aunque el barrio se haya echado a perder, sigues siendo la mejor casa. Nosotros estamos viendo mucha actividad, con un nivel de mandatos de los más altos que hemos tenido.
¿El resultado del plebiscito no llevó a que menos chilenos decidieran vender?
Hay personas que tras el triunfo del rechazo me han dicho “yo habría vendido el jueves, pero hoy sigo en el negocio”, cosas grandes de US$200-US$300 millones. Pero hay gente que tiene una visión menos confiada, que dice que este es un “veranito de San Juan”. Los resultados de las empresas han sido buenos gracias a la inyección que se le ha hecho a la economía en los últimos años, entonces aunque el comprador pague un menor múltiplo por una compañía, al final gracias al bombeo a la economía, el precio es bueno y se paga en dólares, y con esos recursos los chilenos se van y evitan una eventual reforma tributaria que les pegue con mayor fuerza que si vendieran mañana.
¿Qué sectores están más activos?
Tenemos procesos en retail, en energías renovables, logística, tecnología, laboratorios en Chile y otros países, en reciclaje y temas verdes, y alimentos. Es bastante transversal a nivel de sectores, aunque algunos están más débiles. En tecnológicas, la serie A está robusta, pero el venture capital está más débil. No está todo paralizado, sino que los recursos iniciales para llevar a cabo una idea está siendo analizado con más detalle, hoy se está mirando con más cuidado y no se busca invertir en las compañías en un proceso más inicial.
¿La reforma tributaria propuesta por el gobierno está afectando algo la actividad?
Diría que cualquier empresa que tenga relación con el Estado, o miles de empleados, está difícil, por el riego de la reforma laboral, esas son las áreas más afectadas. Hay sectores que están volviendo, como comida rápida, o retail, pero más bien por la incertidumbre tributaria se ha acelerado el proceso de venta de empresas, porque los inversionistas no saben lo que viene, y por eso prefieren tratar de salir antes de que se vean golpeados por una reforma.
¿En este proceso han subido o bajado los precios de las empresas?
Han bajado 15-20% en general, aunque hay ciertas cosas que no han caído, ya sea por demanda como en energías renovables, o ciertas categorías donde antes no había cosas disponibles pero ahora si.
¿Hacia adelante, cómo ve la actividad en fusiones y adquisiciones?
Entre los empresarios hay un optimismo reservado sobre el futuro, lo que lleva a que la idea de salir rápido de la propiedad de la empresa ya no está en el ambiente, pero hay una visión más realista de que las cosas no siempre suben, que pueden bajar y pueden haber problemas en el futuro, por lo tanto si voy a empezar a armar mi plan de salida, lo empezaré a armar ya. Estos procesos demoran, para hacer las cosas bien y no regalar una empresa, no sólo se debe estar dispuesto a vender hoy, es en un proceso que demora entre 9-12 meses, y además se vende un 51% y el resto en un plazo que toma un par de años mientras enseñas el negocio al comprador. Esto es un plan de salida que puede tardar 3-5 años, si quieres vender el 100% en una transacción, sacrificas precio.
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