CE presenta las metas climáticas y energéticas de la UE para 2030




La Comisión Europea (CE) presentará mañana los objetivos climáticos y energéticos de la Unión Europea (UE) para 2030, que fijarán metas concretas para la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y para impulsar las energías renovables. El colegio de comisarios se encuentra hoy todavía muy dividido, por lo que la reunión que mantendrán mañana será determinante para concretar los objetivos.

Lo más probable es que la CE opte finalmente por proponer una horquilla vinculante del 35% al 40 % para el recorte de CO2 y otra voluntaria, para que las renovables representen entre el 25 % y el 27 % de la energía que consumen los Veintiocho, según las mismas fuentes.

Los comisarios de Energía, Günther Oettinger, de Industria, Antonio Tajani; de Presupuesto, Janusz Lewandowski; de Agricultura, Dacian Ciolos, y de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, son contrarios al objetivo único del 40 % de recorte de emisiones que parecía cobrar fuerza en los últimos días, y ante tal oposición es posible que Bruselas se incline por un intervalo de dos cifras.

Este planteamiento condiciona el formato de la meta para las renovables, que previsiblemente también se moverá entre dos magnitudes. En cuanto al carácter vinculante o voluntario de esta última medida, todo indica que se optará por la primera opción o como mucho por una meta paneuropea obligatoria que, sin embargo, no quedará dividida en objetivos nacionales.

Si se adopta esta última idea, los países podrían decidir libremente su "mix energético", sin tener que llegar a una cuota determinada de renovables siempre que la media europea se respete.

Es decir, que las políticas más contaminantes de unos países serían compensadas con las más verdes de otros, un sistema que en la práctica parece de difícil aplicación. La gran ausente mañana será la eficiencia energética.

El Ejecutivo comunitario no tiene intenciones de fijar un objetivo para obligar a optimizar el consumo de energía hasta más adelante. La revisión de la política de eficiencia energética está prevista para junio, pero no existe fecha para fijar una meta concreta al respecto, según precisaron fuentes conocedoras del dossier.

Las organizaciones medioambientales han criticado duramente las intenciones de Bruselas de fijar estos objetivos para 2030, ya que los consideran "un marco muy poco ambicioso", y en previsión de que mañana se confirmen sus peores expectativas, ya han convocado una protesta frente a la sede de la CE.

Las nuevas metas contrastan con las que la UE se marcó para 2020, que establecía dos objetivos obligatorios del 20 % para recorte de CO2 y renovables y otro voluntario, también del 20 %, para rebajar el consumo energético.

La Comisión quiere que su propuesta de mañana, que no tiene carácter legislativo, sea directamente respaldada como objetivo político por el Consejo Europeo de marzo, y que sólo después sea abordada por los ministros de la UE y el Parlamento Europeo.

Los Estados miembros, por su parte, ya han adelantado posiciones muy distantes, según aseguraron fuentes cercanas a las negociaciones. Alemania lidera un grupo de países, del que también forman parte Francia, Italia, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Portugal, entre otros, partidarios de que existan distintos objetivos para 2030 y de que el nivel de ambición mínimo para el recorte de CO2 sea del 40 %.

El Reino Unido se sitúa en el otro extremo, apoyada por España, Eslovaquia y la República Checa, al ser contraria a fijar un objetivo vinculante para las renovables y reclamar una única meta para las emisiones.

La posición más extrema es la de Hungría y Polonia que piden que ninguno de los objetivos para 2030 sea obligatorio y que estén vinculados a los compromisos climáticos que se acuerden a escala internacional.

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