¿Dividir los bancos en EEUU?: una propuesta que recuerda a la Glass-Steagall




La última amenaza política a Wall Street provino de una pareja extraña la semana pasada: Elizabeth Warren, la senadora demócrata liberal de Massachusetts, y John McCain, el veterano senador republicano por Arizona que buscó ser presidente en 2008.

Warren y McCain se alinearon con dos otros para introducir una propuesta en la Cámara Alta que restauraría ciertas provisiones de la ley Glass Steagall, la legislación de la era de la Depresión que separa la banca comercial de la banca de inversión que fue derogada en 1999.

La medida no está provocando mucho pánico entre los grandes bancos, dado que muchos lobbistas creen que no hay suficiente apoyo para que la legislación avance en el Congreso y funcionarios de la administración Obama también son escépticos.

Pero se suma a una serie de maniobras bipartidistas en el Congreso para separar a los bancos que ha ganado fuerza. En abril, Sherrod Brown, demócrata por Ohio, y David Vitter, republicano por Louisiana, introdujeron una propuesta para fijar reglas más estrictas de capital para la banca.

"Creo que mantener la seguridad básica de la banca es bueno para las familias estadounidenses pero también es bueno para el sistema financiero", planteó Warren, ex profesora de Harvard y crítica habitual de los bancos estadounidenses, a Financial Times.

"Nadie está diciendo que las instituciones financieras no pueden salir y tomar riesgos en Wall Street o comprometerse en la compra o venta de instrumentos exóticos. Es sólo que no deberían ser capaces de hacerlo con el dinero de las cuentas de ahorro de la gente", agregó.

Los bancos han criticado las propuestas diciendo que Glass-Steagall no habría evitado la crisis financiera, porque algunas empresas que colapsaron no eran holding bancarios. Y de hecho fueron las grandes instituciones las que ayudaron a absorber a algunos de los bancos fallidos, limitando el daño al sistema.

"Argumentaría que la legislación es innecesaria y un mal diagnóstico de las causas de la crisis", sostuvo Rob Nichols, presidente del Foro de Servicios Financieros, un grupo de lobby de Wall Street. "Las propuestas para separar la banca de manera arbitraria están basadas en presunciones de que las instituciones grandes tienen más riesgos inherentes que las pequeñas.

Marianne Lake, directora de Finanzas de JPMorgan, dijo: "La Glass-Steagall no tuvo nada que ver con la crisis y nuestro modelo de negocios nos permitió ser un puerto en la tormenta. A nuestros clientes les gusta hacer negocios con nosotros en el modelo que tenemos ahora".

Pero Warren dijo que la visión en Washington, de que la propuesta languidecería en la cámara alta, era prematura. Ella y sus socios, los senadores Maria Cantwell, una demócrata por Washington y Angus King, independiente por Maine, han oído de otros legisladores interesados en sumarse a su causa. Dijo que empezaría a negociar con los representantes, pero se negó a nombrarlos.

El impulso por reinstaurar la Glass-Steagall se produce apenas tres años después de que el Congreso y la Casa Blanca acordaran una serie de profundas reformas en la legislación Dodd-Frank, y podría haber dudas de reabrir lo que fue un debate contencioso. También hay interés por ver esas reformas implementadas antes de hacer cambios.

© The Financial Times Ltd. 2011

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