Egipto tiene un nuevo primer ministro y fecha para elecciones




El presidente interino de Egipto, Adli Mansour, estableció un calendario para nuevas elecciones en medio de crecientes preocupaciones sobre la crisis política de Egipto.

El lunes en la noche, Mansour emitió una declaración constitucional, comprometiendo una asamblea constituyente en dos semanas, un referendo sobre una nueva constitución en cuatro meses, elecciones parlamentarias en febrero seguidas por elecciones presidenciales seis meses después, según el sitio web del periódico oficial Ahran. De esta manera, las autoridades interinas buscaron apurar el plan por volver al gobierno civil en un período que los observadores, de todas maneras, consideraron demasiado optimista. Además, las autoridades interinas en El Cairo buscaron proyectar un retorno a la estabilidad con el nombramiento de un primer ministro, el economista liberal Hazem al Biblawi.

AYUDA INTERNACIONAL
Ayer también se conoció que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos se comprometieron a entregar un total de US$8.000 millones a Egipto para ayudar a apuntalar su economía, subrayando  el remezón en el poder político regional después del golpe militar de la semana pasada en El Cairo.

Riad ha prometido enviar US$5.000 millones y Abu Dhabi, US$3.000 millones en una mezcla de efectivo, depósitos en el banco central y productos de petróleo, a medida que la nueva administración egipcia intenta frenar la caída de la lira egipcia y alejar una crisis de reservas en moneda extranjera.

Los compromisos de los países del Golfo, ricos en petróleo, también subraya el impacto de eventos en el orden político general en Medio Oriente, con EAU y Arabia Saudita encantados con el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Morsi, quien era favorecido por su vecino Qatar.

Aunque EAU y Arabia Saudita inicialmente ofrecieron miles de millones en ayuda a Egipto luego de la caída de la dictadura de 30 años de Hosni Mubarak en febrero de 2011, Qatar jugó el rol de financista jefe del Golfo a medida que el predominio político de la Hermandad Musulmana crecía en El Cairo. Antes del golpe de la semana pasada, Egipto vendió US$1.000 millones en bonos en una subasta privada a Qatar, según dicen traders.

En contraste con la cálida bienvenida dada por EAU y Arabia Saudita al derrocamiento de Morsi y la instalación de Adli Mansour como presidente interino, Doha ha ofrecido una promesa más mesurada de “continuar respetando el deseo de Egipto y su gente en todo el espectro”. Según fuentes familiarizadas con el gobierno saudita, la ayuda del Golfo a Egipto es un reconocimiento de que el país es un pilar de la estabilidad y que es “demasiado grande para caer”.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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