Gestión de la ignorancia




Para la mayoría de las jefaturas, la clave de un buen empleado es alguien que "trae soluciones y no problemas". Esto se debe a que, en general, hemos sido configurados como "generadores de soluciones", y eso es lo que se entiende comúnmente por "ser productivo"
Por lo mismo, la tendencia será mantener los procedimientos y seguir una estrategia similar una y otra vez, pues es lo que sabemos hacer. Uno de los graves problemas que esto acarrea es que nos impide explorar nuevas posibilidades o experimentar en campos distintos. O dicho de otra manera, no hacemos "gestión de la ignorancia". Si la típica pregunta que solemos hacernos es "qué es lo que no sabemos", tenemos que pensar en averiguar "qué es lo que no sabemos que no sabemos". Suena a juego de palabras, pero es muy necesario cuando queremos abrir nuevas fuentes de conocimiento e innovación dentro de una empresa. Thomas Edison, creador de más de 1000 patentes comerciales y paradigma del innovador, trabajaba en un taller rodeado de distintos tipos de profesionales de las más diversas áreas. Abogados, dibujantes, mecánicos, carpinteros, relojeros y sopladores de vidrio se alternaban en distintos proyectos intentando generar innovaciones que fueran disruptivas y tuvieran impacto y éxito comercial. Para ellos, gestionar su ignorancia y cuestionarse sus creencias era algo diario y cotidiano, debido al variopinto grupo de trabajo en el que compartían. Si una empresa no gestiona su ignorancia y experimenta en el proceso de buscar respuesta, nunca podrá salir de su formato de trabajo estándar. No es una tarea fácil, por lo mismo, se deben generar las condiciones para que esto ocurra. De no hacerlo, las consecuencias pueden ser nefastas; pregúntenle a Kodak, que desarrolló los conceptos teóricos de la primera máquina digital, pero nunca se cuestionó como ésta podría cambiar la industria de la fotografía. Casi 50 años después sus acciones se desplomaban y la empresa se liquidó, terminando así con la que alguna vez fue una empresa de vanguardia en I&D. 

(*)El autor es director de innovación Facultad de Economía y Negocios (FEN), Universidad del Desarrollo.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.