Gobernador del Banco de Japón dice estar abierto a más relajamiento de la política




Haruhiko Kuroda dejó entrever la posibilidad de mayor alivio monetario de parte del Banco de Japón, en caso de que los planes del gobierno de elevar los impuestos pesen sobre los precios y la actividad de la tercera mayor economía del mundo.

El Banco de Japón ha mantenido su política monetaria sin cambios desde abril, cuando el gobernador sorprendió a los mercados, anunciando planes para duplicar la base monetaria de Japón a fines del próximo año, principalmente a través de la compra de bonos del gobierno, para así alcanzar la meta de inflación de 2%. Eso llevó a los críticos a decir que el banco central nipón se había encerrado a sí mismo, negándose flexibilidad monetaria.

Sin embargo, en una entrevista con el periódico Mainichi, publicada ayer, Kuroda señaló que el Banco de Japón podría hacer mucho más, si el primer incremento programado para la tasa del impuesto al consumo (IVA), desde 5% a 8%, que se hará efectivo en abril del próximo año, llegara a amenazar la recuperación de Japón.

"La economía es una cuestión viva, por lo que hay varios factores de riesgo. Si los precios suben más allá de nuestros objetivos, o si la recuperación económica no es evidente, no dudaremos en responder", dijo Kuroda.

Este lenguaje confirma que el Banco de Japón se está alineando con el ministro de Finanzas de Japón en elevar la presión contra el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quien deberá decidir pronto si seguir adelante o no con el aumento tributario. La próxima semana un panel de expertos designados por el gobierno de 59 académicos y empresarios deberá reunirse para discutir si acaso la economía japonesa es lo suficientemente fuerte para soportar ese ajuste fiscal.

El ministerio de Finanzas ha pedido hace tiempo impuestos más altos para reparar las dañadas finanzas de Japón. La administración de Abe, conformada en diciembre del año pasado, está comprometida a alcanzar para 2020 un superávit en el balance primario; la brecha entre ingresos y gastos, excluyendo pagos de intereses.

En el actual año fiscal, el déficit llegará a ser equivalente a cerca de 6,9% del producto interno bruto, el que está entre los más altos del mundo.

Los comentarios de Kuroda son también una señal de que el gobernador se está abriendo mucho más a la idea de medidas de alivio cada vez mayores, un tipo de acercamiento que está asociado a su predecesor en el cargo, Masaaki Shirakawa.

Desde abril, algunos miembros al interior del Banco de Japón han argumentado que el central tomó todos los pasos necesarios para alcanzar su objetivo de inflación de 2%, lo que excluye el impacto del alza de impuestos, y que por lo tanto no había necesidad de tomar acciones de menor calibre, sobre una base gradual.

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