La crisis en Chuquicamata que gatilló quiebre de FTC
Codelco trabaja contra el tiempo para adecuar el modelo de negocio de Chuquicamata para la nueva fase subterránea que comenzará a implementarse a partir de 2019. La negativa de Raimundo Espinoza para defender los intereses de algunos dirigentes del norte llevaron al quiebre interno y terminaron con sus 25 años de liderazgo en la FTC.
Crónica de una muerte anunciada. Así describe un ex ejecutivo de Codelco el quiebre interno que esta semana protagonizó la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), el sindicato minero más poderoso del país y que representa a más de 17 mil trabajadores de la mayor productora de cobre del mundo.
La arremetida de Héctor Rocco y Cecilia González, ambos vicepresidente y secretaria de la FTC, y quienes juntos a otros dirigentes se aliaron para destronar a Raimundo Espinoza -que presidió 25 años el organismo-, no sorprende a los consejeros de la federación. Esto, porque las señales de quiebre se vienen dando desde la administración que lideró Thomas Keller, pero se han venido agudizando en los últimos meses, indican.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Un ejemplo de aquello fue la reunión de diciembre pasado del Consejo Ampliado de Presidentes, instancia donde se reúnen todos los presidentes de los sindicatos base de las operaciones de Codelco, donde el diálogo fue subiendo de tono debido a las pocas acciones concretas que los dirigentes estaban tomando para enfrentar la nueva realidad de la empresa y los ajustes que la administración que lidera Nelson Pizarro está impulsando para rentabilizar los millonarios proyectos estructurales.
En esa oportunidad, el entonces presidente de la FTC, Raimundo Espinoza, señaló que ese era "el peor consejo" con el que le ha tocado trabajar, revela un integrante de la mesa de la FTC. Esto, debido a las dificultades de trabajar en conjunto y para aunar criterios para enfrentar los cambios en la estatal. La discusión escaló a tal nivel, que incluso Espinoza habría colocado su puesto a disposición, acto que pidió realizara todo el consejo. La petición fue tenazmente objetada por todos los presidentes, indica la fuente.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
El impacto de Chuqui
Hoy, la nueva directiva acusa una falta de conducción por parte de Espinoza y de no luchar por los mismos intereses, pero al interior de la FTC hay fuentes que indican que los problemas de Chuquicamata, sobre todo la negativa a enfrentar el cambio que vivirá hacia el año 2019 -donde se iniciará el proceso de producción subterráneo del yacimiento más antiguo de la estatal- es un dilema que está afectando a toda la corporación.
"El conflicto interno de Chuqui enreda todo este dilema. Su crisis es profunda y ellos están defendiendo sus intereses, pero se están llevando a la FTC para Chuquicamata y esa no es la forma de solucionar esto", indica una fuente del sector sindical.
[ze_adv position="adv_300x250-B" ]
Otro integrante de la FTC señala que "los de Chuquicamata nunca han querido sentarse a trabajar. Se oponen a la transformación, a los cambios en la dotación, a los nuevos contratos y todo lo que implica comenzar a traspasar la operación de rajo abierto a subterránea".
Uno de los cambios más significativos que debe enfrentar Chuqui es reducir su dotación en unas 2.500 personas y establecer nuevos contratos, con una nueva realidad de sueldo. Según cifras internas, los planes de egreso que se han diseñado desde la era Keller no han tenido buenos resultados. Esto se suma a la necesidad que tendrá la división de lograr igualar los salarios a los que hoy tiene un funcionario de la mina subterránea de Teniente, quienes en promedio ganan US$ 70 mil al año, versus los US$ 110 mil que, en promedio, gana un trabajador de Chuqui.
[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]
Al interior de la minera también comparten esa visión. "La situación de Chuquicamata es insostenible", indica una fuente de la estatal. Y agrega que en las mesas técnicas que la FTC tiene con la administración, nunca han podido abordar los temas relacionados con los cambios de dotación y ajustes de costos. Incluso, señala que hace cuatro meses que esas mesas están suspendidas.
Y fue ese punto el único que comentó Nelson Pizarro en la conferencia del jueves, donde anunció los resultados del año 2017. Allí señaló varias veces la necesidad de cambiar el modelo de negocio de Chuquicamata. De hecho, indicó que es necesario "desarrollar planes de management" para mejorar la operación de la concentradora, de la fundición y también de la refinería de Chuquicamata, con el fin de bajar los costos en el mediano plazo. "Todo esto habla simultáneamente con los miles de millones de dólares que se están invirtiendo para desarrollar una mina subterránea. Son inseparables", dijo.
Efecto Contraloría
Una de las principales molestias de los dirigentes de Chuquicamata fue el término del plan de desarrollo laboral que la estatal implementaba antes con los dirigentes, en el cual se pactaban ciertos bonos adicionales que elevaban en promedio en casi un millón de pesos los sueldos de los dirigentes.
Ese plan dejó de operar a partir de enero de este año, indica un cercano a las conversaciones del distrito norte.
Otra de las cosas que también se están ajustando a la baja son los beneficios que la estatal pone sobre la mesa para incentivar el retiro anticipado en el norte. "Los planes de ingresos que ahora se están conversando son muy distintos a los que se entregaban antes. De hecho, antes se gastaba en promedio cerca de US$ 300 mil por trabajador y ahora eso se ajustó a US$ 160 mil o US$ 200 mil por viejo", revela una fuente de la cuprera.
¿Por qué la rebaja? "Acá hay un trasfondo mayor. Con la auditoría de la Contraloría y las que también hace Cochilco no podíamos seguir con esos beneficios. Por eso se hizo un ajuste, más bien se ordenaron todos estos procesos, por eso los dirigentes y trabajadores han perdido beneficios, lo que no gusta", detalla un ejecutivo vinculado con las conversaciones que se han ido desarrollando en el norte.
En la nueva FTC niegan que la arremetida del martes pasado y la llegada de Héctor Rocco a la presidencia sea un "Chuquicamatazo" e indican que "los problemas y cuestionamientos a la administración de Codelco son transversales a todas las divisiones y la exigencia al consejo de dar conducción es una demanda transversal a todos los sindicatos base".
En Codelco no se han querido referir al quiebre interno de la Federación. De hecho, al ser consultados, Pizarro sólo indicó que "somos independientes y respetamos la institucionalidad de las organizaciones sindicales".
Pero la última palabra se dará en el congreso de la FTC, que se realizará entre el 9 y 11 de abril, en La Serena, donde los consejeros aliados a Espinoza esperan, además de censurar la nueva mesa, convocar elecciones libres. Bajo ese escenario, indican, es muy probable que las bases voten nuevamente porque Raimundo Espinoza se mantenga en la FTC. P
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.