Cuarto retiro: disminuye intención de uso en alimentos, bienes y servicios básicos

Las prioridades respecto al uso de los retiros del 10% de las AFP no son las mismas de hace un año, y el pago de deudas o de servicios básicos ha perdido fuerza entre los principales argumentos a favor de esta medida. Y así lo demuestran las cifras.

Pues si bien, en un principio el primer retiro de fondos previsionales fue utilizado por una parte importante de la población para resolver problemas de morosidad, el segundo fue destinado a compras en el comercio, y el tercero en el pago de servicios básicos; cada vez son más las personas que piensan destinar un eventual cuarto retiro a la compra de un automóvil o al financiamiento de vacaciones.

Un estudio de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) con el apoyo de campo de Kawesqar, que incluyó la realización de 1.668 encuestas a población nacional entre mayo y septiembre de 2021, reveló que si bien, la compra de alimentos y de productos de primera necesidad siguen siendo el principal foco, el porcentaje de consumidores que indica que utilizará una parte de los recursos en estas categorías ha disminuido desde niveles en torno al 60% en los dos primeros retiros, a un 39% ante un eventual cuarto retiro.

Asimismo, el pago de servicios básicos cayó desde 47% en el segundo retiro a un 25% en el cuarto. Y la intención de pago de préstamos retrocedió de un 28% a un 24% de menciones entre el tercer y cuarto retiro.

Pero pese a que la mayoría de los ítems van a la baja, existen otras opciones que han aumentado de manera progresiva.

Así, la intención de uso de los recursos en emprendimientos aumentó desde el 8% en el primer retiro al 17% para el cuarto, la compra de automóviles subió de 2% a 4% en igual período, y el gasto en vacaciones lo hizo desde 0% a un 3%.

Por otro lado, entre las principales diferencias entre hombres y mujeres destacan la compra de vestuario y calzado, equipamiento y mejoras del hogar, adquisición de automóviles y vacaciones (en las cuales los hombres muestran mayor disposición), y en instrumentos de ahorro, y pagos de educación (con diferencia significativa a favor de las mujeres).

Mientras que a nivel etario, los jóvenes se ven con mayor intención de pagar préstamos en relación a los de mayor edad, así como a invertir en emprendimientos, adquirir prendas de vestuario y automóviles, y en financiar vacaciones.

De acuerdo a la CCS, estos resultados refuerzan la percepción de que la seguidilla de retiros de fondos previsionales se ha ido apartando sucesivamente de sus objetivos originales, de acudir en ayuda de los hogares en la superación de la emergencia provocada por la crisis sanitaria.

Otras de las observaciones del informe elaborado por la CCS tiene relación con el destino que se da a las ayudas sociales y los fondos previsionales. Y si se analizan los resultados, es posible observar que mientras el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) es utilizado para el financiamiento de servicios básicos, las intenciones de uso de un eventual cuarto retiro tienen relación con el financiamiento de productos/servicios de segunda prioridad.

Así, si un 69% de los encuestados asegura que ha destinado o utilizará el IFE para comprar alimentos y productos de primera necesidad, sólo un 39% usaría el cuarto retiro con el mismo fin.

Y de la misma manera, un 47% hará uso del IFE para pagar servicios básicos, y sólo un 25% ocupara los fondos de AFP con ese objetivo.

Sin embargo, desde la otra vereda el panorama es distinto. Según los datos entregados, un 17% dice que destinaría el cuarto retiro al financiamiento de un emprendimiento a partir del IFE, y un 10% se apoyaría en el cuarto 10%.

Asimismo, un 6% destinará la ayuda estatal a un instrumento financiero, y un 12% lo hará en base a sus fondos de AFP.

En cuanto a las últimas categorías, 1% y 2% dice que utilizará el IFE en comprar un auto y financiar vacaciones, respectivamente; mientras que el 4% y el 3% dice que cumplirá estos objetivos con el dinero retirado desde los fondos previsionales.