Desocupación sube a máximos de más de dos años y empleos crecen a su menor ritmo desde la pandemia
De mal en peor. Así han estado los datos del mercado laboral en los últimos meses. Acorde con ello, entre junio y agosto se destruyeron más de 12 mil plazas de trabajo en términos desestacionalizados, mientras la ocupación retrocedió a niveles de noviembre de 2022 y la distancia para volver a la situación prepandemia se amplió en vez de disminuir. El desempleo llegó a 9%.
Un nuevo mes y un nuevo reporte con el mercado laboral más deteriorado que en el trimestre móvil anterior. Eso fue lo que mostró el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en su Encuesta de Empleo de junio-agosto, donde el desempleo subió, la velocidad de creación de puestos de trabajo bajó y las personas ocupadas en la informalidad aumentaron.
El organismo estadístico nuevamente dio cuenta del mal momento que vive el mundo del trabajo, en medio de la desaceleración económica y las acotadas perspectivas para el próximo año.
De acuerdo al INE, la tasa de desempleo subió 1,1 puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado, llegando a 9%. Esta es la tasa más alta desde junio de 2021, cuando aún se vivían los efectos de la pandemia y de las cuarentenas. El número de desocupados en junio-agosto fue de 890 mil personas, la mayor cantidad desde mayo de 2021. Asimismo, dentro de los desocupados, los cesantes (quienes están buscando trabajo y ya tuvieron uno anteriormente) totalizaron 814 mil personas, subiendo 17% respecto de agosto de 2022.
Y esa es recién la primera capa de las malas noticias en el mercado laboral.
El sondeo del INE también da cuenta del freno que está evidenciando la creación de nuevos puestos de trabajo. Así, en el período junio-agosto el empleo subió 1,7% respecto al mismo lapso del ejercicio pasado. Esta es la menor tasa de crecimiento para esta variable desde abril de 2021, también en medio de la crisis sanitaria.
Si se analiza la creación de empleo ajustada por estacionalidad, en el último trimestre informado se destruyeron 12.268 puestos de trabajo en relación al trimestre móvil inmediatamente anterior. Esta es la primera caída en el empleo, calculada de esta forma, desde noviembre del año pasado.
Estos datos vienen a refrendar los números del Índice de Ofertas Laborales que reporta cada mes el Banco Central, y que en agosto completaron 15 caídas interanuales consecutivas.
Ese mes, el último informado, las ofertas laborales se ubicaron en el peor nivel desde agosto de 2020, cuando el país estaba sufriendo lo peor de la pandemia en términos del mercado laboral y económicos, con las largas cuarentenas y la imposibilidad de abrir muchas empresas.
Bajo este escenario, de poca creación de nuevas fuentes de empleo, la tasa de ocupación a nivel nacional (la cantidad de ocupados en relación a las personas en edad de trabajar) llegó a 55,4%, su menor número desde noviembre del año pasado.
Esta cifra es clave para conocer cómo está la situación laboral en Chile en relación a lo que había antes de la pandemia. En ese entonces, en febrero de 2020, esta tasa llegó a 58,2%, nivel al cual no ha podido volver.
De hecho, para alcanzar esa tasa, considerando la cantidad de personas en edad de trabajar en la actualidad, se necesitan todavía otros 450 mil empleos.
La poca creación de puestos de trabajo ha hecho incluso que esa meta, en vez de acercarse, se aleje. En febrero de este año se estaba a 380 mil de volver a niveles prepandemia, hoy faltan 70 mil más empleos que entonces.
Entre los ocupados, la categoría asalariados anotó un alza de 2,2%, la menor desde abril pasado. En ese subgrupo, los asalariados privados se siguen desacelerando, con un aumento de sólo 1,7%, equivalente a casi 90 mil puestos nuevos en 12 meses. En tanto, los asalariados públicos anotaron un incremento de 4,6%, que corresponde a casi 52 mil nuevos empleos. De este modo, en el último año la proporción de asalariados del sector público como porcentaje del total de asalariados subió 4 décimas porcentuales, pasando de 17,4% a 17,8%.
Respecto a las ramas de actividad, la más afectada es la construcción, donde se perdieron 68 mil puestos de trabajo en el último año, pasando de 789 mil a 721 mil, equivalente a una caída de 8,7%. Esto, en medio de la crisis que atraviesa el sector durante los últimos trimestres.
En este contexto de desaceleración además las personas ocupadas informales aumentaron 1,9%, incididas tanto por las mujeres (3,5%) como por los hombres (0,7%). A su vez, la tasa de informalidad en junio-agosto se situó en 26,7%.
Lo que dicen los expertos
“El desempleo ha estado en cifras que han tenido una variación dentro del año que ha sido acotada, pero que no nos dejan satisfechos. Es evidente que hay un sector importante que ha salido a buscar empleo y que antes no estaba en búsqueda, así como personas que habiendo estado antes y que no han podido encontrar empleo”, dijo la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, tras conocer las cifras del INE.
El director del Instituto de Economía UC, Tomás Rau, señaló que “la tasa de desocupación de 9%, la más alta desde noviembre de 2022, es una muestra más de que estamos viviendo un serio deterioro del mercado laboral, reflejo de la débil actividad económica de este 2023 y de la incertidumbre reinante. Me parece que la situación del mercado laboral es bastante seria y requiere atención por parte de las autoridades. No veo resiliencia en el mercado laboral como otros han esbozado”.
En tanto, Rodrigo Gorostiza, de Trabajando.com, añadió que “el panorama es complicado en cuanto al empleo. Actualmente, estamos enfrentando un desempleo del 9%, el cual no habíamos visto desde el trimestre móvil mayo - julio de 2021, cuando todavía lidiamos con los efectos de la pandemia. Además, la creación de nuevos puestos de trabajo se ha mantenido en niveles muy bajos desde mayo de este año, con alrededor de 60.000 vacantes al mes, en su mayoría debido a la rotación laboral”.
Respecto a las ofertas, Gorostiza afirmó que la industria manufacturera ha experimentado una disminución del 48% en la oferta laboral, en comparación con 2022, mientras que las actividades de salud y asistencia social han disminuido un 45%, y las actividades de servicio un 31%. Por otro lado, el sector del comercio ha mantenido un nivel de oferta similar al del año pasado, y se espera que haya una recuperación en el último trimestre de este año.
“Esta situación se debe en gran medida a la alta incertidumbre en los aspectos económicos y políticos que hemos experimentado en el último año, con temas importantes como la reforma tributaria y el proceso constituyente aún sin definir. Esto ha llevado a que las empresas posterguen sus decisiones de contratación y se adapten con dotaciones más pequeñas hasta que el panorama se aclare”, puntualizó.
El gerente de Macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, manifestó que “siguen las señales de un deterioro gradual del mercado laboral, las que se prolongarían en lo que queda del año. Ello, por cuanto prevemos cierta mantención en el nivel de la actividad económica que resultaría en un PIB que no crece respecto a 2022″.
De esta forma, el economista dijo que “seguimos previendo una prolongación en la divergencia entre la fuerza de trabajo y el empleo, la que se traduciría en alzas adicionales -pero graduales- de la tasa de desocupación con el correr de los meses”. Así, la tasa de desempleo promediaría cerca de 9% este año, y subiría hasta 9,5% el próximo, añadió.
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