La economía británica se recupera más lentamente de lo previsto y feriado por el funeral de Isabel II podría generar recesión trimestral

La economía del Reino Unido se recuperó más lentamente de lo previsto de una caída provocada por un día festivo extra en junio, con una contracción de la producción industrial y de la construcción.

La expansión del 0,2% se produjo después de un descenso del 0,6% en junio, cuando el producto interior bruto se vio reducido por un día extra de descanso con motivo del jubileo de la Reina Isabel II, según informó el lunes la Oficina de Estadísticas Nacionales. Los economistas esperaban un crecimiento del 0,3%.

La muerte de la reina y otro día festivo por su funeral el 19 de septiembre pueden ser suficientes para que la economía entre en recesión en el trimestre actual, según los analistas de Nomura y Deutsche Bank. Los consumidores y las empresas están luchando bajo el peso de la inflación y las facturas de energía en alza, incluso con el paquete de medidas de la Primera Ministra Liz Truss para congelar más aumentos en los costos del gas natural y la electricidad.

“Esto se enmarca en una perspectiva poco halagüeña para la economía británica, que podría ver otra recesión poco profunda a partir de finales de este año, impulsada por la continua reducción de los ingresos de los hogares y la creciente carga de costos para las empresas”, afirma Yael Selfin, economista jefe de KPMG UK,

El crecimiento de julio estuvo impulsado por el sector de la información y las comunicaciones y los servicios orientados al consumidor, que repuntaron en 0,6%, en parte debido a acontecimientos puntuales como la celebración en el Reino Unido de la Eurocopa femenina de fútbol y los Juegos de la Commonwealth. Tanto la producción industrial como la construcción cayeron en julio de 2022, en 0,3% y en 0,8%, respectivamente, marcando la segunda caída consecutiva para estos dos sectores.

Las perspectivas para el resto del tercer trimestre parecen sombrías, ya que los datos clave de la gestión de compras muestran que la actividad del sector privado se contrajo en agosto. Ya se preveía un verano de estancamiento, pero la muerte de la reina significa que la economía podría contraerse por segundo trimestre consecutivo.

“Existe el riesgo de que el Reino Unido entre en una recesión técnica en el tercer trimestre, ya que el país llora la muerte de la reina Isabel II con una fiesta nacional adicional en septiembre. Más significativamente, pensamos que el paquete de apoyo a la energía de 150.000 millones de libras del gobierno significa que la recesión no durará durante el invierno.”

La congelación de los precios de la energía a partir de octubre, anunciada por Truss la semana pasada, reducirá el peak de inflación y puede ser suficiente para evitar que la economía entre en una recesión total este año.

Sin embargo, es probable que el estímulo de varios miles de millones de libras obligue al Banco de Inglaterra a mantener los tipos de interés más altos durante más tiempo, lo que podría provocar una contracción el año que viene.

Los inversores prevén una subida de medio punto y potencialmente más el 22 de septiembre, con lo que el tipo de interés de referencia alcanzaría casi el 4,5% a mediados del próximo año, frente al 1,75% actual.

Otras cifras mostraron que el déficit comercial de Gran Bretaña en los tres meses hasta julio se mantuvo cerca de los máximos históricos, con 27.000 millones de libras. La pequeña mejora respecto al récord de 27.900 millones de libras del segundo trimestre se debió a las fuertes exportaciones de combustible, maquinaria y equipos de transporte a la Unión Europea.

Las exportaciones totales de bienes aumentaron en 2.100 millones de libras en julio, incluidos 1.300 millones de libras a la UE, mientras que las importaciones disminuyeron en 500 millones de libras. El Reino Unido ha exportado petróleo y gas a los Países Bajos y Francia en medio de la crisis energética.

La reducción del déficit de bienes se vio ligeramente compensada por el deterioro del superávit de servicios en los tres meses hasta julio. A los mercados les preocupa que, con el déficit comercial en niveles récord, el Reino Unido se enfrente a una crisis de balanza de pagos. La libra ha caído en 15% este año frente al dólar.