Mayores gastos para enfrentar la crisis llevan a la deuda pública a su nivel más alto desde 1991

El escenario fiscal para el gobierno es complejo. De eso no hay duda. Si la situación ya venía nebulosa desde el estallido social, la crisis sanitaria del coronavirus no hizo otra cosa que empeorar las cifras. Esto, considerando el escenario de menor crecimiento y mayor gasto para salir a paliar los efectos en la actividad económica.

Los planes fiscales del Ejecutivo suman US$12.115 y su financiamiento provendrá de diversas fuentes: reasignaciones por US$2.500 millones, mayor endeudamiento por US$4.000 millones y el remanente con activos del tesoro público por hasta US$5.615 millones. Todo esto llevará a que el gasto público suba 10,4%.

Además, tendrá un impacto en las variables de déficit fiscal efectivo, que llegará a 8% del PIB, su mayor nivel desde la década de 70, mientras que la deuda pública llegará a 32,7% del PIB, su mayor registro en 29 años (desde 1991).

En cuanto al déficit fiscal estructural, ahora para el 2020 se proyecta un 3,5% del PIB, por sobre la meta estructural asumida luego del 18-O de 3,2% del PIB.

De acuerdo al informe, “la desviación proyectada respecto a la meta de Balance Estructural responde a las necesidades de mayor gasto para hacer frente a la emergencia sanitaria. Sin perjuicio de lo anterior, el gobierno mantiene el compromiso de responsabilidad fiscal y la senda de convergencia del Balance Estructural establecida para el período de gobierno”.

El escenario macroeconómico esperado para 2020 también tuvo cambios en los ingresos proyectados, ya que sufrirán una merma de 11,8% real con respecto a los ingresos efectivos de 2019 llegando a $38.504.085 millones. Esta proyección es $5.597.966 millones menor a lo estimado en enero de 2020.

En el detalle se muestra que los ingresos totales caerán 11,8%, mientras que los ingresos tributarios netos esperados para 2020 tendrán una merma de 12,7% respecto de la recaudación efectiva del año 2019, lo que se descompone en una disminución real de la recaudación asociada a la gran minería privada de 32,9% anual y una contracción esperada en términos reales de los ingresos tributarios del resto de los contribuyentes de 11,5% anual.

De acuerdo a la Dipres, la menor proyección de la tributación del resto de contribuyentes se debe a que está afectada, principalmente, por el ajuste en el ritmo de crecimiento de la economía. “Se debe señalar que la actual proyección incorpora la recaudación de la de Ley de Modernización Tributaria, que comenzó a regir a partir de este año, así como también los efectos fiscales en recaudación del Plan Económico de Emergencia”, puntualiza el documento.

Crecimiento. Una posición menos negativa que la del Fondo Monetario Internacional (FMI) es la que entregó la Dirección de Presupuestos (Dipres) en cuanto a crecimiento. Esto, porque el gobierno actualizó su escenario base 2020, pasando de esperar una expansión de 1,3% a una caída de 2%. De todas formas, esta estimación es menos negativa que la registrada por el organismo internacional que fijó el PIB en -4,5%. Además, se sitúa en el punto medio del rango fijado por el Banco Central en el último Informe de Política Monetaria (IPoM) de -1,5% y -2,5%.

Comité de expertos. Considerando el impacto de la pandemia Covid-19 sobre la economía internacional y nacional, el Ministerio de Hacienda decidió convocar a los expertos de los Comités Consultivos del PIB tendencial y del Precio de Referencia del Cobre respectivamente, para que, dentro de los próximos 10 días, actualicen sus proyecciones de mediano plazo para estas variables.

Estas proyecciones actualizadas servirán como antecedente para revisar las estimaciones de mediano plazo de las cuentas fiscales, incorporando los efectos económicos de la pandemia Covid-19 en las principales variables que inciden en los ingresos fiscales estructurales del país, explicó el Ministerio de Hacienda. El marco actualizado de proyecciones fiscales de mediano plazo 2021-2024 será publicado a fines de este mes.P