Política Nacional de Minería 2050: el plan de largo plazo del “sueldo de Chile”
El documento tiene más de 100 páginas y en total, 78 metas. Su construcción tardó más de dos años y participaron más de 3.500 personas de gremios, empresas, pueblos originarios y academia. Se denomina PNM 2050, Política Nacional Minera, y fue presentado esta semana por el ministro Juan Carlos Jobet, quien lo calificó como un hito histórico. “Por primera vez Chile tiene una política nacional minera de largo plazo”, dijo la autoridad.El plan establece metas distribuidas en cuatro pilares -económico, medioambiental, social e institucional- y pretende constituirse en una carta de navegación para la industria minera y el Estado. Tendrá un plan de seguimiento dirigido por el Ministerio de Minería y Cochilco, y la idea es realizar una actualización cada cinco años. Además, el PNM 2050 fue sometido a un proceso de evaluación ambiental estratégica y tendrá un capítulo indígena que se someterá a una consulta pública. Terminadas ambas fases, el PNM 2050 será firmado vía decreto y tanto el gobierno como el Congreso podrán tramitar las normas y leyes para materializar los objetivos. Aquí, algunos aspectos del programa.
Meta 1: Mantener la participación del 28% del cobre a nivel mundial y producir 9 millones de toneladas
El ministro Juan Carlos Jobet dice que Chile ha sido un país minero desde antes de la llegada de los españoles. La minería, afirma en la introducción del PNM, es un pilar de la arquitectura del país y “la frase ‘el cobre es el sueldo de Chile’ forma parte del imaginario popular”.
Chile produce hoy 5,7 millones de toneladas de cobre y dos tercios del total, el 67,5%, proviene de grandes empresas privadas. Codelco representa el 27,8%. La cuota de mercado de Chile en el mundo cayó desde el 36% en 2004, al 28% actual, porque otros actores aumentaron más su producción. El plan nacional pretende mantener esa participación del 28% hasta el 2050, pero aquello exige subir a 9 millones de toneladas a esa fecha, con una meta intermedia de 7 millones a 2030. Es la meta 1 de las 78 listadas en el PNM 2050. Para cumplirlo, y ya que las actuales operaciones disminuirán su producción casi un 30%, Chile requiere nuevos proyectos que aporten 3,7 millones de toneladas en tres décadas (ver infografía). Cochilco ha catastrado, para esta década, 49 proyectos por US$ 74 millones. La meta 2 del programa lanzado esta semana es que, al menos, se ejecute el 70% del total.
“Chile viene perdiendo participación en el mercado mundial de cobre sistemáticamente desde 2004 debido a leyes del mineral más bajas y a que no se han hecho grandes descubrimientos. Por eso, la meta de mantener la participación es desafiante. Cumplirla no solo tiene que ver con acciones que debe realizar la industria, sino también con estar alineados con la mirada de lo que el país quiere y espera de esta industria. El foco no está en producir solamente, sino en cómo producir”, dice Jobet a Pulso.
El año pasado, el 94% de las exportaciones mineras chilenas provino del cobre, y por ello el PNM 2050 se propone diversificar. Una de esos minerales es el litio, que ha seguido una trayectoria similar a la del cobre: aunque ha aumentado su producción, la participación global de Chile cayó desde el 37% en 2016 al 31% este año. La cifra seguirá bajando hasta el 17% en 2030, debido a la expansión de proyectos en otros países. Aun así, la meta es llegar a 450 mil toneladas de carbonato de litio a esa fecha. Chile, según los documentos oficiales, tiene una participación del 44% en las reservas mundiales de litio.
El PNM se autoimpone muchas otras metas entre las 18 que conforman el pilar económico: doblar la inversión anual en exploración greenfield al 2030, elevar un 50% la productividad al 2050 e incrementar en un 20% el aporte que hacen al PIB los bienes y servicios relacionados a la minería en un plazo de 30 años.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, aplaudió esta semana que Chile se fijara un derrotero a largo plazo que marque un camino sustentable para contribuir al desarrollo económico y social, cautelando el medioambiente, “tres desafíos tremendos plasmados en metas concretas y que tiene compromisos específicos no solo de la industria, sino que también de otros actores del país que hacen posible que este camino se materialice”, afirmó.
Meta 20: Participación femenina del 20% al 2030 y del 35% al 2050
Las 15 metas enumeradas en el pilar social del PNM 2050 comienzan con una declaración de intenciones amplia: generar empleos de calidad en el sector. La segunda alude a la participación femenina, escasa en la una industria históricamente masculina. En 2020, de las 247 mil personas que trabajaban en la industria, incluyendo a mandantes y contratistas, el 10% eran mujeres. La meta 20 del PNM aspira a aumentar ese porcentaje al 20% en 2030, y un 35%, al 2050. La meta 21 impone un objetivo aún más ambicioso en cargos directivos, donde se espera que la presencia femenina sea del 25% al 2030, y del 40%, al 2050. Hoy solo el 10,8% de las mujeres que participan en la industria está en cargos de la toma de decisiones, cifra que cae a tan solo el 2,5% en los directorios (ver infografía).
Otra de las metas amplias del PNM es la número 30: reducir la pobreza multidimensional para que todos los territorios mineros se encuentren bajo el promedio nacional 2030. Ese indicador mide educación, salud, trabajo, seguridad social, vivienda, etc. La última Casen, de 2017, estableció que la pobreza multidimensional promedio en el país afectaba al 16,8% de la población. Ese indicador es aún mayor en cuatro regiones mineras: Arica y Parinacota (18,3%), Tarapacá (21,9%), Atacama (19,5%) y Coquimbo (18,6%). La Región de Antofagasta, en cambio, tiene la segunda más baja de todo el país, con el 13,1%.
Otros objetivos del pilar social:
Meta 23: Generar los espacios para alcanzar cero fatalidad, en donde la gran minería tiene estándares internacionales. En una década, el número de fallecidos al año descendió de 45 a 14 personas.
Meta 29: Incorporar la construcción del capítulo indígena a través de un proceso de participación conforme al Convenio 169 de la OIT.
Meta 26: Establecer en 2022 una mesa tripartita entre Estado, empresas y sindicatos para abordar la evolución de la industria, empleos, inclusión y seguridad.
Meta 48: 100% de electricidad para la minería será renovable al 2050
El tercer pilar del PNM alude a una gestión de recursos amistosa con el medioambiente. El cambio climático es un desafío para todas las industrias: la minería emite el 7% de los gases invernaderos del país, a lo que se agrega el 14% proveniente de su consumo de energía eléctrica. La meta 46 del PNM es bajar a la mitad las emisiones de CO2 al 2030 y conseguir la carbononeutralidad en 2040. La meta 48 apunta a que el 100% de los contratos eléctricos tengan fuentes renovables al 2050. Según Cochilco, el 25% de la energía suministrada al sector proviene de fuentes renovables y se espera que al 2023 sea el 50%: en la minería del cobre será el 63% (ver infografía).
La minería del cobre utilizó en 2019 el 18% de las aguas continentales de las zonas donde opera, según Cochilco. La meta 46 es reducir, desde Arica hasta O’Higgins, ese porcentaje al 10% en 2030, y a solo el 5%, en 2050.
Otras metas apuntan a proteger de manera directa los glaciares, y desarrollar un plan de adaptación y mitigación al cambio climático. Ambas, al 2022.
Meta 69: Recaudación tributaria justa en base al margen operacional
El pilar institucional incluye 22 metas. Entre ellas, contar con una política de fomento segmentada y efectiva para la minería artesanal, pequeña y mediana, y generar un plan integral de educación minera al 2022. Pero también varias que interesan e importan a las compañías privadas que operan en el sector.
La meta 70 se propone disminuir a la mitad, en 2050, el tiempo de tramitación de permisos ambientales y sectoriales. El sector, según el reporte, requiere 59 permisos para explorar pertenencias y 213 para operar una faena minera. Un estudio de impacto ambiental, en 2020, promedió los 500 días.
La meta 69, en tanto, se titula así: Maximizar el beneficio social mediante una recaudación tributaria justa, competitiva y transparente en base a margen operacional. El PNM explica que además de los impuestos a la renta (27%) y lo que pagan los accionistas (35%), el sector paga un royalty que depende del tamaño y margen de las ganancias, algo que hoy está en discusión. El Congreso debate actualmente un nuevo royalty que se fijaría sobre las ventas y no ya sobre el margen operacional.
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