Reforma de pensiones: Rodrigo Vergara asegura que es “un buen acuerdo”, pero llama a hacer un ajuste fiscal “desde ya”
"Es una señal importante del sistema político", comentó el expresidente del BC e investigador senior del CEP, sobre el acuerdo que se alcanzó. Respecto del efecto que pudiera tener en el empleo formal, respondió: "Lo veo como un costo, pero como un costo que hay que pagar dado los beneficios que trae para el país".
El expresidente del Banco Central (BC) e investigador senior del Centro de Estudios Públicos (CEP), Rodrigo Vergara, este miércoles acudió a presentar a la Comisión de Hacienda del Senado sobre la reforma de pensiones.
“Me parece que es un buen acuerdo, por supuesto que en todos los acuerdos uno tiene algunas aprensiones (...) pero mirado como acuerdo me parece que es positivo para el país, y además creo que es una señal importante del sistema político, que a mi me toca mucho verlo desde afuera, se ve con bastante interés y algunas veces preocupación, el que no se logren buenos acuerdos”, señaló el economista.
“Concuerdo, comparto la preocupación que manifiesto esta mañana el presidente del Consejo Fiscal Autónomo (CFA), sobre los riesgos de no hacer nada en cuanto a la presión sobre el pilar no contributivo, sobre la PGU, que no solamente es fiscalmente muy oneroso, sino que además produce una serie de distorsiones en el mercado laboral, como la informalidad (...) Me parece una buena política la PGU, sin embargo, creo que tiene un límite, y es muy probable que el límite ya se haya alcanzado. El proyecto es cuidadoso al respecto y pone límites”, comentó Vergara.
En temas más de fondo, el investigador del CEP planteó que con esta reforma hay dos tipos de efectos fiscales: los directos, y los efectos en el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP). “Los principales riesgos fiscales están en los efectos directos, esos son bastante más significativos”, puntualizó.
Explicó que los efectos directos del proyecto se dan por la vía de la PGU; el aumento en la tasa de cotización que implica un mayor gasto público y una menor recaudación tributaria; el aporte al FAPP. Todo eso suma alrededor de 1,2% del PIB. “Es una cifra muy significativa, hoy día estamos con un déficit fiscal bastante más alto que el que se proyectaba, que el que se comprometió, un déficit estructural lo mismo, más alto, y sumarle a eso 1,2% del PIB, sin duda que es algo significativo. Pero además de eso, tenemos que decir que faltan los gastos indirectos. Que pueden ser bastante significativos también”, señaló.
Y agregó que “todo esto descansa en la ley de cumplimiento tributario, que se espera recaudar algo así como 1,5% del PIB. Yo soy bastante escéptico respecto a la posibilidad de recaudar ese monto en la ley de cumplimiento tributario. Ojalá me equivoque”.
Es por eso que el economista planteó que, “dado ese escenario, un escenario de un déficit mayor que el esperado, mayor que el comprometido, y esto que evidentemente debiera aumentar en el tiempo, yo creo que lo que corresponde es hacer ajustes fiscales desde ya (...) ¿por qué no se hace un ajuste de gasto significativo desde ya?”.
Sobre los efectos fiscales en el FAPP, el expresidente del BC comentó: “Cuando uno mira el FAPP, se da cuenta que después de un tiempo pasaría a ser superavitario, y yo tengo algunos problemas con ese superávit. Obviamente prefiero que sea superavitario a que sea deficitario, sino estaríamos bastante complicados. Pero creo que un superávit como el que se plantea ahí, es excesivo en el mediano plazo, y creo que algunas indicaciones o algunos gatillos para ponerle coto a ese superávit, creo que serían bienvenidos”
Al respecto, agregó: “Me produce una cierta inquietud, porque ahí se va a generar un pozo significativo de recursos, que eventualmente puede haber la tentación de ser usados en alguna cosa de la que no estamos hablando en este momento (...) Yo sí pondría gatillos, o mecanismos para limitar el tamaño del FAPP si es que éste empieza a aumentar más allá, o incluso dentro del horizonte de proyección, cuando llegue a ciertos niveles”. En ese sentido, propuso tres medidas: bajar el aporte fiscal, adelantar el ritmo de la caída del préstamo reembolsable de 1,5%, o bajar el aporte del 1% que se destina al bono tabla.
Como tema extra, habló de la elección de consejeros del FAPP. Es que justamente uno de los temas que el CFA recomendó modificar, es el mecanismo de designación del consejo del FAPP mediante la propuesta de duplas al Congreso que se establece actualmente en el proyecto. ”En mi experiencia en el BC, creo que hay más probabilidad de tener consejeros idóneos si se hacen las elecciones de a uno. Las elecciones de a dos sabemos que son cuoteos, hay más política, y por lo tanto, hay menos escrutinio sobre la idoneidad de los consejeros”, comentó Vergara.
¿Qué falta en el proyecto? La edad de jubilación, planteó Vergara. Pero de todas maneras reforzó, hacia el final de su presentación, que “me parece que es un acuerdo positivo”.
Luego de las consultas de los senadores, Vergara habló respecto de los efectos del proyecto en el mercado laboral. “Yo creo que es un punto válido la informalidad en el mercado laboral, es una cosa preocupante, y ciertamente que si uno aumenta los costos laborales va a tener un impacto (...) El punto que yo creo que hay que hacer, es que con todo, Chile necesita un aumento en su tasa de cotización (...) Es necesario un aumento significativo en la tasa de cotización, y los temas de la informalidad hay que atacarlos con las herramientas que hay para eso. Lo veo como un costo, pero como un costo que hay que pagar dado los beneficios que trae para el país, para la sostenibilidad fiscal, para el largo plazo, el aumento de la tasa de cotización”.
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