Trump se apura para flexibilizar regulaciones mineras y aprobar proyectos antes de su salida
Algunos de los pasos que planea tomar el actual presidente de los Estados Unidos serán irreversibles o requerirán que el demócrata reinicie el proceso de elaboración de leyes y regulaciones.
La administración saliente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se está moviendo para flexibilizar regulaciones mineras y dar luz verde a nuevos proyectos minerales antes de dejar el cargo este mes. Su sucesor, Joe Biden, no podrá revertir algunos de estos cambios.
Funcionarios del gobierno dijeron a Reuters que el 15 de enero planean publicar una serie de decisiones que ampliarán el acceso de los mineros a las tierras federales, darán la aprobación final a la mina de litio Nevada de Lithium Americas Corp y entregarán el visto bueno al intercambio de tierras para un proyecto de minería de cobre de Rio Tinto Ltd en Arizona, entre otros pasos.
Biden podrá revertir algunos de los cambios de Trump, especialmente las reglas propuestas bajo revisión regulatoria. Sin embargo, algunos de los pasos que planea tomar el actual presidente de los Estados Unidos serán irreversibles o requerirán que el demócrata reinicie el proceso de elaboración de leyes y regulaciones, un esfuerzo de años, lo que preocupa a los ambientalistas.
“El baile de medianoche de la Administración Trump para impulsar agresivamente estas reglas sigue a cuatro años de destripar la ya débil supervisión ambiental y comunitaria de la industria minera de roca dura”, dijo Lauren Pagel de Earthworks, un grupo de defensa ambiental.
Ley clave firmada en la administración anterior
Este cambio de reglas, que está realizando la administración del republicano, agregaría la minería a una lista de industrias que pueden recibir permisos acelerados, parte de una ley firmada por el ex presidente Barack Obama en 2015, según los registros del gobierno.
La ley, conocida como FAST-41, tenía la intención de simplificar los permisos para proyectos de servicios públicos, como líneas de transmisión de energía.
“El Congreso nunca tuvo la intención de que FAST-41 cubriera el sector minero”, escribió a los reguladores a fines del mes pasado el Representante de los Estados Unidos Raul Grijalva de Arizona, presidente del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, tratando de detener estos cambios.
El gabinete actual también puede permitir el almacenamiento de desechos mineros, conocidos como relaves, en terrenos federales. El cambio propuesto, esencialmente, tipificaría una práctica existente en un área del derecho que, según los ambientalistas, es vaga.
La Oficina de Administración de Tierras, la agencia federal que está considerando la nueva regla, no respondió a una solicitud de comentarios.
Varios legisladores estadounidenses han pedido la destitución inmediata de Trump después de que sus partidarios irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos el miércoles. No está claro si el vicepresidente Mike Pence continuará con los pasos regulatorios de Trump.
Trump podría ejercer su poder bajo la Ley de Procedimiento Administrativo, la que estipula cómo se redactan y hacen cumplir las regulaciones, para finalizar ambas propuestas antes de dejar el cargo, un paso que le requeriría encontrar una “buena causa” para la aprobación más rápida de lo normal.
La Asociación Nacional de Minería, un grupo comercial de la industria, dice que apoya la simplificación de la regulación, especialmente los cambios FAST-41.
“La minería estadounidense es clave para reparar con éxito la infraestructura de nuestra nación”, dijo Rich Nolan, presidente de la NMA.
El equipo de transición de Joe Biden dijo que su administración entrante ``comenzará el mismo 20 de enero a tomar medidas rápidas y audaces en todo el gobierno federal para revertir las políticas dañinas de la Administración Trump, incluidas las que respectan a políticas climáticas y ambientales, para así detener o retrasar las dañinas regulaciones de medianoche de Trump ’'.
Proyectos mineros beneficiados
Los funcionarios de Trump también están a punto de aprobar varios proyectos mineros, o de avanzar significativamente en su proceso de revisión regulatoria.
Se espera que uno de ellos, el proyecto Lithium Americas Thacker Pass en Nevada, sea aprobado el 15 de enero, según un funcionario de la Oficina de Administración de Tierras.
“Ha sido un buen proceso de colaboración con las autoridades estatales y federales. Esperamos con interés la decisión “, dijo Jon Evans, director ejecutivo de Lithium Americas, quienes han estado desarrollando el proyecto durante más de una década. El litio es un componente clave de las baterías de vehículos eléctricos.
Al menos otros 10 proyectos se consideraron lo suficientemente importantes, como para recibir permisos de vía rápida, en pos de la recuperación económica de Estados Unidos después de la pandemia por coronavirus, según una orden ejecutiva que el presidente norteamericano firmó en junio pasado.
Varios proyectos de fertilizantes de oro y fosfato en Nevada e Idaho, respectivamente, también han sido aprobados por Trump recientemente o han experimentado avances importantes en el proceso de permisos.
En Utah, los desarrolladores del proyecto de helio Twin Bridges Bowknot recibieron la aprobación para perforar siete pozos, construir carreteras e instalar tuberías para producir helio en el Labyrinth Canyon Wilderness, un proyecto que los ambientalistas afirman se aceleró a medida que se acercaba la inauguración de Biden.
Un juez emitió una orden judicial temporal al proyecto a finales de diciembre, dejando pendiente una revisión completa.
En Dakota del Sur, la mina de uranio Dewey-Burdock obtuvo varios permisos importantes de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en noviembre, aunque necesitará otros antes de que pueda abrir. La mina, al igual que el proyecto de Rio en Arizona, tiene una fuerte oposición de las tribus nativas americanas que dicen contaminará sus depósitos de agua.
En Arizona, los planes de Trump para aprobar el intercambio de tierras necesario para que Río construya una mina de cobre se han topado con una fuerte oposición de los nativos americanos, quienes consideran la tierra sagrada. Rio despidió a su director ejecutivo el año pasado después de que supervisó la destrucción de sitios indígenas en Australia.
Su nuevo director ejecutivo se ha comprometido a “restaurar la confianza” con los grupos indígenas, aunque los nativos americanos dicen que la compañía está lista para cometer el mismo error en Arizona que en Australia.
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