Vicepresidente del Banco Central no ve que proyecto de 40 horas genere un impacto negativo y valora señal que da su aprobación
"Por un lado macro no lo veo malo. Si hubiera sido como el proyecto original, que era bajar a 40 horas de un paraguazo, sin ningún margen en dos meses, ahí la cosa es diferente", dijo el consejero Pablo García.
El vicepresidente del Banco Central, Pablo García, no ve con malos ojos la puesta en marcha del proyecto de reducción de jornada laboral de 45 a 40 horas semanales. El consejero estima que la iniciativa promulgada no generará un impacto negativo para la economía y sostuvo que, en la forma en que se tramitó, dio buenas señales respecto al funcionamiento político del país.
“Da márgenes de opciones que permite hacer más eficiente las faenas y si aporta paz social, mejor. Por un lado macro no lo veo malo. Si hubiera sido como el proyecto original, que era bajar a 40 horas de un paraguazo, sin ningún margen en dos meses, ahí la cosa es diferente”, dijo García en el marco de una presentación del último Informe de Política Monetaria (Ipom) a estudiantes de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI).
García respaldó su punto agregando que el escenario final del proyecto de 40 horas converge al promedio de horas semanales de los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
“Súper neutro y, en el margen, hasta medio favorable”, agregó la segunda autoridad del ente emisor respecto a la iniciativa que este martes terminó su tramitación en el Congreso.
Sobre otros aspectos que valoró García de la tramitación del proyecto de 40 horas, mencionó cómo avanzó en el Congreso y el respaldo con el que contó por parte de la oposición al gobierno del Presidente Boric: “Yo creo que es una luz de posibilidad respecto a que se puede llegar a un acuerdo razonable”.
En esa línea y en el marco de lo que fue la conversación con estudiantes de la UAI, el vicepresidente del Banco Central resaltó la necesidad de que el sistema político esté funcionado bien para que el Banco Central pueda cumplir con sus funciones.
“Mientras el sistema político aguante, el Banco Central hace la pega. El problema es cuando el sistema político se quiebra (...) Yo decía que para mí fue más difícil enfrentar el estallido social que la pandemia”, apuntó García.
Otra de las contingencias que abordó fue la propuesta de parlamentarios del Partido Socialista (PS) para eliminar el pago en Unidad de Fomento (UF) en temas como la salud, educación, arriendo y créditos hipotecarios.
Ante esto, señaló que “la inflación no se combate con medidas administrativas”, pero también complementó la importancia de que la UF no se transforme en una medida que se utilice en todas las transacciones de las personas en su día a día. Esto, ya que, a juicio de García, generaría presiones inflacionarias.
“Pero más allá de este tema, que habría que investigarlo, no se elimina el problema (de la inflación con la eliminación de la UF). Si voy a eliminar cualquier forma de contrato que no sea el peso chileno, la gente se va a ir a la informalidad y al dólar (...) el problema inflacionario es macromonetario, no es un problema de decisiones específicas”, agregó la autoridad del Banco Central.
El panorama macro
En su exposición, García planteó que todavía la economía se está adecuando tras la expansión del consumo debido a las ayudas masivas por parte del Estado por motivo de la pandemia y los retiros de dinero desde los fondos de pensiones. Ejemplificó que esta necesidad de ajuste de la economía se está viendo que avanza en temas como el empleo, que se mantiene creando pocos nuevos puestos de trabajo en comparación al pasado y los salarios suben menos que la inflación.
En ese sentido, el consejero resaltó que los últimos datos en relación al empleo están siendo “eficientes” en relación al ajuste que necesita la economía.
“No hay fórmula mágica para desaparecer este exceso de consumo que ya ocurrió. Los salarios reales más bajos son una forma de pagar ese consumo previo”, añadió.
Otra consulta respecto a este tema fue qué efectos podría tener para la inflación la retirada de las ayudas del gobierno en materia como la estabilización del precio de los combustibles. García estimó que depende cómo se realice una medida de este tipo, pero se mostró escéptico de que un gobierno avance en esa línea.
“Nos hemos acostumbrados a paquetes de ayudas y magnitudes que no habíamos visto nunca”, dijo.
Finalmente, y en relación a la tasa de política monetaria, el vicepresidente del Banco Central reiteró el mensaje de que quieren que la inflación esté cediendo de forma constante y de no aventurarse a precipitarse a bajar la tasa antes de tiempo: “Queremos ver que el consumo y la inflación subyacente estén bajando”.
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