Zero Project: 10 años trabajando por la Inclusión
Martin Essl, director de Essl Foundation, impulsor global de Zero Project, y Carola Rubia, representante chilena del encuentro para Latinoamérica y directora ejecutiva de la Fundación Descúbreme, cuentan cómo se ha avanzado en temas de inclusión en especial en lo relativo a vida independiente y participación política, el rol de la tecnología y los desafíos para la región y el mundo.
La conferencia internacional sobre la inclusión Zero Project, algo así como los Oscar de la inclusión, se realizó en Viena (Austria) del 22 al 24 de febrero pasados. Por primera vez el encuentro se desarrolló en forma simultánea para la versión global y la de América Latina y el mundo hispanoparlante. En la ocasión, se premiaron 71 iniciativas de 38 países, de las cuales 10 son iberoamericanas y 3 chilenas.
El evento tiene como objetivo compartir y promover soluciones innovadoras para la discapacidad, fortaleciendo una red de más de 6 mil expertos en el tema.
Las iniciativas nacionales que obtuvieron el reconocimiento fueron la plataforma de interpretación en lengua de señas impulsado por la Unidad de Atención Ciudadana del Servicio Electoral de Chile, Servel, para apoyar la participación electoral de las personas con discapacidad auditiva; la Municipalidad de Cerro Navia, con su programa de cuidado y atención a personas sobre los 80 años “plan 80″, que brinda apoyo multidimensional, de vecinos, asistencia jurídica, salud, alimentos y seguridad.
A ambas se sumó la Fundación Vida Independiente con el programa “RED, emprendedores con discapacidad”, el cual consiste en desarrollar un sistema de apoyo en la generación de ingresos para personas con discapacidad y sus familias, así como a organizaciones de y para personas con discapacidad, que se desenvuelvan en una actividad económica independiente.
Cada año Zero Project centra su investigación en un tópico clave de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. En 2022, el programa cumplió 10 años y el ciclo de investigación se dedicó al tema de vida independiente, participación política, y las tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Martin Essl, director de Essl Foundation, impulsor global de Zero Project, y Carola Rubia, representante chilena del encuentro para Latinoamérica y directora ejecutiva de la Fundación Descúbreme,cuentan cómo se avanzó en temas de inclusión en el encuentro de Viena.
¿Cuál fue la motivación de realizar por primera vez la conferencia mundial de Zero Project en conjunto con la de Latinoamérica?
Martin Essl (E): Zero Project Latinoamérica ya ha celebrado tres conferencias regionales de forma autónoma para fortalecer y profundizar el trabajo desarrollado por la inclusión de las personas con discapacidad en la región. Este año cerramos un ciclo de 4 años trabajando juntos y es hora de evaluar qué brechas hemos abordado, qué desafíos nos quedan aún pendientes y dónde podemos aprender unos de otros. El objetivo de combinar las dos conferencias fue profundizar las alianzas y redes de trabajo entre América Latina y el resto de la comunidad global que estuvo reunida en Viena esos días.
Carola Rubia (R): Decidimos hacer la cuarta conferencia al mismo tiempo, porque el tema vida independiente en los países latinos está muy poco desarrollado. Es una temática donde hay mucha experiencia que aprender y adoptar, buenas prácticas que van en distintas áreas, como por ejemplo departamentos construidos para personas con alguna discapacidad, donde viven 4 o 5 personas juntas, tienen un lugar donde comer y les preparan su comida, que ellos pagan con el sueldo de sus trabajos; también la carrera de cuidador o cuidadora, que está reconocida de manera formal, profesionales que van monitoreando sin coartar la vida independiente. Son prácticas que llevan años desarrollándose en Europa. De esta manera, hubo charlas globales invitando a expositores para complementar y acercar estos temas a la comunidad hispanoparlante.
¿Cómo abordaron el tema de la participación política?
E: Uno de los desafíos que aún está presente en muchas partes del mundo es cómo promovemos la participación política plena de las personas con discapacidad. Existen todavía muchas barreras para las personas con diferentes discapacidades, que no se identifican ni reconocen a primera vista. Garantizar que ellas influyan en la participación política y en la elaboración de políticas públicas en toda su amplitud, como garantizar la accesibilidad de los procesos políticos, la autorrepresentación de las personas con discapacidad por sus derechos y para la creación de políticas públicas, y la vida política activa de las personas con discapacidad intelectual.
Considerando el reconocimiento a la iniciativa del Servel, ¿cuál es rol del Estado chileno en los avances de políticas de inclusión?
R: Lo que ha ocurrido en Chile son avances que no han sido borrados por diferencias políticas de los gobiernos; por el contrario, hemos ido avanzando y sumando. Hay que seguir invirtiendo en acceso y sumar al paso siguiente que son los temas de vida independiente y cómo podemos darle un foco a esa vida independiente. En las elecciones presidenciales pasadas se les mencionó a los candidatos que era importante considerar a los cuidadores de personas con alguna discapacidad, que son los papás, mamás, las abuelas, hermanos y que no tienen apoyo; lo hacen todo solos y no van a estar siempre. Entonces, hay que preocuparse de esos cuidadores y eso es un foco que hoy en día no está 100% regulado. También el Servicio Nacional de Discapacidad es solo un servicio y por la cantidad de recursos que se requiere de manera transversal en la sociedad, la discapacidad debería tener una subsecretaría o un ministerio, tal como en los países del primer mundo, donde es llamado Ministerio de Inclusión.
¿Cuáles son los principales retos por abordar en relación con la vida independiente y la participación política a nivel global?
E: Ambos temas suelen enfrentarse a una gran discriminación al momento de ejercer sus derechos a la participación política y a la vida independiente. En cuanto a la participación política, por ejemplo, para contar con la información relativa a los procesos electorales clara y fácil de comprender, como lo desarrollado por el Servel. Y en cuanto a la vida independiente, las personas debiesen contar con todas las herramientas para decidir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir, o tener acceso a servicios de apoyo como la asistencia personal, donde también Chile destacó con su iniciativa presentada por la Fundación Vida Independiente, un programa de apoyo integral a emprendedores con discapacidad, promoviendo formas alternativas de acceder al mercado laboral y de esta manera avanzar en la vida autónoma. Es importante promover la inclusión y garantizar la accesibilidad a todos, siguiendo siempre el principio de “Nada sobre nosotros sin nosotros”. Esto significa que cada proyecto que incide en las vidas de las personas con discapacidad debe desarrollarse junto a ellas, ya que son quienes conocen de mejor manera las barreras a las que se enfrentan y cómo abordarlas.
¿Cómo la tecnología puede ayudar a superar las barreras a la inclusión de las personas con discapacidad?
E: La tecnología es el factor más importante a la hora de crear accesibilidad, ya que el apoyo digital puede mejorar enormemente la vida de una persona con discapacidad. Algunos ejemplos de esto son la tecnología háptica para dispositivos móviles o aplicaciones de descripción visual. Sin embargo, hay innovaciones más complejas que no son tan fáciles de captar. La tecnología cambia las reglas del juego, pero también puede convertirse en una nueva forma de discriminación. Ese es el peligro de la inteligencia artificial (IA), por ejemplo. Si bien existen iniciativas como una aplicación que ayuda a personas ciegas a recoger sus paquetes en la oficina de correos, o una que traduce instantáneamente la voz a lengua de señas en el smartphone, también se ha demostrado que la IA está especialmente sesgada contra la discapacidad, por eso es fundamental incluir a las personas con discapacidad en todos los procesos, desde el diseño en adelante.
R: La tecnología sin duda ha sido una herramienta clave, abre los accesos en materias laborales, por ejemplo. Lo que ocurrió en pandemia, fue una gran ganancia en este ámbito. En nuestro caso, para impartir cursos de capacitación facilitamos tablets, chips con mejores conexiones a internet, implementos que permiten poder trabajar mejor, desenvolverse en los trabajos, que a medida que se masifiquen permiten mejores accesos.
¿Las empresas cómo pueden incidir en la inclusión de las personas con discapacidad?
E: Las empresas son un actor con gran poder de cambio para la inclusión. Por un lado, la Organización Mundial de la Salud estima que más del 15% de la población global tiene alguna discapacidad y que continúa en aumento. Hoy, el sector privado trabaja sobre la base de elevar el acceso de las personas con discapacidad al mercado laboral formal y garantizar la inclusión al interior de las organizaciones. También deben considerar a las personas con discapacidad como consumidores: se estima que el poder adquisitivo de los hogares con discapacidad controla más de US$13 billones.
R: Los avances que ha tenido Chile en materia de inclusión, con la incorporación de personas con discapacidad a los trabajos y el gestor en inclusión, va generando el cambio y permite que las personas sepan cómo ayudar y en qué áreas necesitan apoyo. Eso va cambiando a las empresas. Si bien la cifra pareciera baja en comparación a los países del primer mundo, ya es un avance muy importante porque cada vez hay más espacios para el desarrollo laboral. Por otra parte, las personas mayores van presentado dolencias que se traducen en algún grado de discapacidad, en ese sentido y con una población que va envejeciendo, es necesaria una oferta laboral que brinde las facilidades para que puedan seguir desarrollándose de manera independiente.
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