Tasas de largo plazo aún en niveles bajos: una posible explicación

A marzo, los inversionistas extranjeros mantenían un stock de títulos de Tesorería por cerca de US$8.000 millones. Por Antonio Moncado




AL analizar el comportamiento de las tasas de instrumentos de largo plazo en Chile, observaríamos que el desempeño de nuestros bonos ha sido distinto al de otros comparables de la región.

En primer lugar, sorprende observar un rendimiento como el del BTP-10 aún por debajo de 4,5%, viendo el comportamiento que han tenido otras economías como Brasil, Perú y en menor medida, Colombia.

Por otro lado, la consolidación del proceso de normalización monetaria en EEUU, y los incrementos recientes en el Treasury-10, tampoco han podido generar movimientos en nuestros bonos de largo plazo.

En mi opinión hay dos explicaciones a este fenómeno. La primera de carácter más económico estaría asociada a una menor expectativa de crecimiento potencial, que ha llevado a un menor nivel de tasa neutral respecto de períodos anteriores. Estas variables estarían incorporadas en los valores de instrumentos de largo plazo, por tanto, se podría atribuir al actual ciclo económico, la imposibilidad de observar niveles de tasas más elevados.

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La segunda explicación, de carácter de mercado, ha estado asociada al significativo incremento de tenencias de instrumentos de deuda por parte de inversionistas extranjeros. Las medidas de facilidad que ha implementado el Ministerio de Hacienda respecto a la introducción de no residentes en el mercado local, ha favorecido una mayor influencia de estos actores en la tenencia de instrumentos de deuda, los que a cifras del mes de marzo ya totalizaban un stock de títulos de Tesorería por cerca de US$8.000 millones. Esta cifra representa un alza de cerca de 380% respecto a igual período de 2017, y no se observa cifra similar en la serie proporcionada por el Banco Central.

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En este sentido, la mayor influencia de inversionistas extranjeros es una buena noticia, ante el atractivo que genera nuestro mercado para estos actores, pero supone un riesgo significativo en un contexto de expectativa de mayores tasas en el mundo desarrollado. La velocidad con la que podrían revertirse estas inversiones es distinta a la de actores locales como las AFP, pudiendo generar mayor volatilidad a la que estábamos acostumbrados. Lo anterior supone cautela y mayor análisis en la permanencia de los niveles actuales de tasas de largo plazo. P

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*El autor es economista de BCI Estudios.

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