Una estrategia de gestión de la diversidad
Por Carola Rubia.
Varios países de Iberoamérica y la OCDE cuentan con leyes que incentivan la inclusión laboral de personas con discapacidad, algunos establecen un sistema de incentivos tributarios y otros el sistema de cuotas obligatorias de contratación para este colectivo, tanto en el sector público como privado.
Países como España, con un 2% de obligatoriedad; Argentina, con 4%, y Brasil con un rango entre el 2% al 5% según cantidad de trabajadores, dan testimonio de que este tipo de medidas efectivamente constituyen una herramienta de fomento del empleo.
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Desde abril, entra en vigencia en nuestro país la ley que incentiva la contratación de personas con discapacidad a través del establecimiento de un 1% de contratación obligatoria de este colectivo en empresas de 100 o más trabajadores. La iniciativa tiene como objeto fomentar el acceso y permanencia de las personas con discapacidad en un mercado laboral abierto, inclusivo y accesible.
Según el último Estudio Nacional de Discapacidad, sólo el 42,8% de las personas con discapacidad participa del mercado laboral, lo que en rigor no implica que este grupo realice un trabajo remunerado y mucho menos en igualdad de derechos como el resto de las personas, por lo que en realidad no conocemos cuáles son las condiciones laborales en que este colectivo se desempeña.
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En este contexto, la ley de inclusión laboral pretende ser una herramienta de fomento del empleo, abriendo más de 27.500 plazas laborales para personas con discapacidad, lo que supera la discusión sobre la real necesidad de este sistema.
Hoy, uno de los principales desafíos para el sector empresarial es transformar una actividad en una estrategia de negocio sustentable, visibilizando en la gestión de la diversidad una captura de valor, lo que permite ir más allá de la inclusión laboral como una actividad aislada en base a una motivación filantrópica o asistencialista.
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En este sentido, la promulgación de la ley es un avance por sí mismo, ya que ha incrementado el interés de las empresas respecto a formar equipos de trabajo diversos, que incluyan a las personas con discapacidad como colaboradores productivos.
En 2017, contactaron a Fundación Descúbreme 756 compañías, para pedir apoyo tanto en sus procesos de inclusión laboral como en construir una política y estrategia de diversidad e inclusión. Sólo entre enero y febrero del presente año ya hay 118 empresas que se han acercado porque les preocupa saber con cuántas personas con discapacidad cuentan hoy y como pueden hacer de esta ley una oportunidad.
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Nuestra experiencia con más de 100 empresas y 227 personas con discapacidad cognitiva nos permite responder que efectivamente esto constituye una oportunidad, no para hacer responsabilidad social, sino para identificar las brechas en términos de diversidad, entendiendo esta más allá de la inclusión de ciertos colectivos, sino que desde la consideración de todos los grupos de interés.
Las personas con discapacidad no sólo son colaboradores, también son clientes, proveedores y parte de la comunidad en que impactamos. Por lo mismo, invitamos a todas las compañías que nos contactan a transformarse en empresas inclusivas con una cultura que valora y respeta la diversidad en todos los ámbitos, y por lo mismo contar con colaboradores con discapacidad se vuelve tan relevante para ello.
Desde esta perspectiva, hoy en día las empresas pueden evaluar su gestión, para lo cual construimos en conjunto indicadores que hablen del impacto de este tipo de programas, no sólo en términos de ausentismo, rotación o productividad, sino también de sostenibilidad.
Es fundamental que las empresas se comprometan con la inclusión de personas con discapacidad: desde la formación hasta la contratación y el desarrollo de una carrera. Es así que el 59% de los procesos de inclusión laboral que hemos desarrollado cuentan con más de un año de permanencia en el puesto de trabajo, lo cual es fruto de un trabajo colaborativo entre la persona con discapacidad, su familia, la empresa y la metodología de empleo con apoyo que aplicamos desde Fundación Descúbreme.
Previo a la promulgación de la ley de inclusión laboral, las empresas que más abrían sus puertas a los procesos de inclusión eran aquellas pertenecientes a la industria del retail y manufacturera, sin embargo, desde que fue promulgada la ley 21.015 en junio, nos han contactado empresas de todos los sectores, desde la industria naviera, pesquera, pymes, entre otras, por lo que efectivamente esta iniciativa ha impulsado el cambio. Lo importante es que desde este interés comencemos a validar el rol productivo de las personas con discapacidad.
Directora ejecutiva de Fundación Descúbreme
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