La jugada de Morales para conseguir el apoyo de Macri

El protagonismo del mandatario boliviano en la previa del cambio de mando de hoy no fue al azar. Fue el único presidente que estuvo con Cristina Fernández en su último discurso en la Casa Rosada. Luego de eso, no perdió el tiempo y bien entrada la noche, jugó fútbol con el presidente electo.




A Evo Morales no le gusta pasar desapercibido. A lugar que viaja, le importa dejar una estampa, últimamente bajo una sola consigna: la demanda por una salida soberana al mar interpuesta en contra de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ). Y  ayer no fue la excepción, pues la agenda que tuvo el jefe de Palacio Quemado en Buenos Aires no fue nada casual.

En primer lugar, fue el único presidente que acompañó a la presidenta saliente Cristina Fernández en su último discurso en la Casa Rosada. Morales la escoltó hasta que la viuda de Néstor salió por la puerta principal del palacio de gobierno. Allí, Morales terminaba de abrazar la sintonía ideológica que lo acercaba a Argentina.

Pero tras ello, en vez de ir a descansar hasta su hotel, logró organizar un partido de fútbol con el ahora presidente argentino, Mauricio Macri. Encuentro que hasta último minuto estuvo en duda, pero que gracias a un acomodo de agenda del nuevo mandatario trasandino se pudo realizar en horas de la noche en las canchas techadas de Boca Juniors, el club de Macri. Así, Evo con la camiseta de su selección, y Macri con la xeneize, pusieron la pelota contra el piso. Morales conseguía una distendida foto con el nuevo gobernante, buscando un acercamiento, más allá de las ideologías.

Para el analista internacional de la Universidad Adolfo Ibáñez, Guillermo Holzmann, esta agenda de Morales en la capital trasandina forma parte de la fuerte campaña mediática que el gobierno boliviano viene desarrollando hace un tiempo ante la comunidad internacional:  "Es parte de la búsqueda de Evo Morales de mantener una presencia en los medios, mantener un posicionamiento mediático tanto para la opinión pública de su país como en América Latina, a sabiendas que apareciendo con Cristina Fernández, dada la relevancia claramente va a tener cobertura. Y lo mismo después con Macri.  Por un lado está con Fernández, con quien tiene sintonía ideológica y por otro con Macri tiene un sentido pragmático", sostuvo el académico.

Pero más allá de esto, ¿hay una intención clara por buscar el apoyo argentino ante la demanda marítima? Para Holzmann sí la hay: "Claramente Morales va a plantearle la demanda marítima y va a tratar de buscar que Macri haga alguna declaración. Evo lo quiere es tener la posibilidad de hablar con el presidente de Argentina y de hacerle ver su posición. Va a tratar de neutralizar un apoyo explícito que pueda hacerle Macri a Chile", apuntó.

Sin embargo, Macri ya hizo una breve declaración al respecto en su visita el pasado viernes a Chile antes de ser investido, manteniendo  la neutralidad, pese a la lectura de apoyo que hizo parte de la prensa boliviana. En La Moneda el entonces presidente electo expresó: "No llegamos a ahondar en ese tema (la demanda) con la Presidenta Bachelet, pero esperamos que dos pueblos hermanos encuentren una solución".  En ese mismo encuentro sí se abordó lo que puede ser una de las principales tareas que Bachelet y Macri se comprometieron a revisar: el corredor bioceánico. Proyecto que lleva años sin tener ningún avance concreto.

En tanto, desde el Parlamento chileno hubo algunas voces de rechazo a esta jugada de Morales con Macri.  A través de su cuenta de Twitter el diputado Jorge Tarud, emplazó a la cancillería a no quedarse de brazos cruzados: "Evo jugando fútbol con Macri y acá qué dicen", escribió en la red social.

En tanto, la presidenta Bachelet tiene prevista una reunión de carácter protocolar con Macri en horas de esta tarde, encuentro que en un principio había sido descartado por las autoridades chilenas.

El complejo arribo  de Macri a la Casa Rosada

Macri tomó posición del mando muy a la argentina, lleno de complicaciones e improvisaciones. Así luego del  caos en que se transformó el cambio de mando, tras la medida cautelar que hizo que el mandato de Fernández terminará a las 00:00 horas de ayer y la pugna que hubo por el lugar en donde se llevaría a cabo la ceremonia, la Casa Rosada o el Congreso, finalmente el ingeniero civil juró ante la Asamblea Legislativa pasado el mediodía de hoy, en una ceremonia encabezada por el presidente interino, Federico Pinedo y sin la presencia de Cristina K.

En casi veinte minutos de discurso, Macri resaltó que su gobierno se centrará en tres grandes pilares: la pobreza, el combate al narcotráfico y la unión de los argentinos. Así también, tuvo duras palabras a la gestión anterior, resaltando que en su mandato no habrán mentiras: "no más datos falsos, quiero pedirles que nuestro lugar de encuentro sea la verdad", expresó. Ello en directa alusión, por ejemplo, a los datos oficiales de inflación que nunca han podido ser transparentados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) de Argentina. También, se refirió a la corrupción y a la necesidad de tener una justicia independiente. Macri traspaso transversalmente todas las más severas críticas que se han venido haciendo a la era K. Finalmente, hizo un llamado a la unidad y a aprender del "arte del acuerdo".

Pero ahora, luego de las ceremonias protocolares que culminarán por la noche con una gala en el tradicional Teatro Colón de la capital porteña, viene el proceso de inicio del trabajo. Y ante esto, fuentes del nuevo gobierno, señalaron que el principal problema es la falta de información. Incluso, la misma fuente contó a Que Pasa, que se estaban llevando computadores de algunas dependencias públicas. En ese sentido, una de las primeras tareas que tendrán las nuevas autoridades, será la de auditar el estado de las finanzas de cada ministerio.

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