CEO de Lego quiere combinar los bloques con aplicaciones
El plan busca revertir la caída en las ventas en 2017, el primer revés de la empresa en la última década.
El hombre a cargo de Lego quiere fusionar los emblemáticos bloques de construcción de este fabricante de juguetes con dispositivos digitales, a fin de revertir la caída en las ventas.
"Lo vemos como una vía para mantener a los niños interesados más tiempo, así como para ampliar la audiencia a grupos de mayor edad", dijo el máximo responsable, Niels B. Christiansen, en una entrevista. "Estamos trabajando mucho en esta área y queremos hacer más".
Christiansen, quien se convirtió en el principal ejecutivo en octubre, está tratando de mantener la relevancia de Lego en una generación de niños, cuya obsesión con las pantallas ha hecho perder popularidad a los juguetes físicos. Lego ha tenido resultados mixtos con sus incursiones digitales. Si bien The Lego Movie estrenada en 2014 y algunos de los videojuegos de la empresa fueron exitosos, su gran apuesta en 2010 para computadores, Lego Universe, que permitía jugar a varias personas en simultáneo, fue un fracaso.
Christiansen asegura que los bloques de construcción básicos seguirán siendo el foco, a medida que Lego diseña nuevos productos. El ejecutivo puso como ejemplo a Lego Boost (que permite a los niños construir sus propios juguetes y luego programarlos para que se muevan usando una aplicación en un teléfono móvil) como un ejemplo de lo que le gustaría ver más.
"Necesitamos enfocar a Lego en las cosas correctas", afirmó. "Debemos tener productos fuertes e innovadores".
Christiansen asumió el cargo precisamente cuando el mayor fabricante europeo de juguetes ponía fin a una década de aumento de ingresos y utilidades. Solo entre 2010 y 2015, las ventas aumentaron más del 100 por ciento, a medida que el entonces máximo responsable, Jorgen Vig Knudstorp, devolvió ganancias récord a los propietarios, la multimillonaria familia Kirk Kristiansen.
Pero el crecimiento se produjo a un ritmo que la empresa danesa definió como "sobrenatural" y la organización simplemente se volvió demasiado grande.
En 2017, las ventas y las ganancias se derrumbaron y Lego tuvo que reducir sus inventarios, que estaban basados en proyecciones excesivamente optimistas.
La empresa recortó 1.400 empleos, cerca del 8 por ciento de su fuerza laboral.
Christiansen asegura que la reestructuración ha terminado, y espera que las ventas vuelvan a crecer a partir del próximo año.
"Ahora nos estamos enfocando en algunas prioridades y usando nuestra nueva estructura para mover más decisiones más cerca de los consumidores y el mercado", dijo el ejecutivo. "Es obvio que ganaremos en el largo plazo siendo los más innovadores".
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