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La investigadora María José Galotto en su laboratorio de la U. de Santiago. Foto: Luis Sevilla

Científicos entran al debate de la prohibición de las bolsas plásticas

Entre los investigadores existe consenso en que se debe regular su uso, sin embargo, difieren en la necesidad de incluir a las denominadas como biodegradables.


Horas antes que el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, anunciara el fin de las bolsas plásticas en los supermercados de la comuna, en la Universidad de Santiago, la investigadora María José Galotto, responsable del laboratorio de envases del plantel, cuestionaba la iniciativa del gobierno de prohibirlas en todo Chile y que ya fue aprobaba por la Comisión de Medio Ambiente del Senado esta semana.

Galotto, quien participó de una pauta junto Nicolás Bär, director de la Asociación Gremial de Industriales del Plásticos, explica que es partidaria de regular su uso pero que la propuesta del Ejecutivo está mal diseñada, porque si bien busca restringir la entrega en el comercio de bolsas elaboradas con polímeros derivados del petróleo (polietileno y polipropileno), la industria perfectamente podría usar otra materia prima, provocando el mismo efecto cuando se transforman en un residuo.

"El polietileno (del petróleo) no es el único que hay. Hay polietileno que proviene de fuentes naturales renovables que tiene un menor impacto medioambiental, pero que tiene el mismo impacto cuando pasa a ser un residuo", dice.

Agrega que es necesario regular las bolsas, porque hoy se entregan en forma irracional, pero en ningún caso prohibirlas, porque se pueden usar materiales alternativos y biodegradables.

Sin embargo, el proyecto del gobierno también restringe estas últimas, ya que han constatado que no existe una norma técnica que permita certificar la biodegradabilidad de las bolsas de polímeros no renovables en condiciones naturales.

"Las bolsas plásticas biodegradables requieren de procesos industriales para su degradación, por lo que sin las condiciones adecuadas, una bolsa de estas características puede producir los mismos impactos que una bolsa no biodegradable en el medio ambiente", explican desde el Ministerio de Medio Ambiente.

Pero la investigadora asegura que existen polímeros biodegradables que permiten hacer materiales plásticos con esta característica. "Estos luego son degradados en condiciones de compostabilidad y en 30 días e incluso menos el material ha desaparecido e incorporado al compost (…). Eso está regulado a nivel internacional y hay normas y estándares que nos permiten determinar cuándo una bolsa es biodegradable, cuándo es compostable y cuándo no es ecotóxica", afirma la experta, que hoy trabaja en la universidad en un proyecto de este tipo.

Luis Cifuentes, ingeniero y profesor del Centro de Medio Ambiente de la U. Católica, también está de acuerdo con regular, aunque plantea reparos a la inclusión de las biodegradables en la ley.

"Me parece exagerado incluirlas en esta lista. El gobierno dijo que no hay ninguna que realmente lo sea, pero no puedes limitar la posibilidad de que en el futuro existan materiales nuevos. No podemos negarnos a la posibilidad de innovación. Deberían aceptarlas, pero bajo ciertas normas. Me parece una mala forma de regularlo", explica.

En cambio, Humberto Palza, doctor en Ciencias de la Ingeniería de la U. de Chile, estima que las biodegradables no son opción. "El problema de estas es que no las puedes reciclar, tienen muchos problemas para ello. No son tan estables como una bolsa tradicional. La primera opción es evitar sacar al mercado productos plásticos y la segunda es reciclar. Si la ley excluye las bolsas, creo que va por un buen camino".

"Hay materiales que son biodegradables que pueden generar efectos negativos al medioambiente, que van desde problemas en las aguas residuales, espuma y cosas de ese estilo", agrega el investigador, partidario de la prohibición total.

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