El Gobierno de EE.UU. le dará permiso de trabajo a medio millón de venezolanos que entraron irregularmente
El programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) permite que los migrantes que entran por vías irregulares a Estados Unidos gocen de beneficios para descongestionar el sistema.
Protección contra la deportación y acceso a permisos de trabajo. Ese fue el anuncio del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés) que beneficiará a 472.000 migrantes venezolanos que entraron irregularmente al país antes del 31 de julio de 2023.
Según establecieron las autoridades estadounidenses, la razón detrás de estas facilidades es “por las condiciones extraordinarias y temporales en Venezuela que impiden que las personas regresen de manera segura”.
Pero, en realidad, se trata de una extensión, pues anteriormente, el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) — el beneficio migratorio temporal que otorga el Gobierno de los Estados Unidos a los nacionales de un determinado país— regía para los venezolanos que entraron hasta marzo de 2021.
Por qué el Gobierno de Estados Unidos le dio permiso de trabajo a venezolanos irregulares
Por un periodo de 18 meses, los venezolanos que ingresaron a Estados Unidos por vías irregulares podrán gozar de protección contra la deportación y acceso a permisos de trabajo.
El anuncio llegó después de que los alcaldes de distintas ciudades en el país denunciaron que existe un “desborde” con el aumento de la llegada de migrantes. Por ello, los ediles pidieron ayuda a Joe Biden, presidente de EE.UU., para facilitar permisos de trabajo y, de esta manera, descongestionar los servicios sociales que les prestan apoyo.
“Es fundamental que los venezolanos comprendan que aquellos que llegaron aquí después del 31 de julio de 2023 no son elegibles para dicha protección y serán expulsados cuando se determine que no tienen una base legal para quedarse”, declaró el DHS en un comunicado.
Según informó la cadena estadounidense CBS News, el Estatus de Protección Temporal es un recurso que Biden ha estado utilizando en “una escala sin precedentes”, acogiendo no solo a los migrantes venezolanos, sino también los que provienen de Afganistán, Camerún, Etiopía, Haití, Myanmar, Sudán y Ucrania.
Además, el presidente también renovó los programas para los migrantes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Nepal.
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