“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza
“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza. Foto: archivo.

“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza

Personas que han sido liberadas cuentan que han quedado con secuelas tanto físicas como psicológicas, a raíz de los eventos traumáticos que les tocó vivir.


Fue el pasado 7 de octubre de 2023 cuando el grupo militante Hamas realizó una ofensiva directa contra Israel.

En dicho episodio, sus soldados asesinaron a 1.200 personas y capturaron a unas 250 como rehenes.

Tras la ofensiva de Hamas, las fuerzas israelíes respondieron con ataques permanentes en la Franja de Gaza.

Estos provocaron más de 47.000 muertes, según denuncian las autoridades sanitarias locales.

Junto con ello, gran parte de los edificios del territorio quedaron destruidos.

A mediados de enero de 2025, tras más de 15 meses de guerra, las partes llegaron a un acuerdo de alto al fuego, el cual ha incluido intercambios de rehenes y prisioneros.

Sin embargo, todavía quedan decenas de israelíes en cautiverio.

Las personas que han sido liberadas de Gaza a lo largo de la guerra relatan que han enfrentado una serie de problemas, a raíz de los eventos traumáticos que les tocó vivir.

Según declararon ex rehenes al Wall Street Journal, quienes permanecen recluidos en Gaza están detenidos en túneles.

Dijeron que es probable que estén famélicos y que hayan sufrido abusos psicológicos y, en algunos casos, físicos.

Tanto ex rehenes como familiares y terapeutas que están tratando a antiguos cautivos han afirmado que los ya liberados se enfrentan a una larga y dolorosa recuperación.

“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza
“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza. Foto: archivo.

Qué relatan los rehenes que han sido liberados de Gaza

Personas que fueron capturadas por Hamas y luego liberadas contaron al citado periódico que la situación les dejó secuelas tanto físicas como psicológicas.

Muchas de ellas no han regresado a sus hogares y esperan reconstruir sus vidas en nuevas viviendas, generalmente más alejadas de la frontera con Gaza.

El argentino de 71 años Luis Har, quien fue secuestrado el 7 de octubre de 2023, contó: “Ya no duermo mucho por la noche. Mi cabeza está llena de pensamientos”.

“Muchas veces, un ruido, una motocicleta o una ambulancia, te hace regresar de inmediato. Tienes que decirle a tu cuerpo que estás aquí, que no estás allí”.

Har fue rescatado por comandos israelíes tras permanecer 129 días en cautiverio.

La ciudadana franco-israelí de 22 años, Mia Schem, figuró en uno de los primeros videos de los rehenes que se difundieron en los días posteriores a la ofensiva.

En conversación con el Journal, la joven aseguró que “los sentimientos de Gaza no desaparecen”, aunque algunos días recuerde lo que vivió como una especie de película o una experiencia que le ocurrió a otra persona.

“La gente piensa que estás fuera, que estás a salvo y que se acabó. Pero no es así. Cada día es una batalla para levantarse y luchar”.

Schem dijo que recuerda vívidamente lo que vio en el festival de música Nova, evento en el que fue capturada y en el que casi 400 personas fueron asesinadas.

También, agregó, recuerda gritos desgarradores de mujeres a las cuales no podía ver, pero que cree que estaban siendo abusadas.

La diseñadora de joyas de 41 años, Moran Stela Yanai, también fue secuestrada en el festival.

Tras su captura, permaneció detenida en espacios oscuros por 51 días.

Por ese motivo, comentó, hoy no puede tolerar estar en espacios cerrados por más de unos minutos.

Cuando no está afuera, pasa la mayor parte del tiempo en el patio de su departamento.

“Es mi espacio seguro”, dijo Yanai, quien lleva una pulsera de plata en la que se lee la palabra “guerrera”.

Afirmó que no puede entender por qué sobrevivió, mientras que otra rehén de la que se hizo amiga fue asesinada por sus captores, cuando el ejército israelí se acercó al túnel en el que estaban detenidas en Gaza.

Se llamaba Carmel Gat, de 40 años.

En palabras de Yanai: “Somos como una imagen reflejada”.

“Ella hacía yoga. Yo hacía pilates. Ambas tratamos de comunicarnos con nuestros captores. Entonces le pregunto a Dios: ‘¿Por qué la elegiste a ella y no a mí?’”.

Esa es la pregunta que me acompañará el resto de mi vida. A veces siento que cometió un error. Tal vez ella era una mejor persona. Tal vez debería haber sido salvada”.

La mujer de 41 años perdió gran parte de su audición mientras estuvo retenida en Gaza, por lo que ahora usa audífonos.

De la misma manera, sus piernas se rompieron durante el secuestro, por lo que ha tenido múltiples cirugías en estas desde que fue liberada.

Por su parte, Schem recibió un disparo en el brazo mientras intentaba escapar del festival.

Contó que su codo quedó destrozado y que, después de cuatro cirugías, su brazo derecho es unos centímetros más corto que el izquierdo.

También desarrolló epilepsia, tras permanecer retenida por alrededor de 50 días en una habitación, en la que era vigilada por un sujeto armado.

Durante ese periodo, apenas pudo dormir.

“Mi cuerpo todavía está tenso”, dijo Schem.

Yanai relató que los rehenes eran obligados a suprimir sus emociones.

“Nos castigaban por llorar, por reír, por extrañar a nuestros padres”.

“Quieren que seas un robot, que actúes de acuerdo con sus necesidades. Una vez lloré y me golpearon por eso. Entonces, cuando vino y me gritó por llorar, simplemente paré. Pensé: ‘Está bien’”.

“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza
“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza. Foto: archivo.

Cómo es la recuperación de los rehenes que han sido liberados de Gaza

Los terapeutas que atienden a pacientes que fueron liberados aseguraron que muchos de ellos, incluidos los niños, sufren un trauma complejo.

La especialista en este ámbito de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Ofrit Shapira Berman, dijo al Journal que los antiguos rehenes suelen quedar con “la sensación más profunda de que debes entregarte para salvar tu vida”.

Muchos de ellos, agregó, enfrentan dificultades para relacionarse con otras personas.

Todos los ex rehenes que hablaron con el citado medio aseguraron que tienen problemas para interactuar con quienes que no tienen conexión alguna con el 7 de octubre de 2023.

“La mayoría de nosotros tenemos amigos diferentes ahora”, comentó Yanai.

“No es que me peleara con mis viejos amigos. Es solo que esas amistades se desvanecieron. Siento que ya no puedo tener una conversación normal”.

Los ex rehenes y sus familias contaron que pueden pasar varias semanas, incluso meses, para que puedan desarrollar una relación normal con la comida y el agua.

Algunos de los ex cautivos precisaron que, cuando estuvieron en Gaza, cada uno recibía un pan de pita al día.

Para hacer que durara, solían partirlo en trozos pequeños.

Varios de los ex rehenes han encontrado un sentido de propósito al ayudar a presionar para la liberación de los cautivos que faltan.

Lo anterior, además de ayudar a sus familias a lidiar con la situación.

Los terapeutas que han tratado a menores que fueron secuestrados el 7 de octubre de 2023 afirmaron que algunos de los niños volvieron a mojar la cama y buscan dormir con sus papás.

Avihai Brodutch es padre de una familia que fue abordada el día de la ofensiva.

Se enfrentó a los secuestradores, pero aunque terminó herido, pudo escapar.

No obstante, sus tres hijos —de 11, 9 y 5 años— y la madre de los menores, Hagar, fueron capturados.

Los atacantes también capturaron a una niña de ahora 4 años que apareció en la casa de la familia cubierta de sangre. Sus padres estaban muertos.

La familia de Avihai y esta última estuvieron en cautiverio durante casi dos meses antes de su liberación.

“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza
“Hay mucho miedo”: los trágicos relatos de la nueva vida de los rehenes liberados de Gaza. Foto: archivo.

Según contó, el menor de sus hijos, cuando fue atendido en un hospital, guardaba el pan debajo de la almohada, para así comer más tarde.

“Como judío, creces con historias del Holocausto y las imágenes de estos cuerpos demacrados. Y ahora tu familia ha pasado por esto”, dijo Avihai.

Refiriéndose a cómo han cambiado las dinámicas desde que su familia fue liberada, dijo: “Antes, oían sirenas (que alertaban de un ataque con cohetes) y entraban”.

Pero nunca había miedo. Ahora, hay mucho miedo. Si se cierra una puerta de golpe o hay un ruido fuerte afuera, les preocupa que entre gente y tire abajo sus puertas”.

A los niños, que perdieron un año escolar, les cuesta ir al colegio por más de tres días a la semana.

Uno de ellos, el del medio, rara vez pasa un día entero sin pedir que su madre vaya a buscarlo.

En el colegio le facilitaron un tutor que trabaja con él individualmente, dijo Avihai.

En cuanto al trato con sus compañeros, dijo que “los otros niños son súper amables con él”.

“Han sido increíbles. Pero él simplemente no quiere estar en el aula”.

Los terapeutas consultados por el Journal dijeron que la mayoría de los niños que fueron rehenes no quieren terapia, porque quieren tratar de olvidar.

A esto se le suma que algunos de ellos relacionan lo que vivieron con sentimientos de culpa.

Avihai enfatizó que los menores, mientras eran llevados a Gaza por sus captores, “vieron cadáveres por todas partes y casas en llamas”.

“Muchos de mis amigos y vecinos a los que conocíamos bien vieron a sus familias asesinadas. Así que ahora es parte de nuestra vida: la muerte”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.