¿Invitados inesperados? 8 consejos para fingir una casa limpia
¿Cómo convertir tu casa en un lugar decente, en el poco tiempo en que se demorará ese indeseado invitado en llegar? Estas recomendaciones podrían salvarte.
Estás echado en tu sofá, viendo videos en tu celular, cuando, ¡sorpresa! Te llega un mensaje: un familiar, o tu suegra, o tu mejor amiga pasará por tu casa en menos de 30 minutos, pero, ¡no estás preparado! Tu entrada está llena de zapatillas desordenadas, los platos de la cena de ayer siguen sin lavarse y los pelitos de tu mascota están volando en el aire.
¿Cómo vas a convertir tu casa en un lugar decente, en el tiempo que se demorará ese inesperado e indeseado invitado en llegar?
“Si tienes prisa por hacer que las cosas parezcan aceptables, en realidad se trata de percepción”, explicó Becky Rapinchuk, quien tiene un blog de limpieza, a The Washington Post. “Hay que concentrarse en dónde estará la gente, no en limpiar toda la casa”.
Esta es la recopilación de los mejores consejos para simular que tu casa esté lo suficientemente limpia y ordenada.
1. Considera quién es tu invitado y por qué va a tu casa
Antes de entrar de lleno a limpiar todo, lo ideal es pensar a qué está yendo tu invitado inesperado. Por ejemplo, si va a conversar o ver una película y sentarse en el sillón, en lugar de limpiar la tina, será mejor ocuparse de los pelos de las mascotas en el sofá.
De hecho, para este último escenario, es ideal tener a mano un rodillo de pelusas, para eliminar rápidamente cualquier rastro de que un perro o gato estuvo encima de la tapicería.
2. Oculta el desorden
En comparación a la suciedad y la mugre, el desorden no representa ningún riesgo para la salud. Solo molesta visualmente, así que lo ideal es, a falta de tiempo, ocultarlo: puedes tomar un cesto de ropa o un recipiente grande y comenzar a tirar todas las cosas que no están ordenadas ahí, para después, con más tiempo, ponerlas en su lugar.
Idealmente, hacer esto en los “puntos calientes”, es decir, la entrada, la sala de estar y la cocina.
Además, para despejar aún más la vista, puedes ocultar el contenedor de desorden dentro de un ropero.
3. Enciende las luces
Distintos estudios demostraron que las personas perciben que los espacios más iluminados son más limpios, en comparación a los que tienen poca luz. Si tienes luz natural, lo mejor será abrir las cortinas, aunque debes tener cuidado, pues la luz podría hacer que la persona vea con más claridad el polvo sobre tus muebles, si es que no tuviste tiempo de sacudirlo.
4. Haz esfuerzos pequeños pero efectivos
El simple hecho de doblar la toalla de manos, acomodar las almohadas del sofá o doblar las mantas de tu living creará un escenario más ordenado y limpio a ojos de tu invitado.
5. Limpiar la superficie
Por supuesto que no hay tiempo para una limpieza profunda, pero pasar un paño sobre las superficies más visibles, como los pisos, encimeras de la cocina o el lavamanos del baño, hará que tu casa se vea mucho más limpia de lo que realmente está.
6. No olvides el olor
El aroma a limón suele estar relacionado a frescura y limpieza, según distintas investigaciones. Una buena idea es tener a mano una vela con olor a limón o naranja.
Pero no olvides que si tienes tu basura repleta u otra fuente de mal olor, tienes que ocuparte de ello, pues un aromatizante no va a poder taparlo completamente. Bota rápidamente la basura y ventila tu casa.
7. Añade una planta o flores
Un estudio encontró que las personas percibían las casas con plantas u otras zonas verdes como más limpias. Se trata de una especie de “poder psicológico”.
Procura siempre tener plantas de interior e incluso un ramo de flores frescas, ésto podría sumarte puntos a la hora de tener que improvisar una casa más ordenada y limpia.
8. Prepárate para la próxima vez
Puede resultar obvio, pero mientras más ordenada y limpia esté tu casa, más fácil será recibir a invitados inesperados. Una buena técnica es no esperar al fin de semana para hacer una limpieza total, sino hacer un poco cada día.
Por ejemplo, el piso se hace un lunes, los baños el martes, la ropa se lava todos los miércoles, y así sucesivamente.
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