Las confesiones del compañero de cárcel de Christian Brueckner, el principal sospechoso del caso Madeleine McCann
Laurentiu Codin, compañero de prisión del alemán Christian Brueckner, reveló que el hombre le habría confesado el homicidio de la niña Madeleine McCann, desaparecida desde el 2007.
Christian Brueckner, un hombre de 47 años que se encuentra en prisión por haber violado a una mujer, pasó nuevamente a ser el principal sospechoso del caso Madeleine McCann. Y es que el delito que lo dejó tras las rejas sucedió en Praia da Luz, Portugal, el mismo lugar donde desapareció Madeleine el 3 de mayo de 2007.
Al tener antecedentes de delitos sexuales y por haber estado en Portugal justo al mismo tiempo en que desapareció la niña de 4 años, la opinión pública y las autoridades han considerado que Brueckner podría ser el culpable del enigmático caso que todavía no se resuelve, después de 17 años.
Y ahora, el medio alemán Bild publicó un artículo donde el excompañero de prisión del sospechoso, identificado como Laurentiu Codin, reveló que Brueckner le habría confesado el crimen cuando compartían tiempo juntos en prisión.
Esto fue lo que confesó el convicto.
Quién es Christian Brueckner, sospechoso del caso Madeleine McCann
Christian Brueckner es un hombre alemán de 47 años, acusado de cinco delitos sexuales en el Tribunal Regional de Braunschweig en Alemania. De ellos, tres corresponden a casos de violación y dos a casos de abuso sexual infantil, todos en la zona de Algrave.
Actualmente, está cumpliendo condena por la violación de una mujer estadounidense en Praia da Luz, Portugal.
Fue en una de las audiencias de su juicio por estas causas que su compañero de cárcel, Laurentiu Codin, declaró que Brueckner le habría confesado el crimen de Madeleine McCann.
Cabe resaltar que Brueckner todavía no ha sido acusado formalmente de ser el secuestrador y homicida de la niña. No obstante, el fiscal a cargo de sus otros casos está convencido de que él es el autor.
Quién es Laurentiu Codin, el compañero de cárcel de Brueckner
Laurentiu Codin, un rumano de 50 años y excompañero de prisión de Christian Brueckner es testigo de cargo en la acusación contra el alemán.
En 2019, coincidió en la misma cárcel de Brueckner y, según sus relatos, pasaron tiempo juntos en distintos momentos durante su estadía en prisión. Aseguró que el alemán solía acercarse a él, pues creía que compartían un perfil criminal similar.
Fue en esa situación de confianza que Brueckner le habría revelado distintos crímenes.
En 2020, Laurentiu Codin denunció a la policía sobre distintas violaciones de las que Brueckner se jactó en prisión: todas habían sucedido en Portugal.
En parte, su testimonio ayudó a que Brueckner fuera condenado a siete años de prisión, pues se pudo confirmar el delito contra la estadounidense Diana M. (quien tenía 72 años en el momento), en Praia da Luz en el año 2005.
Ahora, en el presente proceso de Brueckner, se está investigando la violación a la irlandesa Hazel B. (de 40 años) que habría sucedido en Praia da Rocha en 2004.
Es en este contexto que Laurentiu Codin figura como un testigo importante.
Las pruebas de que Brueckner sería el secuestrador de Madeleine McCann
Según recogió el medio alemán Bild, Codin quería declarar desde hace tiempo, no obstante, los jueces se negaron a escuchar su declaración, pues no estaría relacionada a los cargos de este juicio en particular. Pero los fiscales ingresaron una solicitud para que pudiera ser escuchado de todas maneras.
Fue así cómo el preso reveló que Christian Brueckner le confesó el asesinato de MadeleineMcCann cuando compartían en prisión. Esto habría sucedido en 2019, cuando ambos estaban en la cárcel JVA de Braunschweig.
Según relató el hombre, Brueckner pensó que Codin era un pedófilo y por eso decidió contarle su propio delito.
“Me dijo que robó en Portugal”, comenzó a explicar. “Dijo que estaba en una zona de hoteles donde viven personas ricas. Había una ventana abierta y él entró. No pudo encontrar dinero, pero sí una niña. Luego se la llevó”.
Continuó: “Dijo que era dueño de un autobús, que tomaba niños y abusaba de ellos. Él dijo: ‘Puedes retenerlos durante dos o tres días y luego liberarlos nuevamente. Supongo que quería provocarme, para saber si yo también tenía algo que ver con los niños”.
“Hablaba de una niña, no sé si lo que dijo era verdad o no. Dijo que tenía un autobús y que se la había llevado en él. Me habló de dos niñas. Dijo que se había llevado a una, tuvo sexo con ella, pero no la mató”.
Codin contextualizó que Brueckner le estaba pidiendo “recomendaciones” sobre el delito. Por ejemplo, en un momento le contó que había saltado por la ventana para sostenerse y “luego me preguntó si podría haber dejado algún rastro” que lo incriminara.
También le habría preguntado si era posible encontrar rastros de su ADN en huesos bajo tierra.
Y, adicionalmente, Brueckner le habría pedido en distintas ocasiones que incendiara su casa que estaba “en algún lugar del campo. Luego contrataría a alguien para que me diera dinero”, contó.
Según Bild, el alemán acusado tiene una fábrica en ruinas en Neuwegersleben que ha sido registrada por la policía varias veces, no obstante, a la fecha no encontraron nada de interés.
Cuando el abogado de Brueckner, Friedrich Fülscher, interrogó al romano, le preguntó si creía que el acusado era inteligente.
“Sí, es inteligente”, le respondió.
“¿Cree que es inteligente contarle a alguien en prisión sobre tales acciones?”, arremetió el defensor.
“Tal vez me juzgó mal”, dijo el testigo.
Desde Bild, escribieron que las declaraciones del rumano podrían ser poco creíbles, pues “solo pudo aportar pocos fundamentos de las acusaciones formuladas”.
Además, resaltaron que el testigo comenzó a hablar con los jueces antes del almuerzo y ahí dijo que “apenas recordaba algo”, no obstante, después de la pausa para comer, soltó con facilidad todas las acusaciones anteriormente descritas.
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