Las enfermedades que tus mascotas te pueden transmitir (y cómo evitarlas)

Son un miembro más de la casa. Sus patitas recorren nuestro hogar, los acariciamos siempre que podemos y algunos incluso duermen con nosotros. Las mascotas son, sin duda, parte de la familia de muchos chilenos, aportando amor, cariño e incluso beneficios para nuestra salud y bienestar.

Sin embargo, al no tener cuidado con ciertos aspectos de higiene y tenencia responsable, es posible que el constante contacto físico que tenemos con ellas puedan transmitirnos enfermedades, algunas potencialmente graves y mortales.

En total, hay una lista de 200 enfermedades bajo el concepto de zoonosis, es decir, que son transmitidas de un animal a los humanos. Pueden ser por bacterias, virus o parásitos y propagarse por el contacto directo o a través de alimentos, agua o el medio.

Además, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), 6 de cada 10 enfermedades infecciosas que afectan a las personas son transmitidas por animales, incluso domésticos.

Esto no significa, por ningún motivo, renunciar a las mascotas que ya tenemos o a querer adoptar una en un futuro, sino simplemente tener medidas básicas de higiene y tenencia responsable para reducir significativamente el riesgo de contraer rabia, infección por parásitos, salmonella, toxoplasmosis, entre otras.

Lo primero que debemos hacer es tener citas periódicas con el veterinario. Es decir, no llevar a nuestra mascota solo cuando no esté bien, sino hacerle una evaluación veterinaria al menos una vez al año, donde le harán pruebas básicas, desparasitaciones y, además, aprovecharán de mantener su cartilla de vacunación al día, beneficiando su salud y también la nuestra.

La rabia, por ejemplo, es un virus cuya mortalidad se acerca al 100% y que suele transmitirse por la saliva, lamidas, mordeduras o arañazos de un animal infectado. Esto le puede pasar a nuestros perros y gatos, si es que no tienen su vacuna al día y tienen contacto con otros animales en el exterior.

Después, es importante mantener la higiene en los recipientes de agua y comida para la mascota, así como los lugares destinados a sus necesidades, como hacer pis y caca. Y es que son estos espacios los que pueden convertirse en fuentes de contaminación bacteriana.

En el caso de los gatos, se dice que en sus heces se puede encontrar el Toxoplasma gondii, que provoca la toxoplasmosis. Aunque contagiarse de esto es muy extraño (de hecho, es más posible adquirirla por alimentos poco cocinados), de todas maneras hay que ser muy limpios a la hora de recoger los desechos del arenero del gato, mantenerlo correctamente higienizado y lavarse bien las manos.

Cuidar el espacio interior y exterior en nuestros hogares es clave para mantener nuestra salud. Procurar que el área del baño de las mascotas esté lejos de la cocina y la despensa es lo idóneo, además de limpiar y desinfectar si es que tienen accidentes en otros lados de la casa, además de mantener lejos la basura.

En cuanto a los ambientes externos, hay que tener mucho cuidado, pues es el lugar donde nuestras mascotas pueden tener contacto con otras cuyo historial de salud no conocemos y de animales salvajes. Por ello, se recomienda mantener a los gatos dentro de casa, viviendo una vida indoor, mientras que los perros deben contar con sus respectivas vacunas para salir a pasear a la calle.

Finalmente, castrar a la mascota es otra medida útil para evitar enfermedades. Y es que hay especies que suelen pelearse, por instinto, durante su época reproductiva, exponiéndose a contagios de virus, bacterias, hongos y otros agentes que, además de peligrar su vida, también pone en riesgo la nuestra.