Las vacaciones de invierno ya no son las mismas de hace dos décadas
El departamento arrendado o prestado en la playa se cambió por el hotel. Moverse en el auto propio fue reemplazado por el avión. Las vacaciones invernales de antaño, sin mucha planificación, se transformaron hoy en un panorama que se decide con meses de anticipación. Tanto para destinos en Chile como en el extranjero.
Hace 20 años era relativamente común que una familia de clase media se tomara unos días de descanso para compartir con los hijos en sus vacaciones de invierno. Lo habitual era escaparse a una playa cercana; por lo general al litoral central: Algarrobo, El Quisco, Viña del Mar, Reñaca. Muchas familias de regiones viajaban también a balnearios cercanos o a Santiago para realizar compras en un gran centro comercial, de esos que sólo había en la capital, o ver los últimos estrenos del cine.
¿Qué había en común entre esos vacacionistas? Que prácticamente todos viajaban en el auto familiar o en bus, a la casa de un familiar o, a lo más, a una cabaña o departamento que se arrendaba apenas unas semanas antes. ¿La mayor preocupación para el viaje? Comprar mercadería para preparar "cosas ricas" para esos días de descanso familiar.
Pero la realidad ha cambiado. A regiones llegaron los malls y las cadenas de cine en provincia estrenan películas a la par de Santiago. Pero, por sobre todo, en el mundo del turismo los viajes se han masificado con asombrosa rapidez. La oferta en nuestro país se ha ido modernizando y profesionalizando: hay más opciones para elegir, los precios de los pasajes aéreos han caído a menos de la mitad en 15 años y el acceso al crédito ha hecho que muchos más chilenos hoy vean viajar como una necesidad más, de la que es difícil escapar una vez que uno la experimenta.
"Las vacaciones de invierno han variado mucho. Veinte años atrás el litoral central era uno de los destinos más visitados, tomando en cuenta que, en la mayoría de los casos, los que salían de vacaciones en estas fechas eran los estudiantes; no era común que los padres se tomaran días libres. Hoy, esas vacaciones son tan o más importantes que las de verano. Habitualmente las familias se organizan con un tiempo no menor a tres meses, pensando en salir del país o dentro, dependiendo de los costos, pero a destinos más lejanos", explica Roberto Kremer, gerente general de Andina del Sud, el más antiguo operador mayorista del país.
La subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, también visualiza esta transformación: "La toma de decisiones de los chilenos ha cambiado radicalmente los últimos años. Antes, la mayoría planeaba actividades puntuales dentro de su misma ciudad y era un grupo muy pequeño el que podía optar a vacaciones fuera de la ciudad que consideraran a todo el grupo familiar. Hoy, en cambio, el acceso a viajar durante distintas épocas del año es mucho mayor, volviéndose común que las vacaciones de invierno sean concebidas como un momento de vacaciones familiares".
Ir más allá
Un gran cambio que se ha producido en quienes viajan en las vacaciones de invierno es la planificación adelantada. Antes lo común era saber que la segunda semana de julio la familia se iría a la playa. Y un mes antes aún no tenían arrendada casa o departamento siquiera. Todo se veía muy encima. Hoy, es un grupo muy grande de gente que viaja dentro y fuera de Chile, en avión y a hoteles, lo que implica una organización con bastante antelación para encontrar pasajes y habitaciones disponibles.
Sergio Correa, director de marketing y producto de Viajes El Corte Inglés, explica que "lo que caracteriza a las vacaciones de invierno es que son muy planificadas. Se venden con mucha anticipación, a diferencia de otro tipo de vacaciones. Yo diría que Fiestas Patrias y vacaciones de invierno son las fechas en las que la gente más se programa y compra más anticipadamente. Porque los viajeros saben con tiempo cuándo son. Y saben que deben acomodarse a esas fechas porque no tienen más alternativas; no hay flexibilidad como en otros perfiles de viajeros. Son familias que están amarradas a las vacaciones de los niños".
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Los palafitos de Castro, en Chiloé, siguen atrayendo a los turistas. Foto: A. Caproni / Creative Commons
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Hurgando en cuáles eran las preferencias para vacacionar para las familias hace dos décadas, Pedro Escobedo, gerente de negocios de Viajes Falabella, cuenta: "Hace 20 años, los destinos más cotizados para vacaciones de invierno eran principalmente dentro de Chile. Arica, Iquique, Antofagasta, en el norte; y Concepción y Puerto Montt, al sur. Las pocas familias que viajaban fuera del país lo hacían a Buenos Aires. Los viajes duraban unos cinco días".
"Antes, muchos viajes durante vacaciones de invierno eran dentro de Chile, principalmente a destinos cercanos al lugar de origen, casas de familiares y por períodos cortos. Actualmente la gente aprovecha de viajar en familia, durante una semana o incluso las dos", dice Mario Andrés Aguirre, product manager de Turavion. Agrega que hoy los chilenos no temen ir al sur durante el invierno, lo cual es compartido entre diferentes expertos en turismo: Puerto Varas, Chiloé, Aysén y Torres del Paine son destinos sumamente demandados en estas fechas. También los centros de esquí más alejados de la Región Metropolitana que están en alza, como Corralco, Nevados de Chillán y Puyehue, en combinación con Antillanca.
El boom del avión
"Hace 15 o 20 años, el grupo familiar salía en auto, recorriendo, comprando provisiones para hacer los sanguchitos para el viaje, hasta llegar en ocho o diez largas horas a destino si era más lejano. Se alojaban en cabañas o en casa de familiares. Hoy eso ha cambiado muchísimo. Existe más acceso a tarifas aéreas económicas y también créditos para pagar. Poder llegar a destino lo antes posible es primordial, por eso actualmente la gente prefiere moverse en avión", explica Arturo Pérez Danús, subgerente del touroperador OTSI.
Volar impactó a muchas personas. Gente que nunca se había subido a un avión, hoy ya no se ha bajado más. Ayudó en eso el acceso al crédito, precios que han bajado considerablemente, la llegada de las aerolíneas low cost. Sergio Correa, de Viajes El Corte Inglés, lo explica: "Hoy el acceso a los pasajes aéreos o a los paquetes turísticos es muy distinto a lo que pasaba hace 15 ó 20 años. Antes, viajar era un verdadero lujo; hoy es más fácil, por temas de poder crediticio y por el aumento en oferta de pasajes y de hoteles que han bajado los precios. Por ejemplo, un pasaje Santiago-Barcelona lo puedes encontrar por 400.000 pesos, cosa que años atrás era impensable, costaba tres veces más".
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El colorido barrio de La Boca, en la ciudad de Buenos Aires. Foto: Luis Argerich / Creative Commons
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"Para muchos, ahora salir del país es posible; y para otros, destinos que antes veían como imposibles pueden ser su nuevo lugar de vacaciones. Por ejemplo, hace 20 años a Estados Unidos un pasaje podía costar más de un millón de pesos, hoy en día es normal que ronde los 500 mil pesos. Los destinos nacionales también presentan incrementos", dice Dirk Zandee, country manager región andina de Despegar.com.
En Novojet, agencia que, aunque vende paquetes al extranjero, se especializa en el mercado interno, dan ejemplos. Para estas vacaciones de invierno, tienen 400 pasajeros que viajarán a Arica e Iquique. "Es gente que busca huir del frío. La demanda ha aumentado un 30 por ciento con respecto al año pasado. Y hay planificación: para vacaciones de invierno, de casi 1.000 personas que viajan entre el 12 y el 24 de julio, la mayoría compró con al menos nueve semanas de anticipación", dice Raúl Molina, gerente comercial.
Desde el celular
Otro factor que ha incidido fuertemente en que las vacaciones de invierno hayan cambiado es el avance tecnológico. Como en otros sectores de la sociedad, y de la economía, en el turismo los smartphones y sus aplicaciones han provocado un salto crucial. Al punto que actualmente un gran número de los viajes se programan y concretan desde operativos móviles.
"Hoy en día una familia, por lo general, organiza y arma todo su viaje por medio de su celular. En el turismo, la transformación digital ha facilitado la búsqueda y la compra de productos. Han disminuido considerablemente los tiempos de búsqueda: no necesitas ir a una agencia física, sino nada más que un celular con internet para buscar, consultar precios y cotizar un viaje", dice Dirk Zandee, de Despegar.com.
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El Partenón es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad de Roma. Foto: Franz Venhaus/Creative Commons
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En el caso del turismo, las ventajas de usar un dispositivo móvil se traducen especialmente en la inmediatez y la comodidad. Puedes estar en cualquier lugar y comprar en un minuto. Mónica Zalaquett, subsecretaria de Turismo, aporta en la misma idea: "La tecnología, cada vez más presente en el día a día, es una tremenda aliada para los viajeros que planifican sus vacaciones en sus teléfonos móviles, donde tienen información respecto a qué hacer, dónde comer y dónde quedarse".
Lo que viene
Para estas vacaciones de invierno son varios los destinos en alza. Viajes Falabella, respecto al año anterior, ha aumentado sus ventas en un 20 por ciento, teniendo a Río de Janeiro, Lima, Buenos Aires, Isla de Pascua y Arica como los lugares más demandados. ADS Mundo tiene un 60 por ciento de ventas hacia el extranjero, principalmente al Caribe y Brasil. OTSI tiene los mismos destinos como favoritos al exterior, sumado Orlando y sus parques de diversiones y, como novedad, varias opciones dentro de Perú. En el país, destacan a Chiloé y Aysén.
Mario Aguirre, de Turavión, asegura que Europa es hoy un atractivo destino familiar que antes no lo era. Sergio Correa, de Viajes El Corte Inglés, coincide: "Hoy muchas familias viajan dos semanas a Europa, eso está super fuerte. Y es que la conexión al Viejo Continente que tenemos ahora es buenísima. Antes, era el vuelo de Lan (hoy Latam), ahora puedes llegar a París con AirFrance, a Roma con Alitalia, a Londres con British Airways, a Barcelona con Level, a Ámsterdam con KLM, a Madrid con Iberia o Latam, y así… Se abrió mucho la oferta para llegar directamente a Europa y eso ha hecho que los precios bajen y que sea un destino más competitivo".
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