María José Viera-Gallo
Foto: Roberto Candia

María José Viera-Gallo: "¿Por qué no hay una presentadora de noticias de pelo corto, chaqueta y zapatillas?"


"Lo femenino es ir cada vez más lejos. O como diría Rebecca Solnit: es una posibilidad para ampliar nuestras identidades humanas y no humanas allá afuera en el mundo, un gran acto de empatía que te saca de ti mismo (a), y que no te deja aprisionado en tu género".

-¿Evoluciona la concepción de lo femenino?

-Según yo, ha involucionado. Antes, en los 70 y mediados de los 80, el mundo era mucho más unisex. Disney todavía no infantilizaba lo femenino a la princesa ni a la estrella pop adolescente. El capitalismo tardío tiene mucha responsabilidad en esta exaltación poco imaginativa y casi travesti de lo femenino. Culturalmente, diría que hasta lo gay sufre de una sobre-feminización de la apariencia. Yo crecí en Italia, donde chicos y chicas se vestían igual. Cuando regresé me hicieron bullying en el colegio por andar con zapatillas Topper. En un día aprendí los límites entre ser o no ser "femenina".

-¿Cuáles son las preguntas que lo femenino impone hoy?

-Las más básicas: ¿Por qué? ¿Por qué en una librería me preguntan si el libro que estoy comprando para regalo es para mujer u hombre? ¿Por qué el supermercado Tottus llama su sección de licores y vinos "El bar de papá"? ¿Por qué no hay ninguna presentadora de noticias de pelo corto y chaqueta y zapatillas debajo del escritorio? ¿Por qué el Presidente de la República despliega su sentido del humor hablando de minifaldas y no de bermudas? Son todas construcciones sociales ligadas al género, que están muy obsoletas.

-Lo femenino y lo masculino: ¿Antagónicos, complementarios?

-Son gemelos separados al nacer y reunidos en vida. La construcción del propio yo no admite exclusión, sino armonía entre ambas partes. No debería haber nada más natural que un hombre desplegando su femineidad y una mujer en pleno ejercicio de su energía masculina. Dicho esto, es necesario preservar la masculinidad en el mundo, no exterminarla.

-A tu juicio, ¿qué mujer concreta encarna hoy lo femenino?

-Rachel Maddow, periodista y conductora de la cadena NBC. Es lesbiana, pero qué importa eso. Se viste neutral, pero eso debería ser normal. Es bella, por qué no decirlo. Es brillante, feminista y ningún hombre le explica cosas. Y es tan deliciosamente femenina que cuando transmitió las imágenes de los niños atrapados por Trump en jaulas, se puso a llorar mientras daba la noticia.

-¿Cuál es el estatus de lo femenino en el área en que trabajas?

-En la literatura nadie te pide que representes a un género, sino que escribas un buen libro. Ahora, cuando despliegas excesiva sensibilidad o arrojo en una literatura más intimista, autobiográfica o confesional, suele aparecer el morbo, y la mirada hacia la obra se contamina. ¡El logro es que Karl Ove sea considerado femenino! Los obstáculos son los clásicos, un poco de mansplaining, otro tanto de invisibilidad, o encasillamiento de temas y mundos. Pero esta desventaja hay que convertirla en ventaja y, como decía antes, ir cada vez más lejos hasta desmantelar la mirada masculina sobre lo femenino. Las escritoras, a diferencia de los escritores, tenemos la capacidad de debatir de ciertos temas con mucha libertad y urgencia, como, por ejemplo, la relación entre escritura y maternidad. No he visto padres haciendo lo mismo.

*María José Viera-Gallo es escritora.

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