Por qué Donald Trump Jr. visitó Groenlandia tras el incendiario discurso de su padre

Donald Trump Jr. aterrizó este martes 7 de enero en Groenlandia.

El hijo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que viajó a la isla ártica para “un poco de diversión”.

“Como un amante del aire libre, estoy emocionado de parar en Groenlandia”, dijo en declaraciones rescatadas por la agencia internacional de noticias, Reuters.

Su llegada se dio el mismo día en que su padre se negó a descartar el uso de la coerción militar o económica para obtener el control de dicho territorio y del Canal de Panamá.

El líder republicano, quien regresará a la Casa Blanca para un segundo periodo presidencial el próximo 20 de enero, ha insistido en que desea adquirir Groenlandia, a pesar de que las autoridades locales han subrayado que no está a la venta.

Cabe recordar que Groenlandia es un territorio danés autónomo con su propio gobierno y parlamento.

También se trata de la isla más grande del mundo.

En la conferencia de prensa realizada este martes, el presidente electo amenazó con aplicar aranceles “a un nivel muy alto” a Dinamarca, si sus funcionarios gubernamentales no cooperan con sus planes.

De la misma manera, manifestó refiriéndose al territorio: “La gente ni siquiera sabe si Dinamarca tiene algún derecho legal sobre él, pero si lo sabe, debería renunciar a él, porque lo necesitamos para la seguridad nacional”.

Hace apenas unas semanas, en diciembre, Trump había declarado a través de su red social, Truth Social, que era “una necesidad absoluta” que Estados Unidos tenga “la propiedad y el control de Groenlandia”.

Hasta el momento, ni Trump ni su equipo de transición han entregado detalles sobre sus planes.

Sin embargo, sus recientes declaraciones y el viaje de su primogénito son vistos como señales de que mantendrá el interés en Groenlandia una vez que asuma su nueva administración.

Aunque Trump ha asegurado que el control de la isla puede ser vital para la seguridad de Estados Unidos, distintos especialistas han planteado que es probable que en su insistencia también esté considerando otros aspectos del territorio.

Groenlandia es un territorio autónomo de Dinamarca que tiene una posición geopolítica de alta relevancia estratégica, ya que está entre Estados Unidos y Europa.

Junto con ello, cuenta con acceso a rutas marítimas y forma parte de la brecha Groenlandia-Islandia-Reino Unido.

El investigador senior del Danish Institute For International Studies (DISS), Ulrik Pram Gad, explicó a CNN que se considera que es clave para la seguridad de Estados Unidos, especialmente para repeler un potencial ataque de Rusia.

El territorio ya ha estado en la mira de otros mandatarios del país norteamericano.

Cuando el entonces presidente Andrew Johnson compró Alaska en 1867, también consideró la adquisición de Groenlandia.

Según han reportado distintos medios daneses, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial la administración del presidente Harry S. Truman ofreció a Dinamarca una suma equivalente a unos 100 millones de dólares de ese tiempo.

Aunque esas iniciativas no prosperaron, un tratado de defensa con fecha de 1951 permitió que Estados Unidos pueda tener una base aérea en Groenlandia, que hoy se llama Base Espacial Pituffik y alberga un sistema de advertencia de misiles.

Pram Gad explicó al citado medio que el país norteamericano busca que “ninguna gran potencia hostil controle Groenlandia, porque puede ser un punto de apoyo” para atacarlos.

Pero eso no es todo, ya que algunos analistas presumen que parte del interés de Trump hacia el territorio está relacionado con que es rico en minerales.

Uno de ellos es el profesor de geopolítica en el Royal Holloway University of London, Klaus Dodds, quien sugirió a CNN que el presidente electo podría verse atraído por los recursos naturales de Groenlandia.

Entre estos están el petróleo y el gas, además de metales de tierras raras que se requieren para la construcción de autos eléctricos, turbinas eólicas de transición ecológica y equipos militares.

“No hay duda en absoluto de que Trump y sus asesores están muy preocupados por el dominio que China parece tener” en dicha industria, comentó Dodds.

En este sentido, enfatizó: “Creo que Groenlandia es realmente para mantener a China fuera”.

También se ha planteado que la pérdida de hielo y el aumento de las temperaturas ocasionado por la crisis climática ha llevado a que se abran más rutas marítimas en el Ártico.

“Trump, creo, instintivamente capta la idea de que el Ártico se está derritiendo” y que de ahí podría percibir oportunidades, comentó Dodds.

Sin embargo, recalcó que las condiciones en esas rutas siguen siendo complejas y el deshielo puede hacer que las aguas sean aún más peligrosas para los navegantes.

Por su parte, el profesor de geografía de la Universidad de Durham, Phillip Steinberg, destacó a CNN que no está demostrado que la crisis climática implique un gran cambio en la facilidad de acceso a los recursos naturales.

Tanto las autoridades locales de Groenlandia como las de Dinamarca han rechazado las declaraciones de Trump y han recalcado que el territorio no está en venta.

No obstante, Dodds hizo hincapié en que el gobierno local —dirigido por el pueblo inuit— ha intensificado sus demandas de independencia.

De hecho, en su discurso de Año Nuevo, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, pidió que se eliminaran los “grilletes de la era colonial”.

En palabras del experto, aquello “causa pánico en Dinamarca”.

Frente a este escenario, el país europeo anunció en diciembre un aumento del gasto militar para Groenlandia.

Asimismo, a inicios de enero, la familia real presentó un escudo rediseñado, en el que se aumenta la prominencia del oso polar que representa al territorio.